Recorriendo la tienda de Fnac en el Diagonal Mar Centre me hice con la revista de la tienda. Observo que tanto en la revista mensual de este mes de febrero de 2012 como en la tienda misma hay una promoción con libros de bolsillo.
La promoción es la siguiente: si se compran dos libros de bolsillo de la librería de Fnac regalan una bolsa “literaria”. Son tres bolsas diferentes, ilustradas con una galería de escritores, dibujados por el artista Jaime Martín.
Cada una de las bolsas representa a escritores de los géneros de aventura, policial y clásico.
La revista promocional mensual de Fnac viene integrada a una especialmente hecha para esta promoción, más pequeña y de 24 páginas.
En ella se explica el proceso de confección de las bolsas, se destacan frases de escritores reconocidos sobre lo que es un libro de bolsillo y los ejemplares disponibles en la promoción.
Al hincapié puesto en la relación “bolsa literaria ideal como bolsa de mercado” no le encuentro “el punto comercial”, pero tampoco viene a cuenta para la pregunta que me surgió al ver la promoción:
¿Para qué ha sacado Fnac su propio lector de libros electrónicos si no lo promociona ni lo promueve?
Guía Fnac mensual dentro de la revista especial creada esta la promoción, tal como se encuentra en las tiendas de España
(febrero de 2012).
Con esta pregunta en la cabeza revisé la revista mensual y encuentro que el FnacBook no tiene un lugar destacado en la revista —como lo tiene el iPad 2, por ejemplo (pág. 13)—, en tanto se dedican siete páginas a los libros impresos, más la revista especial de la promoción. Ingreso a la página web de Fnac y para encontrar un banner con el lector de libros electrónicos en la home (lateral izquierdo) hay que desplazarse hacia abajo.
Por supuesto, no estoy en contra de que Fnac, o cualquier otra tienda grande o pequeña, promocione el libro impreso y establezca promociones, ofertas y rebajas con libros de bolsillo o trade. Nada más lejos de esto. (De hecho, me beneficio de muchas promociones para comprar libros ilustrados, manuales sobre diseño gráfico, diseño editorial, tipografía o sobre viajes y fotografía).
Lo que no alcanzo a vislumbrar es por qué Fnac no hace lo mismo con el lector de libros electrónicos que lleva su marca, por qué no lo destaca ni lo promueve, por qué no lo tiene como un producto estrella cuando tiene su sello.
Esto me lleva a pensar que la apuesta por FnacBook es nula o, por lo menos, desinteresada, o que ha sido una acción de marketing “para estar” en el mercado y ahora que “se está” ahí queda.
Como escribe Bernat Ruiz Domènech en su post Demasiado lector para tan poco lector: “¿Necesita FNAC un lector propio? ¿Es que tienen un PC propio, una tele con su marca, una radio, un MP3 con la marca FNAC? Yo diría que no. ¿Para qué quieren un e-reader?”.
Parece que la respuesta es que no, que Fnac no necesita un lector propio, y esto lleva a preguntarme: ¿qué motivó el nacimiento de FnacBook? ¿Para qué lo lanzaron?
¿Habrá pensado Fnac que tener un lector con marca propia lo situaría como pionero en la digitalización de contenidos? ¿Habrá pensado que con el e-reader le ganaría el pulso a Amazon? ¿Creen que solo con el hecho de “estar” en el mercado es suficiente?
Preguntas y más preguntas…
