La idea de escribir esta entrada surge, nuevamente, gracias a un comentario de Ana Bustelo en LinkedIN.

En esta publicación que compartí ella preguntaba cómo podíamos llamar al lettering sin recurrir a una palabra en inglés.

“¿No podríamos decir escritura, sin más, o caligrafía, rotulación…? Además, el propio título luego lo añade: Caligrafía y tipografía”, dice Ana en el comentario.

La cuestión, creo yo, reside en que a medida que vamos aprendiendo estas cuestiones nos damos cuenta de las diferencias y los matices entre una palabra y otra.

Aquello que, en un primer momento, nos parece lo mismo, a medida que leemos y nos formamos, reparamos en sus diferencias. Es decir, casos como el que se da entre portada y cubierta en un libro.

De este modo, en lo que a letras se refiere usamos palabras o expresiones que aluden a ellas, como:

  • tipografía, fuente y tipo de letra, y también fundición y familia tipográfica;
  • caligrafía, escritura, escritura caligráfica, letra caligrafiada;
  • lettering, rotulación y rotulismo, entre otras.

Y cada una estas palabras o expresiones aluden a distintas disciplinas o actos disímiles dentro de una misma especialidad.

Bien cierto es que el límite entre una y otra es difuso y en muchos proyectos se cruzan y mezclan.

Así y todo, mi intención es que conozcamos un poco más sobre este palabrerío del universo tipográfico; hoy con el foco puesto en el lettering.

Esto nos ayudará a:

  • definir qué tipo de estilo de letras queremos para embellecer nuestro libro;
  • buscar profesionales que se dediquen a eso que queremos (y no la pifiemos);
  • valorar la faena que requiere trabajar desde una u otra disciplina.

Lo cierto es que estamos rodeados de expresiones tipográficas en las que las letras son las reinas.

Como dice la diseñadora Paula Scher en el documental Abstract: “Ando por la calle y veo tipografía por todas partes”.

Y sí, vemos letras y caracteres en la calle, en cientos de carteles; sobre los edificios y dentro de estos, incluso en el transporte público.

Sin salir a la calle también, ya que en nuestras casas hay tipografía a golpe de vista. La mayoría de los paquetes de productos que consumimos desbordan tipografía y esto sin mencionar el uso del ordenador.

Alguna de esas letras y caracteres que vemos están expresadas con lo que conocemos como lettering.

Graffiti de Ximena Jiménez (imagen de Instagram), camiseta con el trabajo de Lisa Rodill (imagen de redbubble, y pared ornamentada por Mónica Gómez (imagen de la web de la autora).

¿Por qué usamos lettering en lugar de rotulación?

Rotulación o rotulismo serían las palabras homólogas en castellano a lettering. Sin embargo, esta última gana por goleada a la primera en cuanto a presencia.

Creo que por lo mismo de siempre: el inglés es el idioma más hablado en el mundo y el idioma de los negocios internacionales, independientemente de lo cool que resulte usar palabras en otro idioma.

Es innegable que el inglés es el idioma vehicular global y, por tanto, se impone.

También ayuda que la definición de rotulación en el diccionario poco aporta y rotulismo directamente no está reconocida.

Haciendo un ejercicio de búsqueda llegamos a rótulo, que el diccionario define, entre otras acepciones, como:

  • título de un escrito o de una parte suya;
  • letrero o inscripción con que se da a conocer el contenido de otras cosas;
  • cartel para dar noticia o aviso de algo.

En definitiva, el proceso de crear ilustraciones con letras, números o cualquier tipo de carácter está ausente.

Cómo diferenciar el lettering de la caligrafía y la tipografía

Una clara definición de qué es cada disciplina nos la brinda Iván Castro en un artículo de la revista Gràffica; se trata del número 11 dedicado a la tipografía.

Este diseñador define el lettering como una disciplina asociada a la ilustración antes que a la escritura, en contraposición a la caligrafía.

“Llamamos caligrafía al hecho de generar signos alfabéticos con una herramienta de escritura (…) y usando un trazo para cada parte esencial de la letra. Simplificando mucho, podemos asociar la caligrafía al acto de escribir”, dice.

“El lettering o rotulación, sin embargo, parte de una premisa diferente. Para construir estos signos usaremos tantos trazos como sean necesarios, acercándonos más al gesto de dibujar que al de escribir”, enfatiza.

Sobre la tipografía, remata que con ella “nos referimos a un sistema en el que las letras funcionan como módulos que el usuario combina para construir textos”.

«Podemos decir que la caligrafía es un acto manual mientras que el lettering es más mental», sentencia.

En un artículo de Carbone tipografía la diseñadora Silvia Cordero Vega citaba al tipógrafo Stanley Morison:

«La caligrafía es el arte de la bella escritura, la cual se comunica por medio de signos establecidos. Si estos signos o símbolos son pintados o grabados en madera o en piedra, nos encontramos frente a una extensión de la escritura conocida como lettering; es decir, una letra de gran tamaño que por lo general se forma con la ayuda mecánica de, por ejemplo, la regla, el compás y la escuadra».

Y también el maestro y calígrafo Claude Dieterich quien ha dicho que el «lettering es dibujar con pluma u otra herramienta, no tiene nada que ver con la escritura sino con el dibujo.»

La «exclusividad» de la rotulación

Para la tipógrafa Laura Messeguer “el lettering implica el diseño y el dibujo de una palabra o conjunto de palabras”.

Y señala que el diseño de un alfabeto (tipografía) se debe abordar de modo que todos los caracteres puedan funcionar con el resto. En el lettering el diseñador sabe «qué letras se usarán y en qué contexto», mientras que en tipografía no.

Laura Asensio de Bauertypes, en el curso Tipografía corporativa de Domestika dice:

“La tipografía es un conjunto de signos iguales en su repetición que pertenecen a un sistema predefinido y es el transmisor más importante del lenguaje”. “Es la parte visible, de igual manera que también lo es la escritura, que es la letra manuscrita; o la caligrafía que es la letra manuscrita basada en una disciplina concreta. Incluso el lettering también es una forma visible del lenguaje, que es el dibujo de las letras o de una palabra en concreto”.

Y la misma línea de pensamiento la encontramos en Manual de tipografía digital, de Daniel Rodríguez-Valero (Campgràfic, 2016).

Por tanto, el lettering tiene un uso exclusivo, único, que la tipografía carece. Una fuente y sus variantes, incluso una familia, se usan en distintos y diversos proyectos.

Lettering aplicado a libros

Más arriba se argumentó que el lettering es ilustración. Por tanto, aplicado a la producción de libros este arte le confiere un toque original a la obra.

Las fuentes que llevan en su nombre Lettering son tipografía y no rotulación. Solo tratan de imitar los trazos manuales, pero siguen siendo fuentes de ordenador, archivos.

Donde el lettering mejor destaca es en las cubiertas de los libros y en aquellos destinados a este arte. Y entre los géneros en los que más se emplea ganan el infantil y el juvenil.

La colección Austral Intrépida publicó algunas de las obras más emblemáticas de la literatura juvenil con rotulación en sus cubiertas.

Varios profesionales ilustraron las tapas de estos libros y entre ellos la diseñadora gráfica Martina Flor, especializada en lettering.

El libro del dentro de la siguiente imagen es parte de esta colección. En estos frontales observamos cómo cada palabra actúa como una mini ilustración.

Cubiertas ilustradas con lettering de Martina Flor

Cubiertas creadas por Marina flor para libros de las casas editoriales Brown Book Group, Walter Books y Austral (imágenes obtenidas de la página web de la diseñadora).

Como un proyecto personal, la ilustradora Belinda Kou desarrolló una serie de cubiertas de libros con lettering.

Con letras e ilustraciones hechas a mano, la artista reinterpreta cuentos clásicos con un toque gastronómico.

Cubiertas ilustradas con lettering por Belinda Lou

Estas cubiertas de Belinda Kou dan un giro a La Bella Durmiente, La Cenicienta y Aladino.

La editorial gallega Edicións Xerais publicó la colección de literatura juvenil “Fora de Xogo”, con ilustraciones de David Sierra Martínez.

Cubiertas ilustradas con lettering por David Sierra Martínez

Tres libros de Edicións Xerais ilustrados por David Sierra Martínez.

Este artista también ilustró uno de los más bonitos libros de la colección Austral: El libro de la selva.

Otro ejemplo son las cubiertas que Cyla Costa creó para la trilogía Wolf Hall, de Hilary Mantel, la autora más vendida del New York Times.

Cubiertas con lettering con lettering por Cyla Costa.

Puedes ver el proceso de creación en la página web de la artista.

Fileteado porteño

Obviamente, no podía dejar de mencionar el estilo de lettering argentino conocido como fileteado porteño.

Sus sellos de identidad son los colores vivos, la sobrecarga ornamental y el uso de formas estilizadas.

Este arte típico de la ciudad de Buenos Aires destaca, sobre todo, en la cartelería de la urbe. Sin embargo, también podemos encontrarlo en libros dedicados a esta disciplina y al tango.

Ejemplos son las tapas de libros ejecutadas por el pintor Martiniano Arce. También las del fileteador Alfredo Genovese para sus publicaciones.

Si te gusta el lettering no dejes de visitar los cursos que ofrece Domestika. Son económicos y puedes buscar el que más se adapte a tus gustos para iniciarte o avanzar en este arte de dibujar y pintar letras.


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