No se me había ocurrido pensar que las páginas en blanco de un libro pudieran convertirse en tema para una entrada.
Sin embargo, uno de los clientes extranjeros con los que trabajo me preguntó si era normal (sic) encontrar páginas blancas en medio de un libro. Como referencia, te cuento que teníamos un libro en ruso, en el cual no hay una sola página en blanco, y el cliente reside en Estados Unidos.
Enseguida se me encendió una lamparita y me dije: «esto debe convertirse en un artículo para el blog», y aquí estoy.
En libretas de dibujo, diarios, cuadernos y planificadores las páginas en blanco son el corazón y razón de ser de la publicación. Son libros considerados con poco contenido y diseñadas para que las rellene el usuario.
Obviando esto, ¿dónde podemos encontrar páginas en blanco en un libro? ¿En qué parte o sección de este hallaremos páginas no impresas? ¿Por qué no son merecedoras de recibir tinta?
Martínez de Sousa define las páginas blancas como aquellas a «las que no están ocupadas por el texto alguno ni por otro elemento gráfico que deje huella visible».
Vamos a intentar responder estas preguntas y comentar alguna curiosidad al respecto.
Función y usos de las páginas en blanco en un libro
Aunque podrían parecer un tanto inútiles, las páginas impolutas tienen usos específicos.
Una de las funciones principales de las páginas en blanco es la de separar contenido. De este modo, las caras de una hoja carentes de tintas se emplean para separar secciones en los libros o documentos.
Las páginas en blanco funcionan como una barrera entre un contenido y otro; señalan el final de una parte y el comienzo de otra de naturaleza algo diferente. A la vez que las páginas blancas separan el contenido, también lo equilibran.
De ahí que otro de sus usos sea el de equilibrar el contenido. Según el tipo de libro, incluir páginas en blanco después de páginas con contenido denso, crea un contraste que resalta la importancia de ciertos elementos o secciones.
Las páginas en blanco ofrecen un descanso visual entre bloques de texto o imágenes. Colocadas estratégicamente, estas hojas ayudan a mantener una apariencia ordenada y agradable a la vista.
Otra de las funciones de las páginas blancas es la de rellenar el espacio. Mayormente debido a asuntos relacionados con la impresión y encuadernación, algunos libros pueden tener páginas en blanco al comienzo y al final.
Por último, unas hojas en blanco en los pliegos de principios o finales pueden deberse a una reserva de espacio. En algunas ocasiones, los libros incluyen páginas en blanco para destinarlas a la rúbrica o para ser impresas en ediciones posteriores.
Páginas de cortesía o respeto
Las páginas de cortesía o respeto son un elemento tradicional en la encuadernación de libros. También se les conoce como páginas de apertura o, simplemente, páginas en blanco.
Estas páginas se colocan al comienzo y al final de un libro y su función ha evolucionado a lo largo del tiempo.
El origen de las páginas de cortesía se remonta a la antigua costumbre de mostrar respeto hacia el lector y hacia el contenido del libro. En los primeros tiempos de la imprenta, se consideraba apropiado tener páginas en blanco al inicio y al final de un libro como una especie de reverencia o saludo al lector.
En el pasado, las páginas de cortesía cumplían varias funciones. Una de ellas era permitir la escritura de notas o dedicatorias personalizadas en el libro.
Estas páginas en blanco eran el lugar ideal para que los autores o editores escribieran mensajes especiales, agradecimientos o incluso poemas a los lectores. También se utilizaban para incluir ilustraciones adicionales.
En la actualidad, se continúa empleando estas páginas como espacio para la firma del autor o la escritura de dedicatorias.
Además, las páginas de cortesía servían como una especie de «protección» para el contenido principal del libro. Al agregar estas páginas en blanco, se evitaba que la portada estuviera expuesta a posibles daños o manchas. Luego, con la inclusión de la cubierta, hacía de separador entre las portadas y las páginas de guarda.
En la actualidad, las páginas de cortesía han perdido parte de su significado original y suelen ser más decorativas que funcionales. Son especialmente útiles en presentaciones de libros para que el autor pueda dedicar y rubricar el libro a los lectores.
Aunque su propósito práctico ha disminuido, las páginas de cortesía todavía se consideran un detalle elegante en la encuadernación de libros. Agregan un toque de sofisticación y prestigio, especialmente en libros de alta calidad o ediciones especiales.
Páginas de guardas blancas
En ciertos libros de tapa dura podemos ver páginas en blanco pegadas a la cubierta. Aunque estas sean blancas estas son páginas de guardas, no de respeto o cortesía.
El hecho de no tener dibujo, ornamentación o color alguno no les quita su propiedad ni su función, distinta de las páginas blancas. Aunque inmaculadas, una característica distintiva de las guardas es que el papel de estas es de mayor gramaje que las hojas del libro.
Hace unas décadas era corriente el empleo de papel marmoralo para las guardas de los libros. Sin embargo, es cada vez más común usar papel sin tintar para las guardas; sobre todo, porque abaratan el proceso de impresión, ya que no requieren de tinta.
Páginas de cortesía «obligadas»
Por otro lado, algunas veces su aparición es «obligada». En los libros con encuadernación cosida la cantidad de páginas debe ser, como mínimo, múltiplo de 8.
Cuando se imprime un libro, las páginas se imprimen en grandes hojas de papel (pliegos), que luego se cortan y se pliegan para formar las páginas individuales del libro. Al doblar y cortar los pliegos se obtienen múltiples páginas que se agrupan para formar una sección del libro. Los cuadernillos resultantes tienen 8, 16, 24 o 32 páginas.
Cuando el contenido no alcanza para ser distribuido en todas las caras de los cuadernillos se destinan páginas no impresas para que funcionen como páginas de cortesía o respeto.
Por ejemplo, si un libro tiene 348 páginas, hay que llevarla a 352 páginas para que sea múltiplo de 8. De este modo, tendremos 4 páginas para destinar como páginas de respeto, al comienzo o al final del libro.
Esto sucede siempre que los libros tengan encuadernación cosida, que es aquella en la que se emplea el pliego de cuadernillos. Si hablamos de libros fresados o encolados no es necesario este ajuste de página.
Por cuestiones como estas, es relevante conocer el tipo de encuadernación que se espera que tenga la publicación antes de comenzar con la maquetación de un libro. La composición del interior de un libro impreso se ve afectada por la materialidad y singularidad de la tecnología aplicada a él; algo que también se aprecia en el libro electrónico.
El dorso o verso de algunas secciones
Las páginas en blanco que encontramos intercaladas en el contenido del libro se deben mayormente a una única causa: las partes del libro que finalizan en una página impar generan un dorso blanco.
Si los comienzos de partes y capítulos de un libro se sitúan de forma sistemática en páginas impares, indefectiblemente hallaremos páginas pares en blanco.
Por ejemplo, cuando el prólogo, la introducción y los capítulos acaben en página impar, la siguiente cara será una blanca. Esta página sin tinta antecede la apertura de una nueva sección o capítulo del libro.
Por supuesto, podemos encontrar libros sin estas páginas blancas en el cuerpo principal de la obra. Cuando los capítulos comienzan indistintamente en página par o impar no se da la posibilidad de blancos más que páginas de birlí.
Por otro lado, encontramos varias páginas en blanco en los denominados paratextos del libro. De este modo, están en blanco el dorso de las páginas que llevan la portadilla, la portada, la dedicatoria. Incluso carecen de tinta el reverso del lema de la obra o frase de apertura y las portadillas internas.
Páginas en blanco en documentos digitales
Básicamente, no tienen razón de ser, ya que la lectura, sea en PDF o EPUB, no justifica que haya blancos.
Cuando encontramos en internet publicaciones en PDF con páginas en blanco se debe a que estas fueron concebidas para impresión. Y, exportar el PDF con resolución para web se ha dicho en las mismas condiciones que si fuera para imprenta.
Una vez más, para quienes trabajamos en la edición de libros, es relevante conocer de antemano el formato de salida de la publicación. De la misma manera que la tecnología de la imprenta fija condiciones en un libro en papel; los bits y la manera de consumir contenidos en digital dejan su impronta en un producto digital como el ebook.
Las páginas en blanco intencionalmente colocadas
Algunas páginas blancas son colocadas adrede en determinados documentos. Pueden encontrarse en diferentes tipos de publicaciones, como determinados libros, manuales, formularios y documentos oficiales.
Por ejemplo, en los libros de partituras deben facilitar la manipulación por parte del intérprete. Por ello, a veces se sitúan algunas páginas en blanco con este fin y no con el estético o de separación de contenido. Responde, ante todo, a simplificar la labor del músico.
Ciertos libros o documentos clasificados o secretos también pueden contener páginas con esta inscripción con el objeto de contabilizar todos los folios del documento sin ambigüedades.
En documentos legales y contractuales se pueden incluir páginas en blanco intencionales para separar diferentes secciones o cláusulas. Esto ayuda a los lectores a localizar información específica con mayor facilidad y garantiza la claridad y comprensión.
Por otro lado, en algunos casos estas páginas en blanco constituyen una elección artística deliberada. Pueden servir como una forma de expresión estética o un medio para transmitir un concepto o mensaje del autor.
Paradójicamente, aquellas hojas que llevan la leyenda «Esta página ha sido intencionalmente dejada en blanco» matan la esencia de las páginas, ya que, debido a esta frase, pierden su condición impoluta.
¿Te habías preguntado anteriormente por la función de estas páginas? ¿Les prestaste atención cuando pensabas en tu libro?
Hola, Mariana. Qué interesante leer tu artículo. Al respecto, me surgió una duda. Yo he trabajado con libros cosidos, por lo que siempre he considerado el cierre a pliego, en el que incluyo las páginas de cortesía. Sin embargo, mencionas que en el caso de los libros que tienen encuadrenación encolada no es necesario calcular el cierre. Entonces, ¿cómo se hace la imposición de páginas?, ¿cómo se imprime?, ¿frente y vuelta?, ¿se utilizan hojas y no pliegos? Muchas gracias de antemano y saludos desde México.
Partiendo de que quien mejor puede responder esto es un impresor, hay diferentes máquinas de impresión digital y el uso de pliegos es similar al de offset. La diferencia está en que si al libro le «sobran» 2 o 4 páginas no es problema porque no se necesitan los cuadernillos para efectuar la costura. Por eso, por ejemplo, en los libros POD no hace falta que el número de páginas sea múltiplo de 16 o 32. Saludos.
Muchas gracias por tu respuesta. Siempre aprendo algo nuevo contigo. =D