Leo y oigo (porque me lo dicen los propios autores): “Estoy escribiendo el libro en Word A5 para saber cómo quedará” o “Escribo el libro en Word A5 para ir formateándolo”.
Por experiencia, te cuento que de poco sirve escribir un libro en este formato o en cualquier otro.
El libro es un formato, una forma, un “envoltorio”, que puede ser impreso, digital, adquirir forma de apps, ser interactivo, etc. Lo que escribes es una obra y el libro es una posible transformación.
Por tanto, si al escribir pones atención al «libro en Word A5» (o cualquier otro tamaño) hará que sucedan tres cosas que creo es prudente evitar:
- Distraerte: porque estarás más pendiente en “cómo va quedando el libro” que en escribir; tu fuerte está en el contenido de la obra, no en la forma.
- Perder tiempo: si vas a imprimir o digitalizar el contenido de tu obra, el formato del documento no es relevante.
- Desilusionarte: te harás una idea visual del libro que luego no se verá reflejada en el producto final.
Sugiero que te concentres en el contenido cuando redactas, ya que el formato es un paso posterior.
Haz foco en el contenido, en la historia, en los personajes, en la trama, en la documentación, etc.; en ser creativo, ilustrativo o claro, y no en el formato.
La forma que adquiere el contenido —es decir, el diseño y la maquetación— es el paso siguiente y no debe distraerte para escribir. Aunque tú mismo realices la composición del libro, este es un proceso que tienes que dejar para cuando finalices la escritura.
4 razones prácticas para que no utilices un tamaño determinado de página mientras escribes
Los tres puntos que mencioné tienen su base. Hay cuatro razones prácticas para que no utilices un determinado formato de Word para escribir:
1. Formato de libro impreso
Si la obra se transformará en un libro impreso puede adquirir diferentes tamaños según la imprenta o la plataforma donde vayas a imprimirlo. Por ejemplo, Amazon KDP y Bubok no ofrecen un formato que sea exactamente A5.
Es cierto que poseen formatos que por pocos milímetros de diferencia se acercan al A5, pero ¿limitarías lo que quieres escribir por ajustarte al formato?
¿Y si escribes pensando en una plataforma y luego cambias de opinión? ¿Y, entonces, también debes cambiar el tamaño y la maquetación del archivo?
2. Cambio de estilos
Si al acabar la escritura decides cambiar el estilo de párrafo o de alguno de los títulos todo lo que hayas escrito se modificará. Lo mismo sucede si decides insertar algunas imágenes u ornamento en la obra.
Piensa que una vez escrito el primer borrador volverás a leerlo, revisarlo y modificarlo varias veces. Harás muchos cambios de palabras, expresiones y puede que rehagas párrafos enteros.
3. Maquetación profesional en InDesign
Si vas a maquetar el libro en InDesign, no interesa el tamaño del archivo original ni sus márgenes. El contenido se vuelca en un nuevo documento que se ajusta y trabaja en InDesign.
Nada del formato de Word se traslada al software de composición. Lo único que podría aprovecharse de Word son los estilos de párrafos; si es que los has utilizado adecuadamente, claro.
4. Versión digital de tu obra
Si la obra se transformará en un libro digital, el concepto de página desaparece. El ebook será como una gran página donde se encuentra todo el contenido.
El usuario puede ajustar a su gusto, porque un libro electrónico es líquido. El lector puede adaptar el tipo y el tamaño de la letra a sus necesidades o intereses.
Un libro en Word A5 es provechoso si quieres imprimirlo para uso doméstico o escolar, o si estás elaborando un folleto o un cuadernillo. No si tu idea es publicarlo a través de alguna plataforma de autopublicación; tampoco si envías tu obra como propuesta a una editorial o agente literario.
Entonces, ¿qué formato de página usar?
Aquel que te resulte más cómodo para escribir. Con márgenes más anchos o más angostos, con cuerpo de letra 12 o 16, en Arial, Times New Roman o cualquier tipografía que tengas en el ordenador.
A la hora de escribir, lo más importante es centrarse en el contenido y en aquellas herramientas que te ofrezcan mayor comodidad para la escritura.
Cuando acabes de escribir la obra, la hayas revisado y hecho corregir, llega el siguiente paso, la maquetación, y ahí sí es el momento de centrarse en la forma, en el envoltorio.
Para ello, puedes encargar este servicio editorial a un profesional de la edición. También puedes hacerlo tú mismo con estas plantillas gratuitas en Word para componer novelas que he creado y regalo.
Vuelca el contenido de tu obra en alguno de estos archivos y comienza a dar formato al libro. 🙂
⇒ Descarga gratis las plantillas en Word para maquetar tu libro
Yo, desde que descubrí Scrivener, soy una conversa al programa. Es fantástico, sobre todo porque está pensado, como bien aconsejas, para centrarse en la escritura y tener todo a mano: trama, fichas de personajes, de lugares, etc.
Respecto a la conversión para un formato digital, es un paso que aún no he dado. Sé que Scrivener puede convertir a cualquier formato (de hecho hice la prueba con uno de mis relatos: lo convertí a Mobi, lo pasé a mi lector y el resultado era excelente). Sin embargo, ahora he tenido que convertir mis historias a Word para que el corrector trabaje sobre ellas y yo, de hecho, en las partes en las que me recomienda una reescritura, también lo estoy haciendo en Word. De modo que no sé, cuando llegue el momento de convertirlo a formato digital, qué haré.
Ya tengo investigados por ahí algunos datos que creo que me ayudarán.
Muy buen artículo y gracias por ilustrarme: no conocía eso del Word-A5.
Un saludo y buen martes.
Hola, Ana. No conzoco la aplicación que mencionas. ¿Conoces las aplicaciones de Literautas?
Preformatear un Word para digital es posible. Tengo un documento en preparación sobre este tema desde hace bastante tiempo y, por una cosa u otra, ahí está en mi ordenador, sin terminarlo 😛
Gracias por comentar (sé que te debo la contestación de un correo)
Hola Mariana,
Suelo estar de acuerdo contigo pero en este tema discrepo un poquito. Al único que le gusta el contenido y no le importa tanto el formato es lamentablemente google. Desgraciadamente aunque el contenido es importante (tal y como menciono en mis entradas de mailings) un contenido sin el resto de añadidos, no se va a leer. Y si, hay que tener en cuenta formatos desde el principio, hay que tener una visión holística del global de la obra, y de la dimensión del proyecto. Un libro te puede llevar muy lejos, pero si desde el inicio, empiezas a «distraerte» con estos temas (que no son baladís), y los vas integrando, no habrá ningún problema.
En lo que te doy la razón es en que el contenido es lo que debe estar claro, y no perder el norte con eso. En comercio diríamos que la maquetación, portada, cubiertas…serían los escaparates, puertas, diseño y vendedor de la tienda, pero lo que hace que el cliente se decida es en sí mismo el producto. Lo que pasa es que si el resto de cosas no se han tenido en cuenta antes y se hacen «ñapas» puede resultar muy difícil encajar contenido y forma después.
Por lo tanto yo digo, centrate en el contenido sin perder de vista todo lo que hay después.
Un ejemplo de esto está en las publicaciones bajo demanda con personalización por impresión de datos variables, ¿cómo voy a centrarme exclusivamente en un contenido si mi contenido se basa en variables externas a éste? 🙂
Un saludo.
Yo sí coincido contigo, Miguel 🙂 Mi planteamiento es que no se elabore el contenido en función del formato (el que sea), porque nunca quedará como uno se lo imagina. Por supuesto, creo que antes de comenzar con el trabajo hay que organizarlo y tener claro el formato del libro, las tipografías, si se aplicará color, etc. Cuanto más definido esté de antemano el proyecto, más fácil será trabajar con cada uno de los pasos posteriores.
La problemática la he encontrado cuando algún autor me ha dicho que lo que veía en su Word A5 finalmente no es lo que ve en un PDF maquetado con Indesign o que su plantilla de Word no coincide con lo que piden en CreateSpace o Bubok.
Lo que comentas de la PoD es cierto, aunque por lo que veo pocas plataformas utilizan los datos variables. Sé que lo hace Casa del Libro, pero por como trabajan es mejor echarse a dormir la siesta o relajarse en los brazos de Morfeo 😉
La felicito por el artículo, me vino de maravilla porque estoy precisamente en el proceso de maquetar un libro y no soy muy experta en el asunto, así que cualquier información me ayuda mucho.
Yo tenía el libro escrito desde hace tiempo, lo he revisado y corregido en DOC, ahora investigo cual es la forma más sencilla y efectiva de vertirlo a líquido, como dices.
Gracias.
Hola, Gladys. Esta entrada te puede resultar de utilidad
Cómo transformar un documento de Word en libro digital.
Gracias por leer mi blog y comentar.
>> Entonces, ¿qué formato de página usar? Aquel que te resulte más cómodo para escribir. Con márgenes más anchos o más angostos, con cuerpo de letra 12 o 16, en Arial, Times New Roman o cualquier tipografía que tengas en el ordenador
No sé por qué escribir en formato A5 pueda ser más incómodo que escribir en cualquier otro formato, máxime si uno se autopublica y decidió de antemano que ese es el tamaño que quiere para su libro. Eso de centrarse en el texto solamante es algo que puede hacer quien tenga un editor, equipo técnico, maquetadores, etc. que se encargue de todo lo demás. Si uno no sabe qué formato va a usar puede que no sepa si ciertas gráficas, tablas, ilustraciones u otros similares caben en el libro, se ven bien y o aportan valor.
Yo igual genero todo mis PDF con LaTeX así que el formato no es un problema para mi, pero durante el proceso reviso el formato en el que voy a imprimir para segurarme que quede como lo quiero.
Buen Blog, Saludos
Hola, Carlos. Tal como digo en la entrada creo que quien se dedica a escribir primero debe centrarse en eso y, cuando acabe, podrá enfocarse en el formato. Caso contrario —o por lo meno es lo que a mí me pasa— se está un poco con el contenido, otro poco con el formato pero no al cien por cien con uno de los dos.
LaTeX es una tarea pendiente para mí. He trabajado muy poco con él, sobre todo en libros técnicos, con fórmulas.
Saludos y muchas gracias por visitar el blog y comentar.
La utilización de un formato preconcebido puede ser una ventaja, pero podemos ser creativos y manejar cualquier software para explotar en imaginación y desbordarse con un escrito. La originalidad no tiene sustituto así como una persona es única en el mundo, un escrito es singularmente caracterizado.
Es un artículo muy oportuno para mí, Mariana, pues yo escribo al viejo estilo; es decir, primero ultimo el manuscrito a folio y bolígrafo, y cuando creo que el resultado merece el visto bueno lo «mecanizo». Ahora bien, una vez terminada esa labor amanuense, ¿qué tipo de formato elegir? Para el registro de la propiedad intelectual no se requieren muchos miramientos de maquetado, basta con que esté legible y ordenado pero ¿y para cualquier otra opción posterior? Me imagino que en el caso de Creatspace, por ejemplo, estaría bien adaptarlo al formato requerido por esa plataforma para «volcar» el texto sin pegas posteriores. No sé, desde luego para un neófito es una duda de primera línea.
Más que estar bien, debe hacerse, Gerardo, para que la plataforma no arroje errores. Al respecto encuentras información en Publicar en CreateSpace: autopublicación de libro impreso
Gracias, Mariana, ahora voy a echarle un vistazo.
Muy buen artículo y muy oportuno en mi caso. Estoy publicando por capítulos enlazando con Facebook y Whatsapp cada semana un capítulo hasta acabar de tenerlos todos y cuando así sea intentaré publicarla en papel.
La tengo en Wix y aunque me lleva mucho trabajo ordenarla como yo quiero es muy satisfactorio el resultado. Además he comprado el dominio.
Me has abierto los ojos en varias cosas y ya estoy en marcha con la intención de mejorar. Y me centro sobre todo en el contenido de mi novela sin dejar de lado cierto estilo para que luego me lleve menos trabajo adaptarla.
Si me hubiese gustado que alguien me hablase sobre si dar formato a los títulos o a los párrafos y hacer saltos de página en Word 2010 me va a suponer luego un problema. Pero me vale por ahora. Gracias.
P.D. Como verás no te agobio con citas de mi libro, en parte porque no podría pagarte el análisis y al ser mi primera obra me pondría en un aprieto y casi prefiero publicarla aunque sea mala (aunque mis seguidores dicen estar encantados).
Gracias de todas formas.
Hola, Vicente. Planteas lo del Word 2010: ¿Problema para quién o qué?
No lo entiendo.Yo estoy escribiendo un libro de poesias en word,es A5,le he puesto las medidas de los márgenes,las páginas en blanco que hay que dejar,la página de datos legales,título,etc.Tengo las 40 poesías escritas, con las páginas bien enumeradas,y centradas en el medio porque las quiero asi,he utilizado la letra garamond al 12 y le hecho un borde a las páginas rodeando las poesías,algo que antes se hacía,aunque yo lo he hecho sutilmente,nada recargado…lo único que me queda es hacer la portada aparte y luego publicar en amazon porque quiero hacerlo todo yo.Entonces todo ese trabajo que he hecho no sirve para nada?Los bordes que he hecho en la página no voy a poder meterlos?Es más problematico todos los procesos para maquetar y publicar que escribir,con tanto programa y tanta parafernalia una ya no sabe que utilizar,ni si lo que esta usando es lo correcto.Benditas sean las máquinas de escribir y las portadas a mano.Leo muchos artículos en tu blog,y están bien,pero a veces tanta información confunde.Yo estoy saturada de información y mi libro se está muriendo.¿Cúal es el mejor programa para escribir y cúal es el mejor programa para hacer una portada?Mi intención es sacar un ebook e imprimir bajo demanda.¿Es correcto que use un word y un photoshop?
Para publicar tu libro en versión papel sí te sirve porque lo que ves es lo que saldrá impreso.
Para publicar en digital los adornos no solo no sirven (saldrán en cualquier lado, no donde los has ubicado) sino que además darán problemas de conversión; los números de páginas, bordes, etc. tampoco, ya que el libro electrónico es un formato líquido, que el lector puede modificar a su antojo y no se aplica el WYSIWYG. La composición de un ebook muy poco tiene que ver con un libro impreso (es como decir que la bicicleta y la moto son iguales).
Cualquier procesador de texto es idóneo para escribir (Word, LibreOffice, OpenOffice) y para la cubierta depende qué pongas en ella sirve uno u otro programa. Para mí los programas de Adobe (Photoshop, Illustrator, InDesign) —o sus versiones gratuitas (Gimp, Inkscape, Scribus)— son los mejores pero hay que saber usarlos y la curva de aprendizaje no es rápida ni sencilla.
Gracias.Ahora lo tengo más claro.
Muchas gracias… este articulo me está ayudando mucho, fue muy oportuno para mi, ya que estaba concentrado en eso que llaman «maquetación», lo que me preocupaba realmente. Con vuestro articulo se aclararon mis dudas y mi deseo es centrarme en el contenido de la historia, para luego pasar a ese «envoltorio» del que habló.
Saludos desde Venezuela.
Hola Mariana. Yo publique un libro en 5 x 8 y ahora quiero sacar una edición en 11,5 x 17,5. ¿Hay alguna forma de mantener el documento idéntico sin modificar todo? Con simples modificaciones, vi que el numero de paginas aumenta y es contradictorio ya que aumenta el costo y la idea era que esta edición fuese mas barata. Imprimí el documento en el nuevo tamaño, pero no lo adapta bien, no se si porque mi impresora no es profesional o porque no es la forma correcta. Saludos
Varias cosas, Leo:
– Proporcionalmente, el tamaño 5 x 8 pulgadas no es equivalente a 11,5 x 17,5 cm; por tanto, nunca quedará «igual» a menos que aplique determinados ajustes.
– Sí, hay formas de mantener el documento idéntico si entiendo que con esto quieres decir que no se mueva la maquetación, que lo que está en la caja siga estando en el mismo lugar a pesar de que cambia el tamaño de la hoja; es largo de explicar y excede a un comentario en el blog, igual que el punto anterior.
– Si quieres mantener el documento idéntico la cantidad de páginas será idéntica en ambos tamaños, porque si al cambiar de tamaño el número de páginas aumenta o baja es porque se está moviendo toda la maquetación y esto nada tiene que ver con la impresora.
– Cambiar de tamaño no hace que automáticamente el libro tenga más o menos páginas (lo que entiendo por «adaptar bien»), debes combinar la caja, con los márgenes, el tamaño de fuente, interlineado, etc., y recomponer el archivo al nuevo tamaño.
¡Ánimos!