El crowdfunding es un sistema en boga para solventar diversos proyectos de forma no tradicional. Es una forma de mecenazgo a pequeña escala, donde los aportes económicos de distintas personas suman dinero (desde una cifra hasta las que se desee) para llevar a cabo un proyecto y concretizarlo. A cambio, se recibe una recompensa en relación a la cifra aportada.
Cualquier proyecto que desee ver la luz —sea una publicación, un disco, un documental, una película u otro producto— necesita de un sistema financiero que lo soporte; es decir, de alguien que ponga el dinero. Para ello existen las discográficas, las editoriales, las fundaciones, los mecenas (¿aún quedan?), las productoras y diversas empresas inversoras.
Sin embargo, bien es sabido que acceder al dinero para financiar una idea no es suerte de todos, sino más bien de unos pocos. El crowdfunding viene a llenar ese vacío de financiación para materializar la idea. Tal es el auge de esta financiación colectiva que Estados Unidos ha realizado una reforma legislativa que contempla el crowdfunding como sistema de financiación para startups.
Ahora bien, con este sistema de micromecenazgo se obtiene la financiación, el dinero, para que una idea llegue a buen puerto. Pero ¿por qué no generar una red de colaboradores para que aporten su conocimiento, su know-how, sus servicios profesionales, en lugar de dinero?
Tal vez una persona no pueda colaborar aportando dinero, pero sí desea hacer una contribución con su trabajo o de otro modo. Si consideramos la situación económica y laboral actual, no es descabellado pensar que muchas personas desean participar de un proyecto afín a sus intereses pero no pueden hacerlo con dinero.
Hay muchas formas de participar en la generación, desarrollo y concreción de una idea. Además del trabajo propiamente dicho (un diseñador, por ejemplo, aportando el diseño de un libro) también están aquellos que pueden poner a disposición del proyecto un vehículo, un espacio que funcione como taller, un lugar para reuniones y un sinnúmero de recursos humanos y materiales más.
Hay miles de buenas ideas y emprendimientos que no solo necesitan el dinero para verse concretados. Lo que se necesita, en primera instancia, son participantes activos y colaboradores del proyecto, una red de individuos que pueda aportar su conocimiento, sus servicios y su habilidad, su talento, para concretarlo.
Por ejemplo (y recurro a uno cercano a mí), un ilustrador de literatura infantil desea editar e imprimir parte de su obra, pero no sabe cómo empezar.
No cuenta con un diseñador amigo para que realice el diseño el libro, con un maquetador, con alguien que lo guíe en el concepto de la publicación, alguien que se encargue de promocionarlo en las redes sociales en Internet, con alguien que se encargue de hacer un mailing y distribuir luego el libro, etc., etc.
¿Cómo conectarnos para encontrar otras personas a quienes les interese el proyecto?
El valor total de producir una idea se verá acrecentado si hay que contratar a diferentes profesionales para sacarlo adelante. Podemos pedir a un amigo avezado en el tema que nos dé una mano, pero no siempre conocemos a alguien que pueda ayudarnos en producir y gestionar la idea que nos ronda en la cabeza.
En cambio, si se aúnan esfuerzos con otras personas a las que les interesa esta idea y quieren participar en su desarrollo, la financiación que se necesita para concretarla será menor.
Dentro del programa de Arts Libris 2012, en un evento organizado por The Private Space el 19 de abril pasado, se habló de crowdfunding como modelo de financiación en el sector editorial y nuevas vías y herramientas para la autoedición. Jonás Sala, de la plataforma Verkami, ofreció las siguientes estadísticas:
- 33 euros es la contribución media de los micromecenas;
- 25 euros es la contribución más habitual;
- 30 personas se necesitan para conseguir 1.000 euros.
Haciendo la cuenta de la vieja, si menos dinero se necesita para financiar un proyecto, más fácil será conseguir el objetivo.
Retomando el ejemplo del libro con ilustraciones, si en este proyecto concurren un editor que ayude a coordinar las ilustraciones alrededor de un concepto; un diseñador y/o maquetador; un “manitas” en redes sociales; una persona habilidosa con la organización y la gestión de información, etc., etc., el crowdfunding será necesario solo para cubrir los gastos de impresión del libro y para solventar las recompensas.
Si se consigue más dinero del necesario para la impresión ¡bienvenido sea!, porque podrá repartirse el excedente entre quienes han colaborado en el proyecto aportando su tiempo, su trabajo y su talento.
Si el crowdfunding permite conseguir dinero y conectar entre autor y público ¿por qué no puede generar una red de colaboradores para sacar un proyecto adelante?
Planteo esta inquietud a través del blog, porque no conozco una plataforma, página web o similar que permita enlazar intereses profesionales para contribuir en proyectos colectivos.
Personalmente, me gustaría poder coincidir con otros profesionales para generar sinergias de este tipo, escuchar propuestas y evaluar si me gustaría ser parte de algún propósito.
No se trata de regalar a diestra y siniestra el conocimiento y el saber de cada uno, sino de participar en proyectos que nos interesen, que nos generen inquietud; de ideas de las que nos gustaría ser parte y concurrir en ellas.
Y, para finalizar, les comento un proyecto de crowdfunding que sigo de cerca y en el que he hecho un pequeño aporte. Se trata de la película Sonata para Violonchelo, una concept movie sobre Julia, una violonchelista que le han diagnosticado fibromialgia y debe convivir con esta enfermedad.
Me parece una idea gigante, además de necesaria. Tiene todo el sentido del mundo. ¡Un buen proyecto colaborativo será precisamente trabajar en esta plataforma! ¿Puedo ayudar? 🙂
Gracias por tu comentario Juan.
Yo estoy dispuesta a colaborar con proyectos que me resulten interesantes, así lo expongo en el blog, así que ¡bienvenidas todas las ideas!
¡Qué bien lo has expuesto, Mariana! Y ¡me interesa!
La idea está lanzada Isabel, hay que ver cómo madura y qué sacamos de ella. Con el tiempo iremos sumando sinegias 🙂
Hola amigos soy Jose Luis, Coordinador de una Emisora Comunitaria y Cultural de Aranda de Duero (Burgos). Radio Iris 7 es un Proyecto que surgio hace 26 años de Jovenes de esta localidad que querian construir un Medio de Comunicación para todos (asociaciones, colectivos, entidades,etc)es un Medio de Comunicación real donde participan todos los que tienen algo que decir. Estamos intentando conseguir recursos economicos para cambiar el equipo tecnico y actualizarlo al ser una Entidad no Lucrativa ya que no emitimos publicidad hemos pensado en introducir nuestro proyecto en una plataforma de crowdfunding. El Proyecto se llama Participación Ciudadana y Servicio Publico y el enlace es http://www.lanzanos.com/proyectos/participacion/
Si podeis ayudarnos seria muy satisfactorio para todas las asociaciones implicadas en el proyecto.
Un Saludo, Jose Luis
Muchas gracias José Luis por comentar tu proyecto en mi blog y ¡enhorabuena por el proyecto! ojalá recauden el dinero que necesitan para el equipamiento de Radio Iris 7 ¡Muchos ánimos!
Además del interés personal como motor de ayuda, habrá otros casos en que no exista ese interés concreto pero sí ganas de echar una mano. No he leído en ningún momento qué fórmulas se manejan en esta técnica cooperativa para devolver a los cooperantes el favor recibido. Me gustaría escuchar algún comentario. Lo digo porque no podemos estar toda la vida pidiendo favores.
Una alternativa es incluir en el presupuesto del proyecto una retribución para los colaboradores. En muchos casos la recaudación sobrepasa lo que se necesita para sacar el proyecto adelante (por lo menos es que se evidencia si vas a la página web de Verkami, que es una de las plataformas de referencia en España).
En el caso de un libro, que he usado en el post, se traduciría en recaudar más dinero que el necesario para la impresión del mismo y las recompensas. Ese excedente estaría destinado a quienes han colaborado en un principio sin otro motivo que el interés por el proyecto.
Por otro lado, muchas personas no tendrían inconveniente en colaborar «gratis» con un proyecto que les atrae y estimule. Con esto, puedes conocer otras personas interesadas en cosas similares, abrir las puertas para otros proyectos, hacer networking y generar posibilidades de trabajos remunerados. Incluso para los más jóvenes, este tipo de colaboración les aporta experiencia, trabajos demostrables y fogueo en un ambiente laboral.
Muchas gracias por visitar mi blog y comentar Julio.
La idea de convertir a los colaboradores en empresarios o emprendedores quizá sea un buen recurso, pero me parece importante contemplar esa retribución, pues seguimos planteando nuestra actividad como una actividad dentro del mercado y de otro modo no hacemos sino restarle valor. Muchas gracias por la información. Un saludo!
¡Tienes toda la razón Eva! hay que buscar mecanismos para salir todos ganando 🙂
Buenos días, Mariana,
En primer lugar, gracias por toda la información que aportas en tu blog, es realmente inmensa y muy útil.
Con respecto al micromecenazgo, me pregunto si en España es necesario ser autónomo para gestionar una campaña.
Un saludo y gracias de antemano.
Hola, Vanessa. Como no nos especializamos en micromecenazgo no podría responder esa pregunta. Seguro que la gente de Verkami puede ayudarte. Saludos.
Muchísimas gracias, Mariana.
Un abrazo.
Hola Mariana
Me ha encantado ver este articulo, llevo mucho tiempo pensando lo mismo, porque no un crowfunding pero aportando conocimiento o trabajo?? He llegado a esta conclusión porque estoy intentando desarrollar un proyecto y creo que esta formula seria la mejor forma para conseguirlo, Me gustaría saber si tienes conocimiento de que ya exista en España alguna plataforma con este formula o en su defecto en otro país? Un saludo¡¡
Hola, Abraham. Esta fue una idea que tuve hace tiempo pero no dio frutos, por lo que allí se quedó: en una idea. No conozco plataformas que gestionen servicios para este tipo de financiación. Sí plataformas de crowdfunding (Lánzanos, Verkami, etc.), pero en ellas cada proyecto es gestionado por sus autores de manera independiente a la plataforma. Saludos.