Tras algunas entradas sobre sistemas reticulares, hoy llega el turno de la retícula modular.
La retícula modular es la más versátil de las estructuras reticulares de las que dispone el diseño editorial. Por lo mismo, también es la más compleja, en cuanto a composición, junto con la retícula suiza.
Andrew Haslam afirma que “cuanto más complejo es un sistema de retículas, mayor es el número de posibles variaciones de la distribución”, y esto es precisamente lo que aporta la retícula modular.
Esta característica intrínseca se debe a que cuenta con columnas pero también con filas y, por tanto, forma un enrejado.
De la combinación de columnas y filas obtenemos una urdimbre compuesta por varios cuadrados o rectángulos que forman módulos.
A su vez, estos módulos pueden agruparse y formar otros más grandes. Por ejemplo, juntando cuatro o nueve módulos se obtienen zonas espaciales más grandes.
Los módulos, en este tipo de rejillas, no tienen que estar todos ocupados. Aquí también es relevante el uso de blancos, de zonas espaciales vacías, para compensar la densidad de otras áreas.
Características de la retícula modular y cuándo usarla
La retícula por módulos puede establecerse sobre todo el pliego, como un lienzo, o solo dentro de la caja tipográfica de las páginas.
Los principios que aplican a la retícula modular son los mismos que para las composiciones con varias columnas.
La diferencia entre las retículas múltiples y la modular es que esta última permite más combinaciones que la primera, porque:
- Permite ordenar grandes cantidades de información, tanto gráfica como textual.
- Destaca por su flexibilidad y versatilidad.
- Posibilita un mayor despliegue de diferentes jerarquías de textos.
- Facilita la combinación de distintos tamaños de texto, elementos gráficos y zonas espaciales blancas.
- Ofrece un lienzo menos restrictivo para la interrelación de los distintos tipos de contenido.
Beth Tondreau sugiere que se emplee una estructura reticular modular cuando:
- “haya tantas piezas de información separadas que la lectura continuada no sea necesaria o posible;
- que todo el material encaje en un bloque similar de espacio;
- desee un formato consistente (o casi);
- las unidades de información están encabezadas por números o fechas, con cantidades similares de material”.
Cualquier libro complejo se presta para ser diseñado con una retícula basada en módulos: enciclopedias; de referencia, prácticos y de consulta; científicos y técnicos; biblias; informes y anuarios, etc.
Disposición y configuración de la retícula modular de un libro
Los módulos de esta retícula pueden estar compuestas por cuadrados o rectángulos, racionales e irracionales.
Los rectángulos racionales son aquellos que se pueden subdividir en cuadrados; los rectángulos irracionales solo pueden dividirse en otros rectángulos, como la sección áurea.
Una diferencia crucial entre esta rejilla por módulos y la retícula suiza es la flexibilidad.
Esta última fue creada siguiendo un patrón estricto y puntilloso, intrínsecamente relacionado con la tipografía a emplear en la pieza gráfica.
La retícula modular, por su parte, no limita el tamaño de los cuadrados y rectángulos a una variable específica. Además, permite quebrar una diagramación rígida y facilita variaciones en la composición.
En el siguiente ejemplo podemos apreciar la flexibilidad de esta rejilla. La publicación es Basics Typography 02: Using Type, de Michael Harkins (AVA Publishing, 2010).
Es una retícula que, una vez establecidos los márgenes, está compuesta por siete columnas y diez filas, con medianiles de 5 milímetros.
En el siguiente archivo puedes ver un par de pliegos y cómo se superpone la caja y las guías; finalmente, cómo en las páginas se utilizan distintas zonas espaciales para flexibilidad y adaptar el diseño al contenido.
Puedes descargar la imagen desde aquí y la secuencia de la composición en PDF desde aquí.
Este sistema reticular nos ha sido muy útil en un libro de historia familiar (genealogía) con el que estuvimos trabajando.
Los diferentes tamaños y disposiciones de imágenes se acomodaron con facilidad con esta retícula; máxime cuando los epígrafes contenían bastante texto.
Además, el uso de los espacios en blancos proporcionó elegancia al libro.
Otros sistemas reticulares basados en módulos
Además de la mencionada retícula suiza, existen otras matrices de celdas basadas en módulos. A saber:
1. Retícula de punto cuadrado. Es aquella cuyos cuadrados se basan en la medida del cuadratín o eme de un determinado tipo.
2. Retícula de cuadrados métricos. Igual que la anterior, pero con cuadrados establecidos en milímetros y no en puntos (medida tipográfica).
3. Retícula de cuadrados con incrementos. Con incrementos de área es la empleada por los cartógrafos para la creación de mapas; en tanto, los incrementos de tiempo pueden usarse para las cronologías o desarrollos.
4. Retículas factoriales. Basadas en relaciones factoriales que se establecen combinando medidas. Se consideran el ancho de la página, el número de columnas y de corondeles ciegos (medianil, en InDesign) y los márgenes.
Biblias y textos religiosos
Las biblias y algunos textos religiosos son de las publicaciones que más se prestan para ser diseñadas con una retícula modular.
Este tipo de publicación contiene varias jerarquías de textos, que deben distinguirse entre ellos; además de ofrecer al lector una navegación clara por los textos.
Esta Biblia tiene una retícula de siete columnas en la parte superior; mientras que en la parte inferior hay dos hileras. En cuanto a filas, contiene cuatro en la parte superior y siete en la parte inferior.
En la parte superior se aprecian claramente dos zonas espaciales. La primera recorre las cuatro filas y ocupa hasta seis columnas para dar cabida al texto principal.
La restante columna, la del interior (la que está pegada al medianil del pliego), está reservada para las referencias cruzadas. La parte inferior, dividida en dos, está destinada a notas.
Ya en la antigüedad se usaban retículas para estos textos con zonas espaciales bien delimitadas.
Imágenes tomadas de Original leaves from famous Bibles: nine centuries, 1121-1935 A.D., de Otto F. Ege (1938).
Fuentes: Sistemas de retículas; Diseñar con y sin retícula; Principios fundamentales de composición; Retículas. Soluciones creativas para el diseñador gráfico; Sistemas reticulares; Layout; Los elementos del estilo tipográfico; Creación, diseño y producción de libros; Diseño para la edición.
Azulinante!!! el que sabe sabe y el que no aprende del maestro.
El mensaje tiene estructura técnica pero lo más importante es que el mensaje se trasforma en conocimiento «comprensible» por medio de la práctica desarrollada en los ejemplos y es justo ahí, ahí en ese espacio donde el conocimiento se vuele aprendizaje útil.
Mi idea, justamente, es explicar rudimentos varios de la edición en un lenguaje llano, entendible para todos, con un registro más cercano, para que cada uno aproveche estos saberes como los necesite. 🙂
Gracias por el artículo. Interesante punto de partida para conocer técnicas avanzadas de maquetación.
No sé si hay algún inconveniente en ponerlo aquí, y si la respuesta es SÍ encontraré lógico que mi comentario sea borrado, pero para los que desean (mucha) más información sobre este tema, existe un videocurso de Nigel French para lynda.com llamado Designing with grids in InDesign que explora en profundidad como crear y sacar todo el partido a una retícula óptima.
Aparte de libros como Layout essentials. 100 design principles for using grids, de Beth Tondreau (a la cual citas en tu artículo) o el magnífico Diseño para la edición, de Jan V. White, en su capítulo 6.
Un saludo,
Jose
Gracias por la mención al curso de Nigel French, José; tiene unos cuantos en esta plataforma, muchos de ellos sobre diseño de libros con InDesign.
Los libros que mencionas están al pie de esta entrada, como fuente, porque son bibliografía obligatoria para quienes trabajamos a diario con libros. Sistemas reticulares, de Kimberly Elam, es especialmente didáctico por la enorme cantidad de combinaciones presentadas.
Saludos.
¡Excelente post! La retícula modular es una de mis favoritas por su versatilidad.
Me surge una duda al ver la agrupación de módulos en el ejemplo de la revista: ¿porque en unos el área total (sombreado en gris) engloba el medianil superior y en otros no? Tengo entendido que los medianiles de los bordes no formarían parte de esa zona sombreada en gris.
Supongo que te refieres a los medianiles de las guías. Partiendo de esto, nada impide que esos medianiles puedan usarse si el contenido lo requiere. El diseño, siempre, está al servicio del contenido y no a la inversa (o al menos así debería serlo). Es preferible abarcar el medianil, e incluso más zonas si es necesario, antes que apretujar un texto para obligarlo a entrar en un área determinada o deformar una imagen con la misma intención.
¿Has pensado qué pasaría si en lugar de 7 columnas con medianiles la caja tipográfica tuviera 34 columnas de 5 mm cada una? Sería exactamente igual, aunque mucho más versátil, y sin medianiles. 😉
¡Muchas gracias Mariana! Ahora ya me quedó más claro 🙂 Perdón por no responder antes, no me llegó ninguna notificación al correo de que había una respuesta.
Un saludo
Muchas gracias por la información.
Este tipo de reticulación modular, se usa en Prensa (periódicos y revistas) para evaluar los precios de los anuncios publicitarios, tomando el módulo como unidad de valoración para el cálculo.
Exacto, porque permite muchas combinaciones y en los periódicos primero se determina la zona de la publicidad y luego, la que sobra, es para el contenido. Money first. 😆
Hola, fue por lo que viví encantado durante más de 23 años, libros y revistas con retículas modulares y sobretodo en número impar, son excelentes para dar dinamismo a los elementos y balancear la relación texto-imagen. Puedes distribuir de mil maneras una misma página. Mi retícula preferida es la de 7 columnas con módulos cuadrados a partir de abajo y solo el módulo superior se convierte en rectángulo, el cual nos ayudará perfecto para cabezas, subtítulos, imágenes, y un largo etcétera.
Coincido contigo en que las retículas con columnas impares dan más movimiento al contenido, página tras página, que una con columnas pares; dotan a la publicación de más dinamismo aún. Beth Tondreau en uno de sus libros menciona la retícula jerárquica, desde mi punto de vista muy útil en la elaboración de página web, y que se presta a una buena combinación con la modular.
Si no lo has visto aún, te invito a leer el artículo sobre Raúl Rosarivo, quien hace un análisis de los libros renacentistas con base en el número 3.
Olvidé algo muy importante, los espacios en blanco o vacíos son descansos visuales, es decir, el espacio en blanco forma parte del lay out y que de manera modular funcionan perfecto con las retículas.
Sobre esto tengo una entrada en proceso, para año próximo: «los blancos» (dicho así, parece más un partido político que un recurso gráfico 😆 ).
Excelente Mariana, muchas gracias!!!