En algunas entradas de este blog ya he mencionado a la caja tipográfica, y ahora quiero dedicarle esta entrada para ahondar en este concepto. Así que vamos de lleno a ver qué es una caja tipográfica y para qué sirve.

En algunos artículos sobre diseño editorial también se la denomina mancha, mancha tipográfica o mancheta.

Esta mancha es la zona donde se encuentra el contenido de un libro. Es donde está la información y conforma la parte impresa de un libro; donde se halla la tinta que resulta de la impresión.

La caja tipográfica está contenida por los márgenes, a los que, por otro lado, define. Es decir, los márgenes existen porque hay una caja tipográfica y esta se conforma porque los márgenes la delimitan.

Una caja tipográfica también está determinada por el tamaño del libro. Raramente veremos un libro pequeño, como uno de bolsillo, con una caja de dos columnas.

Al contrario, un libro de gran formato tendrá una caja compuesta por varias columnas y diferentes elementos.

Una maquetación profesional se evidencia en el desarrollo de una retícula adecuada en la caja tipográfica del libro.

Una retícula para libros sencillos, como una novela, es menos dificultosa que para libros complejos. Los libros técnicos y científicos y varios de los libros por encargo suelen tener una caja tipográfica con una retícula compleja.

Alguna bibliografía incluye dentro de la caja tipográfica a los marcadores, mientras que otra no. Los marcadores o satélites son los elementos que se repiten página a página, como el número de página y los folios informativos.

Ancho y alto de la caja tipográfica

Esta mancha tipográfica no es aleatoria en la página ni se forma al tuntún. Posee algunas características que se fueron definiendo mientras avanzaba el desarrollo de la tipografía y de las artes gráficas.

Por tanto, hay unas reglas que se conocen que funcionan, que fueron probadas durante años y dotan legibilidad al texto. Son pautas que permiten leer sin distracción y también jerarquizar la información cuando hay varios elementos.

Además de la asimetría de los márgenes, el ancho y el alto de la mancheta son algunas de estas pautas.

El ancho idóneo de la caja tipográfica está comprendido entre los 50 y 70 caracteres que se distribuyen en una línea. Estos caracteres o matrices están determinados por la fuente empleada en la composición del libro.(*)

Una fuente delgada hará que entren más caracteres en el renglón que una más rellena. En esta imagen de la entrada Tipografías serif para libros impresos se ve con claridad cómo una fuente ocupa más espacio que otra aunque todas tengan el mismo cuerpo.

Líneas de texto con diferentes tipografías serif

Si la línea tiene más de 80 caracteres esta se hace demasiado larga y se dificulta la lectura del texto. En estos casos, lo recomendable es establecer una retícula de dos columnas.

Por otro lado, el alto de la caja también es una pauta a considerar. La mayoría de la bibliografía coincide en que una retícula de entre 30 y 40 líneas de alto es lo adecuado.

Por tanto, según la fuente seleccionada y el cuerpo que a esta se le dé habrá que estipular el interlineado. Asimismo, también habrá que determinar la cuadrícula base del documento (en InDesign, en Word no existe esta opción). Y, de esta forma, se obtendrá una única, homogénea y armónica columna.

En resumen, deberían caber unos 1800/2000 caracteres por página. Esto garantiza armonía visual y coherencia editorial,  además de excelente legibilidad y fluidez. La habilidad para obtener esta cifra reside en la elección de la fuente, del cuerpo y del interlineado.

La caja tipográfica y su importancia en la composición de publicaciones

La caja tipográfica en el chibalete

Caja tipográfica también hace referencia a un elemento utilizado en la composición tipográfica manual: era la bandeja donde se disponían los cajetines con los diferentes signos tipográficos que componen una familia.

Según su ubicación en el chibalete o burro (mueble de madera), recibían el nombre de caja alta —las letras mayúsculas— o caja baja —las letras minúsculas—. Otros cajetines estaban conformados por los números, los signos comerciales y los signos de puntuación.

En la página web Open Educational Resources for Typography se menciona que en las fuentes digitales la caja tipográfica está compuesta por un set de caracteres.

Cajetines de la caja tipográfica de un chibalete en la imprenta Olimpia, de Ceuta.

Para acabar, una definición musical de este elemento tipográfico de la mano de Robert Bringhurst, hallada en Los elementos del estilo tipográfico (FCE, 2014):

«La página es un pedazo de papel. También es una proporción visible y tangible, que resuena casi en silencio, como si fuera el bajo continuo del libro. Sobre este sonido descansa la caja tipográfica, que debe responder a la página”.

(*) El teorema de Fossett establece que la longitud de línea visible está entre 45 y 60 caracteres.


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