Caminando por el centro de Barcelona, por los alrededores de la Iglesia Santa María del Mar, encontré una revista de un negocio de la zona que estaba a disposición de los transeúntes y cogí una.
Al pasar las hojas, creí que era una revista en catalán y gran sorpresa me llevé cuando comencé a leerla y noté que también estaba en castellano.
El error de esta publicación fue que no tenía diferenciado los idiomas y, por tanto, hasta que no la leí no me percaté que era una publicación bilingüe.
Desde el punto de vista gráfico e informativo, diferenciar los idiomas de una publicación es imprescindible. Esa diferenciación es parte de la comunicación y es una información que debe estar reflejada en el diseño editorial.
Lo que a simple vista puede parecer un tema sencillo de abordar, la experiencia me ha demostrado que no lo es.
Puedes romperte la cabeza y perder mucho tiempo intentado realizar la maquetación de una revista bilingüe si al momento de idearla y crearla no se pensó gráfica, tipográfica y textualmente en su diseño.
De estas observaciones se desprenden varias cuestiones
Situación 1
Que el diseño de una publicación (revista, periódico, folleto, manual, díptico, etc.) bilingüe o trilingüe y su maquetación están condicionados por lo siguiente:
- El idioma predominante. Siempre hay una lengua que predomina sobre las demás. Y éste es el idioma base para establecer los parámetros que se aplican a las demás lenguas que aparecen en el impreso.
- La cantidad de idiomas: dos, tres o cuatro. Más cantidad resulta un tanto agobiante, incluso en un folleto turístico, y dispersa la atención del lector.
- Las características propias de esos idiomas. Los textos escritos en idiomas latinos (castellano, italiano, francés, portugués, catalán, etc.) ocupan más espacio en la página que los textos en inglés; pero menos que los textos escritos en lenguas germánicas y nórdicas.
Este aspecto de la extensión de los idiomas en un mismo espacio puede parecer algo nimio que se arregla aplicando el interletrado (tracking). Error.
El interletrado ayuda, en algunos casos, pero no resuelve un mal diseño (poner el texto “chupado” o “engordado” para que entre en la caja de texto es, simplemente, espantoso). Y en esto radica la importancia de elegir la familia tipográfica más adecuada para la publicación (leer más abajo).
Si tomamos como idioma predominante al castellano y se lo traduce al inglés, el texto resultante tendrá una extensión de aproximadamente un 10% menos. En cambio, si se lo traduce al alemán, será de un 5% más (porcentaje orientativo).
Además, hay que considerar la separación de palabras que hará que el texto de un idioma ocupe más o menos extensión.
En lenguas como el alemán el texto ocupa más espacio porque las palabras son más largas. Y al no aplicar la separación de palabras el texto necesita más espacio para distribuirse dentro de la caja de texto.
Situación 2
Que para diferenciar los idiomas dentro de la publicación el diseñador cuenta con recursos como:
- Las columnas: según la cantidad de idiomas la publicación puede dividirse en dos, tres o cuatro columnas y, a su vez, en filas superiores e inferiores.
- Los estilos tipográficos: grandes clasificaciones donde se agrupan fuentes con características comunes y que poseen vinculación histórica, como serif, sans serif, arábigas o manuscritas. Por ejemplo, Gill Sans (sans serif o palo seco) frente a Times New Roman (serif).
- Las familias tipográficas: conjuntos de fuentes que comparten similitudes de diseño pero con diferentes estilo: regular, italic, bold, light, black, condensed, extended, heavy, extra, etc., y sus combinaciones. Por ejemplo, Gill Sans Light frente a Gill Sans Extra Bold.
- El color: aplicando diferentes colores o matices de un mismo color al texto. Por ejemplo: un idioma a 100% de negro y el otro a 65%, o uno en negro y el otro azul.
- Las imágenes: en libros o revistas donde las fotografías tienen gran predominio y ocupan la mayor parte de toda la publicación, estas suelen hacer de división entre un idioma y otro.
- Otros recursos: como rayas, glifos, dibujos o símbolos para separar los idiomas. Incluso los “blancos”, los espacios sin rellenar, esos espacios que mantienen el color de fondo de la publicación, hacen de divisor visual entre distintos idiomas.
Diferencias entre grafías de diferentes idiomas
Ejemplo de utilización de diferentes tipografías y colores para diferenciar el idioma castellano del inglés en los libros de lujo para hoteles Book Style. El diseño pertenece al estudio Anversal.
Por otro lado, si los idiomas que se usan en la revista tienen caracteres o grafías diferentes al alfabeto latino –como el hebreo, el árabe, el ruso o ideogramas como el japonés o el chino–, la elección del diseño y la tipografía está restringida por este factor.
El diseño restringido en cuanto a que algunos idiomas se escriben de derecha a izquierda o de arriba hacia abajo.
Y restringida la elección de la tipografía porque muchas de ellas no soportan los caracteres y por esto existen fuentes creadas especialmente para utilizar con estos lenguajes.
En los idiomas “más cortos” suele usarse la tipografía del idioma predominante en negritas (bold) o una tipografía de la misma familia pero que ocupa más espacio.
De esta forma, se equiparan los textos para que ambos terminen a la misma altura de la página.
En títulos o subtítulos pueden usarse mayúsculas o versalitas, pero no en el texto principal, ya que dificulta enormemente la lectura.
Si utilizas Adobe Indesign lo ideal es trabajar cada uno de los idiomas en capas para facilitar el orden dentro del archivo que estás maquetando.
En aquellos casos donde se imprimen ediciones de una misma publicación en varios idiomas, trabajar con capas es un requisito imprescindible que exigen las imprentas. De este tema en concreto hablaré más adelante en otra entrada.
Retomando el hecho que comenté al principio de este artículo, ¿habrá alguien abandonado la revista por no percatarse que estaba también en castellano?
Y tú, ¿te has encontrado con una publicación en la que no identificaste que estaba escrita en más de un idioma porque éstos no estaban identificados?
¿Qué otros recursos o herramientas tienen un diseñador y un maquetador para trabajar con revistas en varios idiomas?
Muchísimas gracias por tu mensaje Agustín y por los valiosos aportes a este post y en el hilo de la discusión de LinkedIn.
Agradezco enormemente los comentarios, más cuando ayudan a ampliar la idea original de los post, a desarrollar nuevas visiones y sumar opiniones 🙂
Hola Mariana:
Interesante tu aporte, pero me gustaría complementar (en el sentido de añadir) un par de cuestiones (fundamentalmente terminológicas) que has citado:
— Es cierto que la palabra «interletrado» (o «interletraje») se incluye en la mayoría de programas de autoedición y de edición de textos, pero son términos no registrados por el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) ni por el DPD (Diccionario panhispánico de dudas). En su lugar, un término más correcto y preciso sería «acercamiento» o «prosa»(este último [no confundir la «prosa tipográfica» con la «prosa literaria»] es preferible y es el usado entre tipógrafos);
— cuando te refieres a «familias tipográficas», los ejemplos que citas en realidad no son «familias», sino «series», «variedades» o «clases» (es decir, las distintas formas) que adopta un tipo dentro de su mismo estilo. La «familia» sería la clasificación tipológica dentro de cada estilo.
Espero que te ayude a completar tu información.
Un saludo (y gracias por permitirme escribir en tu blog).
AGF
Agustín Gutiérrez Fornés
Muy interesante.
Saludos,
hola Mariana muy interesante tu post, realmente tenes mucha razon con esto que comentas… la forma mas practica de solucionar este problema,(para mi forma de ver) seria hacer la revista en castellano e inlges…cuestion que en el negocio tengan las dos verciones de la revista…por los otros idiomas no mepreocuparia mucho, ya que el inlges es el idioma universal de todo el mundo, todos los turistas extrajeros hablan inlges si o si, o castellano.. is viene un arabe pro ejemplo y quiere ver esa revista, es muy seguro que sepa inlges…asique yo solucionaria de esa forma el problema de los idiomas, una revista en inlges y otra en castellano.
esto es en caso de una revista…que circula por españade genro turistico…yo lo haria directamente en un archivo distinto, uno en ingles y oro en castellano.
hola, varios articulos de esta página me han ayudado con mis tareas, y hoy necesito con urgencia algo relacionado con el idioma y una revista.
El asunto es que estoy haciendo una revista digital, y necesito hacerla en 3 idiomas, ya está todo listo, y pretendo hacer una como tipo portada de inicio, donde estén los botones de: «ingles» «español» y «frances». Y que al momento de picar un botón me lleve al contenido respectivo al idioma. (la revista es para una tablet y estoy trabajand en Id cc).
Gracias !
Esta entrada es para revista revistas impresas y no podría ayudarte con lo que solicitas, sí podría hacerlo Publicar en digital. Saludos.
Hola, quería consultarte si es habitual que se mantenga el diseño de portada en distintos idiomas o si se puede cambiar. Muchas gracias
Tanto una cosa como otra se usa. Depende de lo que decidan los editores y de las particularidades del mercado; incluso hasta puede cambiarse el nombre de la obra. Un ejemplo de ambos es La hija de la española, de Karina Sainz Borgo.
Buenas tardes, soy diseñadora profesional y necesito ayuda sobre este tema: necesito maquetar una publicación, que me facilitan en word, en ruso adaptarla a mi diseño hecho en Illustrator…podeis ayudarme?
Gracias de antemano.
Hola, Erika. Maquetar una publicación en Illustrator es como querer volar en un coche. 😆 Hay programas específicos para componer libros, como InDesign, Affinity Publisher y Scribus, pero Illustrator es para vectores. Si el diseño lo tienes hecho en Illustrator se puede tomar de referencia para crear una archivo máster en InDesign y luego maquetar la publicación en ruso. Si necesitas presupuesto para este trabajo, llámame o escríbeme (tienes la información en la parte superior izquierda de la web). Saludos.
Muy acertado eso de pensar en la maquetación desde el principio si se va a hacer una publicación bilingue, ya que cada idioma ocupa un espacio particular según cantidad de caracteres y forma de desarrollarse. Saludos.
Hola, Mariana:
Aunque lejana su publicación en el tiempo, el artículo mantiene todos su interés y vigencia, enhorabuena. A mí la duda que me surge es cuando se trata de idiomas, como comentas, que tienen caracteres o grafías diferentes al alfabeto latino. ¿Qué se hace en estos casos, acotándolo a la publicación de una novela? ¿Se «occidentalizan» los términos, poniéndolos tal cual, sin incluir las grafías del idioma natural, o se mantienen? Por ejemplo, con el idioma rumano: la palabra «doamnă» («señora») lleva una grafía específica de ese idioma (una especie de acento curvo) sobre la última a. ¿Sería correcto publicarlo sin ese signo? Y en caso de dejarlo tal cual, ¿se mantendría en los distintos lectores e-books o saltaría como un error?
Mil gracias, como siempre.
Hola, Clara:
Lo que planteas no es una cuestión de maquetación o composición sino de edición. Es el responsable de la publicación (editor, autor o coordinador) quien debe decidir qué criterio adoptar con el uso de las grafías.
Muchas fuentes incluyen glifos para letras de diferentes idiomas y es responsabilidad del diseñador y del editor escoger una que no tenga estas limitaciones si el libro se publicará en diferentes idiomas (algo que sucede con bastante frecuencia con publicaciones concebidas en inglés [incluso a veces emplean fuentes que no soportan la ñ, la ç ni las vocales acentuadas, pero este es otro tema]). Si dentro de los glifos de la fuente no está la grafía que buscas se puede armar con un collage de signos y letras.
Este último caso presentará problemas en el libro digital fluido; en el primer caso, puede que sí o puede que no, pues depende de la incrustación de la fuente, del dispositivo del lectura, de la renderización… No olvides que en el libro digital el productor de la publicación pierde muchísimo control sobre ella. Aquí detallo un poco más al respecto.
Saludos.
Muchas gracias por la rápida respuesta. Sí, mi mayor reparo está en lo que indicas del e-book fluido (en la versión en papel, como dices, se podría solventar incrustando la fuente), unido al hecho de que, si «occidentalizo» esas palabras, eliminando acentos y signos «ajenos», se interprete como una falta de ortografía. ¡A ver cómo lo hago!
Gracias y un abrazo,
Clara
Si el glifo es producto de un apaño entre un signo y una letra o parte de una letra vectorizada y una letra, puedes convertirlo a curvas y en el ebook acabará transformándose en una imagen, pero lo más probable —por no afirmarlo rotundamente— es que no mantenga la proporción de la letra cuando el lector adapte la fuente a su gusto en el lector electrónico o tableta.
Puedes optar por mantener la grafía en el libro impreso y «occidentalizarla» para el digital, incluyendo un descargo en la página legal, diciendo que se adopta esa decisión para ofrecer una mejor experiencia de lectura. Saludos.
Sí, creo que voy a optar por esa occidentalización para el epub, para ahorrarme esos inconvenientes.
Muchísimas gracias por todo, tus consejos han sido de gran ayuda. ;D
¡Besos!