El Decálogo para encargar la corrección de un texto – Lo que el cliente y el corrector necesitan saber es un documento de trabajo para los profesionales de la edición. Se presentó la semana pasada al inicio del encuentro anual de la Red Vértice.
Allí también se presentaron dos libros, sobre traducción y redacción de textos científicos (edición científica y técnica). De ellos hablaré en una próxima entrada antes de que este año acabe.
Pilar Comín Sebastián es la autora del Decálogo para encargar la corrección de un texto. Mercedes Tabuyo Fornell, Lorena Martínez Cienfuegos y Nuria Ochoa han revisado, comentado y corregido el contenido.
La Unión de Correctores (UniCo) ha apoyado esta iniciativa y difunde el documento en su página web. Yo, a título personal, colaboré en la composición del decálogo.
Otras asociaciones profesionales relacionadas con el mundo de la edición ya contaban con una guía similar. Tal es el caso de Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes (Asetrad), que facilita una guía para contratar traducciones.
Al igual que los recursos gratuitos de esta web, el Decálogo para encargar la corrección de un texto está disponible para que, quien lo desee, lo vea, descargue y use:
Descarga el Decálogo para encargar la corrección de un texto
Qué aporta un documento de este tipo
Al inicio de la entrada digo que el decálogo es un documento de trabajo. Lo menciono así porque contar con pautas o protocolos de trabajo, trasladados a un documento o archivo, a mí me facilita la vida laboral.
Una persona que no trabaje en el mundo de la edición no tiene por qué conocer cómo se presupuestan los servicios editoriales. Por eso, en este blog hay entradas destinadas a informar sobre ello y, sobre todo, a facilitar mi trabajo.
A lo largo de estos años he ido desarrollando documentos y herramientas que simplifican mi labor. Te aseguro que el tiempo que ahorro es enorme comparado con el que me ha llevado hacerlos.
Un ejemplo es la entrada donde explico cómo solicitar presupuesto por servicios editoriales. Otro, el formulario de maquetación de libro impreso para CreateSpace. Y algunos más que no están en este sitio y que los empleo exclusivamente con mis clientes.
Con este tipo de documentos o protocolos, entre otras cosas, logro:
- evitar la escritura y repetición, correo tras correo, de la misma información;
- obtener los datos necesarios para elaborar un presupuesto ajustado y justo, acorde al trabajo;
- brindar información específica al cliente sobre el servicio que ha contratado;
- notificar los plazos de ejecución de los servicios y los plazos y métodos de pago;
- obtener datos específicos, sin obviar alguno, para ejecutar un servicio.
El Decálogo para encargar la corrección de un texto es una herramienta de este tipo, ya que facilita la comunicación con el posible cliente.
Beneficios para el corrector y el cliente
El decálogo es una guía para que el cliente sepa cuántos tipos de corrección hay, el nivel de intervención que requiere cada una, cuánto tiempo lleva ejecutarlas, cómo se presupuestan, etc.
Pero también para que el corrector elimine dudas que puede tener sobre facturación. O sobre cómo encarar un determinado encargo o cómo plantear la necesidad de mayor intervención en el texto.
Si eres corrector, ¿te imaginas presupuestar por una corrección ortotipográfica y que el cliente crea que harás una de estilo? ¿O que piense que harás una revisión de traducción cuando has pactado solo una corrección?
¿Cómo elaboras un presupuesto ante frases «el libro tiene 153 páginas»? ¿O «tendrá unos 45.000-50.000 palabras, más o menos, porque sigo sacando y agregando cosas»?
Pues con el Decálogo para encargar la corrección de un texto te ahorras escribir un correo explicando varias cosas y, sobre todo, ahorras tiempo de gestión. De ti depende. 😉
Como cliente —yo soy cliente habitual de correctores, porque los contrato para los proyectos en los que trabajo— esta guía me sirve para enviarla, a su vez, a mis clientes.
Con una guía como esta me ahorro tener que explicar los distintos tipos de correcciones a la vez que informo a mi cliente sobre el procedimiento de trabajo de los correctores.
Descargar ⇒ Decálogo para encargar la corrección de un texto
Muchas gracias por toda esta información y aportes, para que todos mejoremos nuestras propuestas.
Desde Argentina te envío palabras como músicas llenas de tranquilidad y firmeza para concretar la edición y publicación de tu nuevo libro. Vamos adelante!
¡Gracias, Juan Ignacio!
HOla, gracias por la información, aunque no es de mi competencia valoro mucho el oficio de corrector, hace ya unos años trabajé en prensa, pasé por dos periódicos ya extinguidos —Diario 16 y El Sol—, y recuerdo mucho la mesa de los correctores, personas muy sabias y siempre dispuestas a darte la respuesta precisa —diccionarios con piernas—. Actualmente, por la parte que me toca, mi compañera es correctora en un periódico, y no hay día que toquemos el tema de lo mal valorada que está la profesión y el poco cuidado que ponen en que las cosas salgan leidas y revisadas, sobre todo en prensa, no hay más que echar un vistazo.
Reitero mi agradecimiento por la información y un abrazo cordial. ¡Ánimo!
Muchísimas gracias, de nuevo un post de lo más útil.
Un abrazo!
Buenas tardes, Mariana, mi nombre es Leticia y te escribo desde Argentina para consultarte acerca de los valores que se manejando en trabajos de corrección ortotipográfica y de estilo. En esta oportunidad me piden un presupuesto para una agencia de publicidad que diseña folletos, catálogos, magazines, entre otros.
Lamentablemente, me urge la elaboración del presupuesto, de lo contrario esperaría a contar con Decálogo.
Abrazo desde América del Sur.
🙂
El Decálogo está disponible para descargarlo desde la web de UniCo. Sin embargo, allí no encontrarás tarifas. Tampoco las doy yo, ya que cada corrector establece sus propias tarifas y nosotros las incorporamos al proyecto general. Saludos.
Algo parecido me pasó a mí. Pagué por la corrección de mi libro pensando que también iban incluidas la sinopsis y la biografía del autor que aparecen en la contracubierta, pero luego no fue así. Y todo principalmente por mi falta de experiencia.
Yo creo que debemos revisar todo el texto. Desde la carátula hasta el punto final. A veces es necesario reescribir párrafos completos. Por eso yo cobro por página. No podría decir esto sí y aquéllo no