[En 2020 los libros digitales pasaron a tener un 4 % de IVA]
En España “el IVA del libro electrónico es del 21 % y el del libro impreso del 4 %”. Esta es una típica frase que encontramos de forma recurrente en medios periodísticos y en blogs.
Sin embargo, no es correcto, por lo menos al cien por cien. Sí podríamos encontrar ebooks con IVA del 4 %, y sin faltar a las normativas española y europea.
En España, el libro impreso goza del beneplácito de tributar con el 4 % del IVA, junto a revistas y periódicos además de otros productos con IVA superreducido. Esto se debe a que así se estableció en la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido.
A mediados de 2012, el Gobierno modificó el IVA: el reducido del 8 % pasó al 10 % y el 18% aumentó a 21%, pero no se modificó el IVA superreducido que beneficia a los libros impresos (Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010).
Además de las leyes nacionales, España debe atenerse a las directivas que esta establezca. Por ser un estado miembro de la Unión Europea debe también cumplir sus normativas.
En el caso que nos ocupa, España debe acogerse al Sistema común del Impuesto sobre el Valor Añadido y las modificaciones posteriores como la Directiva 2006/112/CE. En esta Directiva establece que los servicios prestados por vía electrónica no pueden tributar con tipos reducidos de IVA. (Artículo 98.2).
Y los servicios prestados por vía electrónica incluyen el “Suministro de imágenes, texto e información y la puesta a disposición de bases de datos” y, en esta definición quedarían incluidos los libros electrónicos.
A su vez, resulta necesario conocer qué entiende la normativa por servicios prestados por vía electrónica. (Artículo 69; Apartado Tres; Punto 4º de la Ley 37/1992):
“Aquellos servicios que consistan en la transmisión enviada inicialmente y recibida en destino por medio de equipos de procesamiento; incluida la compresión numérica y el almacenamiento de datos, y enteramente transmitida, transportada y recibida por cable, radio, sistema óptico u otros medios electrónicos”.
Entonces ¿puede un ebook tributar con distintos tipos de IVA?
De lo anterior, se deduce que solo tributan con el 21% los libros electrónicos que se venden mediante descarga. Pero no así los que se venden en soporte físico, como CD, DVD, memorias USB, etc.
En Portal Jurídico hallamos un artículo donde se expone que de acuerdo a las normativas mencionadas…
“Tributarán al tipo impositivo del 4 por ciento los libros que se suministren en cualquier medio de soporte físico; en particular, los entregados a través de archivos electrónicos dispuestos para su volcado a herramientas de lectura o dispositivos portátiles que permitan almacenar y leer libros digitalizados. Dicho suministro podrá realizarse, a estos efectos, a través de CD-ROM, memorias USB (pen-drive) o cualquier otro soporte físico para su descarga a equipos de hardware”.
Entonces, vender un ebook mediante soporte físico hace que tribute con IVA del 4 % y no del 21 %. Siempre que sea por soporte tangible y no por descarga online.
De ahí que “el IVA del libro electrónico es del 21 % y el del libro impreso del 4 %” no sea una expresión 100 % correcta; y sí podamos encontrar ebooks con IVA del 4 %.
Es cierto que la mayoría —por no decir todos— de los ebooks se venden a través de descargas en las librerías online. Sin embargo, creo apropiado hacer esta aclaración. Sobre todo porque a alguien podría estar interesado en otra forma de comercializar el libro electrónico.
Podría hacerlo perfectamente a través de un soporte físico. Por ejemplo, vender un ebook en CD en una feria. También, vender un libro digital a través de un dispositivo USB en una librería física.
Una gran entrada, no todo el mundo sabe (porque no se extiende tanto su uso) que el libro electrónico no sólo existe en formato store y descarga, sino que también se puede vender en soporte digital (CD, Pen drive, Tarjetas SD…). Y esa puntualización del % de IVA puede ser clave a la hora de enfocar un libro electrónico a través de un app store o por distribución propia.
No olvidemos otro detalle importante, entorno a un 30% de los beneficios obtenidos por descargas de libros en los store de Mac, Google o Windows se los llevan estas plataformas por cesión de su store. Si sumamos A+B+ el coste de producción nos damos cuenta de que los márgenes son bajos, eso sí.
Si comparamos la venta de libros electrónicos por store o en soporte digital físico hay que valorar estos detalles porque lo que ganas repercutiendo menos impuestos en ventas, lo puedes perder en mermas y almacén.
Un saludo Mariana 🙂
Sí, es cierto que a partir de un 30% del PVP del libro digital es lo que cobran las plataformas o librerías online por venderlo; así y todo continúa siendo el método más cómodo para hacerlo, incluso por la visibilidad que pueden ofrecer. También se podría vender un libro electrónico desde una página web propia, pero el tráfico no sería el mismo. Muchas personas buscan libros en estas plataformas y de ahí que interese publicar en ellas.
Creo que algunos autores independientes, cuando van a dar charlas, asisten a clubes de lectores o realizan presentaciones de libros les puede interesar vender su ebook por debajo del precio que pueden hacerlo en una de estas plataformas, justamente porque podrían aplicar el 4% del IVA si lo venden en un CD y «ofertarlo» con descuento. Por otro lado, el comprador se lleva algo tangible, que no deja de ser algo que algunos lectores reclaman. ¡Saludos y buen verano, Miguel!
Gracias por compartir esta entrada, Mariana. Yo soy de los incluidos entre los que no sabían esta pequeña diferencia del soporte para la aplicación del correspondiente IVA.
Ahora bien, se me plantean algunas objeciones, más que dudas:
1º La ventaja de vender más barato libros electrónicos en algún tipo de soporte físico (CD o USB) aumenta el riesgo de pirateo, ya que un producto descargado tiene una serie de protocolos de seguridad que no tiene un PDF o EPUB en un CD, aunque solo sea por la rendarización de la mayoría de las descargas. Ya sé que para un pirata ocioso su juego más divertido es craquear lo que caiga en sus manos, pero al menos pongamos más trabas al caco.
NOTA: Si alguno conocéis la posibilidad de un soporte que asegure la mínima posibilidad de complicar el pirateo, os ruego me lo hagáis saber porque me interesa mucho profesionalmente.
2º En mi blog hace tiempo incluí una entrada-protesta sobre la diferencia de la aplicación del IVA dependiendo del soporte y mi argumento principal era que «qué es lo que el Gobierno desea potenciar con esa reducción, el papel o la cultura? Pues bien, de la misma forma que un catálogo comercial tributa al 21% y un libro al 4%, no puedo comprender porque Bruselas no hace una excepción según el tipo del contenido con el que se comercia por medio de descargas. Se puede y se debe hacer, porque si no parece que los únicos beneficiados son las papeleras.
Gracias a todos.
De nada, Humberto. Es una diferencia que no se explica mucho porque la mayoría de los libros electrónicos se venden a través de descargas en librerías online, pero creo que es un punto para experimentar, sobre todo para autores independientes o para editoriales pequeñas, que hacen un gran trabajo de forma presencial (presentaciones, charlas, etc.) y de ahí que me pareció oportuno escribir esta entrada y ojalá sirva de disparador de ideas 🙂
1º Piratear un libro es muy fácil; lamentablemente, es así. Incluso los libros comprados en Amazon con DRM se pueden desbloquear con facilidad y convertirlos a otros formatos, por ejemplo, con Calibre. Y no solo con los libros gratuitos que se descargan en Amazon cuando están de promoción, sino también con los comprados (en algún blog leí que hay autores que no quieren la promoción gratuita porque el libro así puede piratearse). No conozco ningún sistema eficaz de DRM al 100%; se puede controlar más o menos, pero no con total seguridad. Un sistema interesante es el de Seebook que al descargar cualquiera de las tres versiones de ebooks (PDF, EPUB y MOBI) imprime la dirección de correo electrónico del comprador, además de contar con otros tipos de controles internos.
2º Coincido contigo en que el IVA del libro en papel y el electrónico deben equipararse. Lo que se vende es el contenido, no el formato (las subvenciones a un alimento se aplican sobre el producto, no sobre el envase).
Un cuestión a considerar es que la mayoría de las editoriales (sobre todo los grandes grupos) basan su modelo de negocio exclusivamente en el papel y esto hace que las presiones políticas inclinen la balanza hacia el papel y toda la industria/lobby que gira a su alrededor.
Muchas gracias por leer la entrada y comentar.
Llevan vendiendose en ese formato desde antes del 2000, el problema para el lector es que el soporte tiene una duración limitada…en bibliotecas comprábamos cuando no existía aún el eBook como archivo descargable y había que «recomprarlos» porque se deterioran por el uso o por el simple paso del tiempo, y a veces ya estaban descatalogados. Por otro lado, como lector, necesitas un reproductor, no puedes leerlo en el móvil ni en el e-reader ni en la tablet, a no ser que lo coloques en un servidor, y aún así no tendrás acceso concurrente para varios usuarios…es demasiado limitado para lo que podemos hacer ahora en edición digital…
Por otro lado, como editor tienes que producir un soporte físico, lo cual implica almacenamiento, condiciones para no deterioro etc. Creo que no compensa aunque esté a un 4% simplemente porque el número potencial de descargas online siempre será muy superior a la tirada física que hagas, y además te limitas a la venta local, o al coste de una distribución física igual que con el papel…
Por estas razones creemos que no es demasiado interesante. Sólo como complemento al papel podría compensar y es así como se venden aún, pero venderlos como producto propio no creo que sea interesante para el lector comprarlo ni para el editor compensar los costes, habiendo otras posibilidades infinitamente mejores en formato digital, incluso sufriendo un IVA mayor, estoy convencida de que sigue compensando…
Es una opinión 😉
Hola, Greta. No alcanzo a comprender qué quieres decir con que el lector necesita un servidor para leer un ebook (disculpa si he entendido mal).
Algunas editoriales y autores independientes me envían ebooks que los puedo leer en diferentes aplicaciones —igual los que compro—: si es PDF, en el Adobe Reader o Professional, PDF Notes en el iPad, en Polaris en el móvil. Lo mismo para el EPUB (que suelo usar iBook en iPad o Kobo en el móvil) o para MOBI (que casi siempre uso la aplicación de lectura de Kindle), y en el ordenador Adobe Digital Edition o Calibre. Para mí, como lectora, leer un libro digital (que me envían por email, descargo de un FTP privado o desde un CD o DVD) no me presenta problema alguno.
Que a un editor le resulte más complejo producir en soporte físico un libro digital es muy probable; de hecho, las editoriales digitales que conozco trabajan con librerías online; es decir, con ebooks mediante descarga. Con seguridad, al final resulta más a cuenta venderlo directamente desde la página web de la editorial o a través de alguna plataforma.
Esta entrada lo que aborda no es si resulta más o menos interesante vender libros electrónicos con el 4% de IVA, sino que existe esta posibilidad y que es una alternativa que muchos desconocen; una alternativa legal y dentro de la normativa española y europea (más allá de que uno esté o no de acuerdo con ellas [yo no lo estoy]).
Pienso que vender libros digitales con el 4% de IVA podría resultar atractivo en determinados momentos o circunstancias, algunos de los cuales he escrito en los comentarios, especialmente para autores independientes, pero tampoco excluyo editoriales.
Como lectora, insisto, no veo cuál es el inconveniente: cualquier ebook que me envíen siempre encuentro el modo de leerlo sin necesidad de un servidor; una aplicación que si no tengo instalada en el dispositivo lo bajo en dos minutos.
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
Entiendo que esa puede ser una de las grandes ventajas de Seebook y que lo hace muy competitivo frente a la venta online de ebooks: poner el archivo electrónico en las librerías al mismo IVA que el libro de papel 😉
Con lo de Seebook me refería a controlar la piratería, no al 4% de IVA, ya que los ebooks se obtienen mediante descarga.
En el docuemtno de Agencia triubuataria no hace etos matices. Si es libro 4 y si es cd de lo qu esea 21 Mira pagina 1 de este PDF: https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=0ahUKEwjO0YaZoILaAhVKOhQKHfUrDp8QFgg2MAE&url=http%3A%2F%2Fwww.foe.es%2Fupload%2Festudios_informes%2F20921IVA.pdf&usg=AOvVaw1qY9erLRGPVXfO7-m1G1_2
Que la AT no haga el matiz no significa que no exista la posibilidad de vender libros digitales con el 4 % de IVA. De hecho, la página a la que haces referencia dice «Libros (escolares y otros)». ¿Qué tipo de libros? ¿Impresos, digitales, audiolibros? ¿Qué incluye otros? La realidad es que todos los ebooks se venden mediante descarga (comercio electrónico), no en pen-drive o en CD y entiendo que por ello nadie haga caso de esta opción.
Hay que acudir a Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio,
Esto parece un resumen.