Para continuar el hilo de los anteriores post sobre publicaciones corporativas, en esta entrada hago referencia a las publicaciones corporativas externas.

La función principal de estas publicaciones es comunicar los valores y la imagen de la empresa; es decir, transmitir, por diferentes medios y soportes, la cultura corporativa de la entidad.

El target directo es la opinión pública, el público en general, y las personas que tienen algún tipo de relación con la empresa; como clientes, distribuidores, proveedores y colaboradores, pero que no trabajan dentro de ella como empleados.

El objetivo general de estas publicaciones es dar a conocer qué hace la empresa; para qué lo hace, para quiénes, con qué fin, cuáles son sus proyectos futuros; informar sobre su quehacer y sus cuentas, captar o fidelizar clientes; incluso pueden utilizarse para rendir homenaje a alguna figura destacada dentro de la organización.

Las publicaciones externas son una de las tantas herramientas de la estrategia global de una empresa, sean impresas o digitales, que producen los departamentos de Comunicación y/o Marketing.

Si la compañía cuenta con estas divisiones, serán estos departamentos los encargados de gestionar y producir las publicaciones, si no se contrata a profesionales externos para que realicen esta labor.

Según el tipo de publicación, se buscará:

  • informar al lector sobre el trabajo y el proceder de la compañía;
  • atraer nuevos clientes;
  • informar sobre un producto determinado;
  • publicitar o hacer promoción;
  • reflejar las finanzas;
  • plasmar las bases estatutarias, entre otros.

Aunque estas ediciones también pueden ser una herramienta de la comunicación interna, lo que se busca a través de ellas es ganar y fidelizar a quienes no trabajan dentro de la organización.

Por lo tanto, no incluirán informaciones intrínsecas al funcionamiento, organización y proceder internos de la empresa.

En resumen, las publicaciones externas de una organización deben ofrecer información de la empresa. Entiéndase por organización a una empresa privada, una institución pública, un organismo mixto. También una asociación (con o sin fines de lucro, gubernamental o no), etc., además de una empresa unipersonal o profesional independiente.

Las diferentes publicaciones externas de una entidad pueden ser:

  • Revistas corporativas
  • Libros corporativos
  • Libros conmemorativos y de honor
  • Memorias, informes anuales o anuarios
  • Ediciones especiales
  • Guías
  • Piezas gráficas

Como señala María Luisa Sánchez Calero en Desarrollo de la comunicación externa en la empresa:

“Se entiende la comunicación externa como un proceso que consiste en vehicular información o contenidos informativos desde la empresa u organización empresarial hacia el conjunto de la opinión pública a través de los medios de comunicación social. Y sea cual sea la tipología que adopte la comunicación externa de la empresa, lo que no debe olvidar es que esta debe incorporar el ‘estilo de la firma’, lo que la distingue de cualquier otra”.

Por ello, la imagen empresarial debe estar plasmada en todas y cada una de sus publicaciones; sea un díptico o un libro en edición de lujo.

Las piezas gráficas no solo engloban a las publicaciones como dípticos, trípticos, folletos y catálogos, sino también a todo lo que se denomina “papelería corporativa”, es decir, tarjetas de visitas, sobres, puntos de libro, imanes, volantes, carteles, flyers, carpetas, etc. En estos casos, el material —sea una publicación o no— servirá tanto para la comunicación externa como interna.

Cuestión estética y de contenidos

Cualquier publicación, sea un libro, una revista o una pieza gráfica, debe ser atractiva, tanto en contenido como en continente. De nada vale que la revista contenga unos excelentes textos si el diseño visual es insuficiente.

Y de nada vale un diseño gráfico fantástico si lo que está escrito en realidad no dice nada; tampoco si el papel y la calidad de impresión son deficientes.

Lo que se ve y lo que se lee —el conjunto de lo que el lector percibe— deben estar imbricados y ser coherentes.

Las publicaciones deben poseer una identidad visual y una identidad discursiva coherentes a la identidad corporativa de la empresa a la que pertenecen. Una sin las demás es como una mesa sin una pata, tarde o temprano tambaleará.

Por supuesto, según el tipo de publicación habrá más texto que elementos visuales, como en las guías, donde la información escrita se presenta muy detallada.

Otros casos, como los informes anuales, pueden incluir más cantidad de información visual, con elementos gráficos compuestos por tablas, gráficos y diagramas.

Aquí el diseñador tiene el reto de idear la mejor forma de presentar la información y estos elementos sin que resulten tediosos.

 

Ejemplo de publicaciones corporativas externas y identidad visual

Papelería corporativa, publicaciones y afiche diseñados por Mario Eskenazi para la Fundación Lilian Thuram.

¿Conoces alguna publicación externa de empresa que te haya gustado? ¿Alguna por la que has comprado un producto o contratar un servicio por lo que percibiste en ella?


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