Este fin de semana en Twitter descubro una interesante discusión sobre la colocación de las notas en los libros. Plantea si hacerlo con notas al pie de página o al final del libro.
El disparador fue un tuit de Jordi Graupera solicitando a los editores que no incluyan las notas al final de los libros.
Editors: no poseu les putes notes al peu al final del llibre!
— Jordi Graupera (@JordiGraupera) March 14, 2015
La función de las notas al pie de página o al final es indicar la fuente de una cita o la referencia bibliográfica de una obra mencionada en el texto principal. También se utiliza para añadir información, incluir un comentario breve que se desprende de ese texto principal o dejar constancia de alguna aclaración.
Gracias al intercambio de opiniones en Twitter con Josep Mengual, del blog Negritas y cursivas, que comenzó la conversación con Rosa Mena, de Lectures al Jardí, podemos ver más a fondo para qué se utilizan las notas al pie de página en este documento.
Cada obra tiene una anatomía y particularidades propias y, según el caso, puede ser más oportuno incluir las notas al pie de página o al final del capítulo o del libro.
Como bien indica Ediciones Godot en Twitter, depende del tipo de nota, de la extensión de la misma y del tipo de libro, ya que no es lo mismo una edición de correspondencia entre filósofos que un libro de teoría.
Personalmente, y por pura comodidad, prefiero las notas al pie que las notas al final.
Me resulta un engorro para la lectura buscar las página finales y ubicar la nota que quiero leer; más cuando estoy imbuida en una novela o un ensayo; incluso en cualquier tipo de contenido de consulta.
Las notas al final interfieren en la linealidad de la lectura, pero sobre todo en los movimientos y en la concentración. Hay que ubicar las páginas donde están las notas, hojear el libro, luego buscar la nota en cuestión hasta dar con ella y recordar en qué punto del texto principal nos encontrábamos para conectar con la nota.
¿Por qué hacer algo tan complicado con lo sencillo que es ubicar la nota al pie de página, que solo requiere bajar la vista?
Es una fracción de segundo que no implica movimientos ni la realización de búsquedas visuales, ni produce desconcentación.
Evidentemente, no soy la única persona a la que le importunan las notas al final del libro. Los retuits, favoritos y opiniones a favor que ha tenido la publicación de Graupera atestiguan que los lectores prefieren las notas al pie de página. Esto sumado a otras conversaciones que se generaron en las redes sociales a raíz de este tuit.
Algo similar, sucede con el tipo de referencia de la nota, con el formato de número de la notas al pie. Si son cuatro notas da igual, pero si son muchas mejor utilizar números antes que letras o símbolos.
Hay libros que superan las cien o cientos de notas con facilidad. Si ya distrae buscar notas al final imagina, además, hacerlo con este tipo de referencias *, ††, ‡‡‡, §§§§.
Uso del filete en las notas
En el libro Ortotipografía para diseñadores, Raquel Marín Álvarez señala que:
“No es necesario separar las notas al pie del texto seguido con un filete , ya que en las notas al pie ya se está utilizando un diacrítico como es el cuerpo menor. El filete es necesario cuando una nota empieza en una página anterior a la página en la que nos encontramos; es decir, si se trata de una nota al pie de una extensión suficiente como para ocupar la parte baja de dos o más páginas”.
Siguiendo este criterio, no hace falta utilizar un filete (una línea) para separar las notas al pie del texto principal. Un texto se diferencia del otro porque la nota al pie posee un cuerpo menor que el texto; por lo general, 2 pt menos que el texto principal.
Es decir, existe una diferencia tipográfica clara entre texto y nota y se prescinde de esa raya. Si la nota al pie fuera lo suficientemente larga, y ocupara una o más páginas, sí se utiliza el filete. Esto para indicar al lector que la nota comienza en páginas precedentes y continúa en la actual.
Como cualquier otro elemento, tanto las notas al pie de página como las notas al final deben poseer un criterio unificado; o sea, ser homogéneas en cuanto a su estilo.
Uso de las notas al final de capítulo
En algunos casos sí se justifica el uso de las notas al final de capítulo. Por ejemplo, en antologías de ensayos o en revistas con diferentes artículos, donde cada artículo posee sus propias notas; por tanto, corresponde ponerlas al final del artículo, que no del libro.
Otro caso es cuando en un texto se emplea el “sistema cita-nota”. Aquel que permite la ubicación de las referencias de las citas bibliográficas a lo largo del texto. Este sistema es muy utilizado en textos científicos. Yconsiste en insertar tras cada cita un número que reenvía a la nota.
En un libro digital no se puede elegir si las notas van al pie o al final (porque no hay página y, por ende, no hay pie de esta). Esta funcionalidad se salva con tocar con el dedo la referencia de la nota para saltar a ella; lo mismo para regresar nuevamente al texto.
Finalmente, no existe norma que indique cuándo usar una nota al pie de página o cuándo una nota al final. Pasa igual que con los colores: esto va de gustos.
Sí la próxima vez que necesites utilizar notas pregúntate: ¿qué tipo de notas son? Y ¿qué podría resultarle más cómodo a mi lector? ¿Encontrar las notas al pie de página o al final del libro? 😉
En mi opinión, las notas al final pueden estar justificadas en libros de bolsillo, si las que hay son muy largas, para que no «se coman» toda la página. En los demás casos son más cómodas las notas al final.
Cierto, en un libro de bolsillo, que la página es pequeña, si las notas son extensas, se comen el espacio. Supongo que la última frase has querido decir «al final de la página», ¿no? Saludos y gracias por comentar.
Sí, al final de página, perdón. Quise ser demasiado breve, jeje.
Hola, Mariana:
Otra estupenda entrada que voy a compartir de inmediato, con tu permiso, en FB.
Solo quisiera añadir que en determinados tipos de obras también se usan las notas al margen, como, por ejemplo, en el Manual de edición y autoedición de José Martínez de Sousa (Ed. Pirámide), una solución que todavía distrae menos la atención del lector, puesto que tanto la llamada como la nota están alineadas.
Saludos cordiales.
(P. S.: En el cuarto párrafo empezando por el final de la entrada he observado el siguiente error: «las notas al final deben ‘estar poseer’ un criterio unificado». Hace dos días una sobrina de once años me observó una repetición inadecuada en la página de inicio de mi web que no había visto, pese a que la había leído y releído unas cuatro mil veces: Errare humanum est).
Gracias, Paco, por comentar y señalarme la errata (ya la corregí). Esta entrada seguro que tendría erratas porque no le di tiempo a madurar: la escribí y prácticamente hasta último momento, antes de publicarla, estaba haciéndole cambios.
Además de analizar el tipo de libro y qué nota le va mejor, considero importante pensar para qué se va a utilizar la publicación. Esto lo digo porque, aunque no va de notas la anécdota es relevante, recuerdo un libro que edité y se decidió que iría con encuadernación binder. Resulta que el libro era un material de consulta y esta encuadernación entorpecía la búsqueda de información en el libro. El comentario recurrente fue: «¿por qué no lo hicieron con espiral?». Es cierto que es más feo el espiral que binder, pero el libro lo ameritaba, ya que tenía el único fin de servir como material de consulta para una reunión y durante unos pocos meses posteriores.
Hola Mariana:
En cuanto a preferencias, al igual que tu, me resulta mucho más cómodo, como lector, encontrar las notas al pie de página. Y cuando las encuentro al final de capítulo, me resisto bastante a consultarlas.
En la mayoría de maquetaciones que he realizado, incluso con las primeras versiones de QuarkXpres (programa con el que empecé, aunque hace tiempo que soy de Indesign), digo que, incluso en aquellos años que no era tan cómodo como ahora, colocaba las notas al pie de página. Era muy engorroso, por que había que hacerlo manualmente, pero era lo que había.
Un saludo
Por suerte, ahora para maquetar las notas no es nada engorroso, y basta aplicarles un estilo para que queden bonitas 🙂 Así y todo, ahora estoy trabajando con unos archivos Indesign generados por otra empresa y llegaron con las notas agregadas en cuadros de texto individuales, al final de la página, sin vinculación con la referencia… (supongo que lo habrá maquetado alguien que aún no descubrió la función de la notas). Gracias por leer y comentar, Mariano. Saludos.
Hablando de formatos no de bolsillo, para maquetar las prefiero al final de libro (donde se agradecería que añadieran la referencia de la página para poder volver atrás), porque según donde caiga la nota hace imposible cuadrar página bien. Pero son mucho más prácticas de leer en la misma página.
Por lo general, no encuentro problemas para maquetar las páginas cuando hay notas al pie. Lo que sí lleva es tiempo, porque hay que componer párrafo a párrafo y a veces hasta línea a línea del texto principal y de las notas. 😉
Perdón,y puesta manualmente quedaría mal? Gracias.
Sí, siempre dará problemas de maquetación, como los tres que detallo aquí.
Definitivamente: notas al pie, sin duda 🙂 Las prefiero con filete y numeradas, incluso en las ediciones de bolsillo.
Sirva como ejemplo las míticas ediciones de Cátedra, en las cuales hemos podido leer y estudiar a los clásicos con sus impagables notas al pie. En algunos casos (me viene a la memoria Cien Años de Soledad) tan numerosas y densas que superaban al texto del mismísimo autor.
Solo para fanáticos, claro. Gracias por el post, Mariana.
Es una cuestión de estilo y comodidad con la lectura. Un libro con buenos márgenes —que para eso están— puede tener las notas ubicadas donde las necesita, una costumbre heredada del Renacimiento. Sin embargo esto no tiene mucho sentido en cualquier tipo de libro, sino principalmente en aquellos con algún valor instructivo, con muchas notas recurrentes y hábilmente maquetados. Ello debido a que los blancos son caros. Sin embargo hasta en tamaños medios, una obra narrativa puede maquetarse con márgenes más que dignos. Para Robert Bringhurst (The Elements of Typographic Style) la costumbre de poner las notas al pie o al final del libro es un espejo de la costumbre victoriana por ocultar la cocina o meter a los sirvientes bajo las escaleras (2012, p. 68). En algunas ediciones compactas y especializadas como las de Cátedra valdrán muy bien, porque son obras literarias de estudio, pero hay que ver lo molesta para la lectura que es en una obra convencional una nota al pie que necesite dos páginas. Otras publicaciones científicas con muchas citas forzosas, tendrán que llevar las notas al final, porque contienen mucha información irrelevante para un momento, pero relevante para otro. En fin, ante todo hay que pensar en el lector y si es más importante que la obra que sus anotaciones.
Gracias por todas las apreciaciones, Soren y por comentar en la entrada con tan valiosa información.
¡Muy interesante! este artículo, incluidas las opiniones.
Muy interesantes la entrada y las aportaciones sobre la ubicación, el formato y otros aspectos ortotipográficos de las notas y citas. Respecto a su empleo, especialmente en textos generales de nuevo cuño que hay que «editar» (a veces en profundidad), soy partidario de eliminar toda nota y cita que no aporte en verdad algo sustancial, o bien integrarlas en el texto, si procede. Es algo parecido a la tendencia más contemporánea de la escritura teatral, según la cual se prefiere suprimir toda acotación o didascalia que no sea de verdad necesaria para la acción dramática. (Caso aparte son los textos académicos y/o científicos, con sus propias necesidades de hipercitación e hiperanotación.)
Felicidades Mariana!
Antes de poner una nota creo que hay que pensar si realmente vale la pena ponerla. No hace mucho he trabajado con un libro donde el 80 % de las notas eran prescindibles. Muchas gracias, Sergio, por leerme y comentar.
Gracias, Mariana. Desde que descubrí su blog soy asidua por lo útil que me resulta para mis trabajos de edición y maquetación. Sobre el tema que se trata en esta entrada en particular hace un tiempo tuve algunas dudas que aunque solucioné en su momento, quisiera aclarar para futuros casos. Resulta que para mi editorial hago todo el proceso de edición-corrección y diagramación de libros digitales en InDesign (hasta el pdf interactivo), y ya luego mi compañero de equipo (diseñador) se encarga de lo demás y de pasar a formatos Epub y Mobi. Hacemos libros de literatura mayormente, por lo tratamos que las notas sean mínimas. No obstante, respetamos las notas de los autores cuando ya están fallecidos. En el libro en cuestión había notas que se llevaban dos páginas, lo que dejaba solo un renglón para texto (feo, feo). Aunque también soy partidaria de las notas al pie, pensé que en ese caso lo mejor era ponerlas al final del libro y hacer los correspondientes vínculos para navegar de la llamada a la nota y viceversa (recordar que me refiero a pdf, sé que esto se genera automático para los otros formatos), pero la complicación estaba en que InDesign solo tiene la opción de generar la nota al pie de página y para hacerlo al final del libro, las notas se incluyen como cuerpo de texto. Hasta el pdf interactivo todo podía ir bien así, pero lo que me preocupaba es que al usar esta variante, cuando mi compañero de equipo exportara para formato Epub las notas quedaran como texto y no se generaran automáticas como cuando aparecen al pie de página. Como el tiempo apremiaba, eché atrás la opción y las mantuve al pie pero me preocupa que InDesign solo permita generar notas al pie y no tenga como Word la opción de elegir entre pie de página o al final. Si por favor, sabe alguna opción para solucionar esto, oriénteme.
Gracias por todo,
Sandra
Hola, Sandra:
No he necesitado hasta ahora utilizar notas el final en Indesign y, por ello, no sabría cómo hacerlo. Por lo que he encontrado en Internet, no existe una función dentro de Indesign para hacerlas, a menos que se recurra a un truco como hice en Cómo hacer una doble numeración en Indesign. Básicamente, con un script de Peter Kahrel: Convert footnotes to endnotes
.
Tomo nota del tema para investigar y elaborar una entrada en castellano sobre eso, si es que descubro cómo hacerlo y que resulte efectivo :-).
¡Saludos!
Ok, gracias, Mariana. Me mantengo al tanto.
Saludos,
Sandra
Sandra, he encontrado este artículo que haba de un script para las notas al final en Indesign y de un truco para lograr notas al final del texto. Increíble que un programa como Indesign no tenga esta función… Saludos.
Partidario de las notas al pie de página, por comodidad en la lectura al no tener que estar yendo adelante y atrás en el libro. Muy interesante este post.
Mi duda es si, en un manuscrito, el autor debe usar notas al pie para aclarar el significado de alguna palabra (por ejemplo, un término usado en Latinoamérica pero no en España) o es algo que se añade en el momento de editarlo para publicar.
Un saludo y muchas gracias.
Hola, Antonio. Gracias por visitar el blog y comentar.
Mejor si las aclaraciones las hace el autor; luego, el editor decidirá si procede o no incorporarla en la edición del libro.
Saludos.
Gracias por aclararme las dudas.
Un saludo.
Hola, Mariana!
Tengo una duda al respecto de las notas a pie de página:
Si estoy escribiendo un texto en el que aparece una palabra o frase en latín y quiero poner su traducción en una nota a pie de página, ¿cómo se escribiría dicha nota? Por ejemplo, si la palabra en cuestión es VENIRE, ¿sería correcto escribirlo así:
Del latín, venir (N. de la A.)
Si no estoy muy familiarizada con ese idioma y no tengo forma de saber realmente si esa esa la traducción correcta, ¿sería conveniente poner la aclaración de “Nota de la autora”, ya que es una traducción libre, no profesional? ¿Habría que escribir algo en cursiva en la nota?
Gracias por la ayuda!
Hola, Lilian:
Con poner «Del latín, venir» es suficiente. En un texto se entiende que todas las notas son del autor. Diferente es cuando la nota la hace el editor o el traductor; en estos casos sí suele agregarse «N de E.» o «N de T.».
Saludos.
Muchas gracias por la aclaración, Mariana! Me ha sido de gran ayuda tu respuesta.
Saludos!
Hola Mariana!
Tengo una duda que me corroe, una vez he puesto la nota aclaratoria de un concepto la primera vez, ¿ tengo que volver a ponerla cada vez que aparece el concepto?
Gracias
No, Daniel, con una sola vez ya queda aclarado. Saludos.
Solo para fanáticos, claro. Gracias por el post, Mariana te felicito!