Uno de los servicios que ofrecemos desde la consultoría es la maquetación profesional de libros impresos, documentos y publicaciones varias.
La maquetación profesional no se limita a colocar el texto y objetos. Esta requiere de una pericia específica que mezcla conceptos del diseño gráfico, el diseño editorial y la edición, además del sentido común.
La maquetación profesional de libros en papel consiste en maquetar, componer, diagramar, los elementos textuales y gráficos que componen el contenido de la publicación.
Para poder maquetar, componer o diagramar debe existir un diseño previo donde realizar esta labor. Es decir, por un lado encontramos el diseño de la maqueta o máster y, por otro, la composición de esta.
Qué hace el diseñador y qué el maquetador
Es habitual que el diseñador y el maquetador sean la misma persona. O sea, que ambas tareas sean desarrolladas por un solo profesional.
En editoriales, empresas o instituciones de envergadura las funciones suelen estar divididas en dos departamentos. Lo mismo sucede cuando una editorial encarga el diseño de la publicación a un estudio de diseño externo y la maquetación de los contenidos se realiza dentro de la editorial.
La estética que tendrá que el libro, la definición de la tipografía que se utilizará, de los niveles de jerarquía de la información, incluidos los estilos de párrafos, corresponden al ámbito del diseñador, no del maquetador. A este le corresponde la aplicación de las directrices del diseño y la ejecución de la maqueta propuesta por el diseñador.
La tarea del maquetador es componer el contenido sobre las páginas de acuerdo a lo estipulado por el diseño. Y hacer que esa composición posea lógica y armonía editorial.
Contratar el diseño de forma externa suele aplicarse a una colección o a revistas y periódicos más que al diseño de un libro de ficción.
En estos casos, lo habitual es ofrecer el diseño editorial junto a la maquetación profesional. Esta mixtura de servicios se da cuando un autor publica por su cuenta y contrata los servicios editoriales por su cuenta.
Lo que notamos y lo que no se ve
Hay personas que consideran que saber utilizar InDesign los habilita para realizar una maquetación profesional. Pues no. InDesign es solo una herramienta.
La herramienta más importante es el conocimiento en la creación, el diseño y la producción de publicaciones. Y eso se obtiene no solo estudiando sino también ejercitando, ensayando, experimentando y errando unas cuantas veces.
Con esta base de conocimiento también se realizan maquetaciones en Word, sin que un lector evidencie en qué programa se ha realizado la composición del libro.
Porque esta es una de las claves de una maquetación profesional: debe ser imperceptible y ofrecer legibilidad al contenido y fluidez al texto para que la experiencia lectora sea placentera y no se distraiga.
Por el contrario, una maquetación no profesional se evidencia rápidamente de una u otra forma. Para quienes trabajamos en la edición de libros, tras observar una publicación, resulta fácil identificar por qué está mal maquetada.
Por su parte, el lector no avezado en estas artes también nota “algo raro” o “molesto”. Se da cuenta que hay algo dificulta la la lectura. Aunque no sepa cuál es el elemento o el factor que le estorba el lector reconoce que algo no habitual sucede en esas páginas.
Cómo hacer una maquetación profesional imperceptible
A continuación cito solo unos principios básicos del diseño editorial que deben considerarse para una maquetación profesional.
Valen tanto para una novela, que es una obra más sencilla de componer que una revista, como para una publicación compleja (con texto más imágenes, cuadros, gráficos, etc.), como un periódico o una tesis.
1. Doble página
Es necesario pensar el diseño de las páginas con visión de doble página.
Esto es, que deben considerarse las dos páginas, la izquierda al lado de la derecha, sobre todo para establecer los márgenes y ubicar el folio explicativo y la numeración de página.
Pensar en doble página evitará problemas de espacio para la encuadernación y además otorga unidad visual a la publicación.
2. Retículas y márgenes
Existen varios sistemas por los cuales se establece una retícula para un libro. Este trabajo consiste en definir en tamaño de los márgenes y el espacio resultante para la caja de texto.
Algunos de estos sistemas para establecer la retícula son el diagrama de Villard de Honnecourt, el esquema de Paul Renner, el esquema de Raúl Rosaviro, la divina proporción o sección áurea, etc.
Una alternativa sencilla es utilizar una retícula con proporciones consistentes de formato y caja de texto.
Esto es: crear el espacio de la caja de texto en el centro de la página. Y mover ligeramente esta caja hacia arriba y hacia afuera en ambos folios.
De esta forma, el margen exterior es más pequeño que el interior (encuadernación) y el margen inferior posee más espacio para ubicar el número de página.
3. Cuadrícula o rejilla base
En InDesign se distinguen dos cuadrículas, una base y otra del documento. Es fundamental utilizar la cuadrícula o rejilla base para que las páginas encajen visualmente de manera armoniosa. Y, sobre todo, para que no queden las líneas de una página desniveladas respecto a la otra.
La cuadrícula simula los reglones de un cuaderno y sobre cada línea se asientan los tipos. Todas las páginas de un libro deben tener la misma cantidad de renglones y estar situados a la misma altura. Es decir, deben tener la misma caja tipográfica.
En Word no existe una función como la de InDesign, por lo que la rejilla base dependerá de la maestría del maquetador.
4. Última línea base
Todas las páginas deben “cerrar” en la última línea base de la cuadrícula.
No es propio de una maquetación profesional que algunas páginas terminen una o dos líneas por encima de esta línea base; independientemente de si se maqueta en Word o en InDesign.
Esto significa que todas las páginas tendrán la misma cantidad de renglones o líneas. Y todos deben utilizarse a menos que se trate del final de un capítulo.
Este es uno de los principios que se saltan algunas personas que ofrecen maquetación profesional (por ejemplo, para CreateSpace o KDP). En octubre he arreglado tres maquetaciones y en dos de ellas el respeto por la línea base estaba ausente.
5. Viudas y huérfanas
Dos fenómenos tipográficos inaceptables para mí en una maquetación profesional. Tanto InDesign como Word permiten evitar la aparición de viudas y huérfanas, por lo que no hay excusas.
Las viudas y huérfanas harán que no todas las páginas cierren perfectamente en la última línea base. Aquí es donde la pericia del maquetador se demuestra al solventar el problema.
Y podrá hacerlo, entre otros recursos, gracias a la separación de palabras, la gestión del tracking de los párrafos o el uso de la justificación vertical de la caja de texto.
Tanto si autopublicas como si ofreces el servicio de maquetación de libros deberías aplicar estos principios y conceptos básicos del diseño editorial.
Hola, Mariana. Como de costumbre en tu blog, resulta muy clara tu explicación de los principios básicos de la maquetación profesional de libros impresos. A mi parecer, InDesign constituye el programa ideal para ello, aunque te doy toda la razón en que la herramienta más importante es el conocimiento. Lograr un efecto profesional en Word es un trabajo de hormiguita, que toma mucho tiempo y puede volverse ineficiente.
En cuanto a la estética visual, los libros electrónicos de texto fluido aún están en pañales. Me parece el colmo que el Kindle aún no tenga soporte para líneas huérfanas y viudas (lo cual existe en el formato EPUB desde hace años) o un método automático de separación de sílabas.
Gracias por estas entradas tan útiles. Recibe un abrazo.
Hola, Valentina.
Sobre las viudas y huérfanas, creo estamos acostumbrados a leer con su ausencia y por ello nos molesta cuando las encontramos en libros impresos, pero no sé si al lector digital le estorba encontrárselas. Es lo que me pasa: las veo en una aplicación de lectura de Kindle y no me molestan; sin embargo, en un libro impreso me pone los pelos de punta (y hace menos de una hora encontré una huérfana en un libro de un gran grupo editorial).
Gracias por pasarte de nuevo por aquí y comentar. Un abrazo.
Felicitaciones por tu excelente pagina…me gusta mucho el contenido.
Creo que contemplas muy bien lo de los 5 detalles para poder maquetar como es debido. Añadiría los espacios entre palabras y letras.
Obligatorio no forzar las particiones, revisarlas. No abras una línea y aprietes la siguiente, busca el «dorado punto medio»
Felicidades!!
Sí, María Obdulia, la separación de palabras es necesaria cuando la maquetación del texto es justificada, porque leer textos como estos resulta imposible, por lo menos para mis ojos.
Sobre este tema he escrito en Divide y vencerás: ¡usa la separación por sílabas!
Muchas gracias por leerme y comentar. ¡Saludos!
Me sorprende lo que dices en relación al maquetado en Word, nunca lo había escuchado, menos de alguien que se considere profesional. Para la maquetación no dices nada nuevo hay muchos libros de diseño editorial en el mercado. Quizás para un novato sea de utilidad. Saludos
Tal vez nunca había oído hablar de componer publicaciones en Word porque su ámbito de trabajo es reducido o sectorial.
He visto publicaciones maquetadas en Indesign o QuarkXPress que eran, literalmente, una porquería, así que la profesionalidad no pasa por la herramienta o el software, sino por la pericia de la persona que la utiliza.
No recuerdo que en algún lado de la entrada se lea que lo que digo es nuevo… Por supuesto, esto mismo —mil veces mejor explicado y con más detalle— se encuentra en cientos de libros de diseño gráfico y editorial. Sin embargo, los visitantes de este blog tienen perfiles muy variados y muchos de ellos —por no decir, la gran mayoría— no necesariamente consumen libros o blogs de estas temáticas.
Por lo general, escribo para personas que no conocen temas relativos a la edición y la publicación —los novatos a los que se refiere—, ya que mi intención es acercar conocimientos de mi trabajo a quienes no lo conocen a fondo; para personas avezadas y veteranas en la materia existen otros ámbitos y foros.
A mí me parece de lo más atinado todo tu blog Mariana! Gracias por tomarte la molestia de enseñarnos, y por supuesto no es el programa, por más pro que sea, es la capacidad y experiencia de quien lo hace
Claro que hay algunos sabelotodo que creen que son perfectos
Gracias por tu comentario, Diana. Saludos.
Hola, Irma Alonso. Tal vez estoy asumiendo equivocadamente tu intención o prejuiciando, pero tu comentario me parece que casi raya en lo descortés. Una información escrita es para quien la necesite, si yo leo algo que ya conozco, sencillamente «paso la página» y busco en otra fuente; de seguro lo que «yo ya sé» a otra persona le será de ayuda. Yo estoy agradecida con la información que he conseguido en esta pagina y con personas como Mariana, que comparten sus conocimientos.
Muy bueno este post, Mariana. Quisiera saber si todos estos principios se aplican también a revistas y otros textos a dos columnas.
Sí, Cleo, estos principios aplican para cualquier tipo de publicación. En diferentes blogs y libros de diseño editorial podrás encontrar más información, incluso aplicada a revistas y periódicos.
Hola Mariana, gracias por la información. Tengo una duda, ¿qué es el tracking de párrafos que mencionas al final?
¡Muchas gracias!
Saludos
Hola, Margarita:
En esta entrada se explica bien qué es el tracking: Al fin puedes aprender la diferencia entre kerning y tracking.
A efectos prácticos, el tracking es el interletraje, el espacio entre las letras de un párrafo. En Indesign lo ajustas en la ventana de Carácter, donde dice tracking y está representado con AV sobre una flecha con dos puntas. En Word, esta función —aunque con sus límites— está en Fuente > Avanzado > Espacio entre caracteres > Espaciado.
Con este recursos puedes estirar o acortar los párrafos según se necesite ajustar la maquetación.
Saludos
¡Muchas gracias Mariana! Me sirvió bastante
Saludos,
Hola Mariana, eso de las viudas y las huérfanas son un verdadero dolor de cabeza, usas algún script en indesign para solucionarlas?…cualquier consejo o tips vendría muy bien!!!
En el estilo de párrafo estableces que no las quieres, y no aparece ni una viuda ni una huérfana.
Tienes que ir a editar el estilo de párrafo y en Opciones de separación (Keep Option) debes tildar Conservar líneas juntas, hacer clic en Al principio/final de párrafo y asignar 2 a cada línea. Aquí más: Viudas y Huérfanas: Qué son y cómo eliminarlas.
Luego, seguro que a alguna columna le sobra o falta un espacio para nivelarse por la base. Aquí entra la pericia del maquetador y se puede ajustar con tracking , por ejemplo.
Gracias Mariana por tu pronta respuesta!!!
El maquetar un libro extenso, y hacerlo bien, es una tarea larga, delicada y tediosa. Nada sencilla, como bien lo indicas. Es el trabajo callado de algunos que subyacen desconocidos detrás de todo buen libro.
También detrás de todo buen autor, porque sin las dedicadas personas que les hacen la corrección ortotipográfica y la de estilo (de lo que hablas en otro artículo), esos grandes escritores serían impublicables. Porque en muchas ocasiones, la creatividad suficiente para escribir una gran novela no va de la mano con los conocimientos gramaticales con la profundidad adecuada.
Esto me lleva a una pregunta que me intriga desde hace años.
En las obras cinematográficas es usual y de pago que, al final, aparezca la larga lista de créditos con los nombres de todos los que han participado, no solamente los actores de reparto sino cualquier extra, sea el conductor del taxi que no dijo nada, la camarera que llevó el café o la corredora que pasó trotando. Por supuesto que aparecen todos los técnicos, iluminadores, maquilladores, estilistas y pare usted de contar.
La pregunta es: ¿Por qué en un libro, fuera del autor, tan solo aparece el nombre de la editorial y de la imprenta? A menos que sea una traducción y se indique también el nombre de quien la realizó.
¿Por qué razón no aparecen los créditos de quién diseño la portada y de quién la realizó? ¿El nombre del diseñador gráfico, del maquetador, del corrector ortográfico y el del revisor de estilo?
Gracias.
Efectivamente, aunque el trabajo del maquetador no se vea debe estar correctamente realizado para que la lectura sea fluida. Que un libro se disfrute y pueda leerse sin inconvenientes no es un milagro: es el resultado del trabajo de profesionales que han trabajado con y para él.
La respuesta es sencilla, Alfredo: no existe imperativo legal para hacerlo, no hay tradición de incluir a los colaboradores en los créditos de un libro y no ha existido suficiente presión sectorial para que ello se realice, como sí pasa en la industria audiovisual.
Saludos.
Sí, los procesadores de texto tienen esa herramienta para evitar líneas huérfanas y viudas, cosa que a veces consiguen a costa de alterar el número de líneas y el margen inferior. Dada esa circunstancia, ¿no sería más práctico forzar la eliminación de esas líneas añadiendo o suprimiendo sobre la marcha alguna otra línea previa?
No sé a qué te refieres con alterar el número de líneas (siempre es la misma cantidad en una página) y el margen inferior para que cuadren las viudas y huérfanas; estas no deben existir pero sin modificar los márgenes…
Lo que planteas de agregar o suprimir líneas suele hacerse cuando el maquetador no encuentra un modo adecuado de cerrar las páginas y que los textos queden bien, como último recurso. Y esto siempre se hace si el autor quiere (hay autores que no quieren que les toque ni una coma…).
Me refiero a que al menos a veces, una página de un texto redactado a Word no tiene igual número de líneas que otra del mismo documento, y que el además el texto «se come» parte del margen inferior después de haber aplicado preventivamente la eliminación automática de líneas huérfanas y viudas, con el evidente fiasco que eso supone. Por eso preguntaba si quizás pudiera ser más práctico (aunque también más tedioso) eliminarlas sobre la marcha forzando un poco el texto en vez de subsanar luego esas jugarretas del procesador.
Y sí, en efecto, hay gente que no quieren que le toquen ni una sola coma, supongo que les parece casi una profanación….
El texto se puede trabajar utilizando el espacio entre letras, lo que se conoce como tracking, dentro de unos valores normales. Es lo que más utilizo en Word y en Indesign para que todas las páginas mantengan siempre la misma cantidad de líneas.
El texto se puede trabajar utilizando el espacio entre letras, lo que se conoce como tracking, dentro de unos valores normales. Es lo que más utilizo en Word y en Indesign para que todas las páginas mantengan siempre la misma cantidad de líneas.
Hola Mariana, unas preguntas:
Cuando en la primera hoja del capítulo no podemos arreglar la última línea de la hoja (la huérfana) porque tengo que meterle un tracking de al menos de 50, ¿subo o bajo la primera línea del capítulo?
Crestespace nos da unas medidas para calcular el ancho del lomo en base a las páginas, en este caso serían 322 x 0,0635 mm = 20,447 mm, ¿cómo calculo el ancho total del lomo exactamente con la cubierta? Es que me piden las medidas desde la imprenta para redimensionar el diseño de la cubierta.
¿El gramage que utiliza Createspace es de 90 gr para el interior y 300 gr para la cubierta? Comprando libros impresos en España y en Createspace me ha dado esa sensación pero el tacto del papel es diferente por eso no lo sé bien.
Muchas gracias
Hola, Romeo:
1. Depende de lo que quede mejor. Incluso se le puede pedir al autor y/o editor que saque o agregue alguna palabra a una frase.
2. Ancho de la contracubierta + ancho de lomo + ancho de cubierta.
3. El papel interior es de 80 gr y el de la cubierta (creo) es 250 gr.
Saludos,
Hola, Mariana, felicidades por el blog y mil gracias por tus impresionantes tutoriales. Tengo una duda respecto a las líneas base. Como la mayoría soy enemigo de las viudas y huérfanas, pero en mis maquetaciones de libros impresos intento respetar las líneas base y esto significa muchas veces tener que mantener alguna huérfana. Para mí es visualmente mejor que una viuda. Si eliminamos las huérfanas, ¿qué pasa con ese vacío en la parte inferior? ¿No crees que afea bastante la composición de la página? (y no me estoy refiriendo al final de un capítulo). En muchas ediciones de editoriales importantes (sobre todo en libros de ficción) los sellos como Ediciones B eliminan las viudas y mantienen las huérfanas cuando no hay más remedio, y he de decir que como lector no me desagrada tanto. Supongo que se deben dar cuenta de que es un mal menor que no distorsiona totalmente el diseño.
A veces echo mano del tracking y me da muchas soluciones, pero no siempre es posible, porque entonces el interletraje del texto queda feo en algunos párrafos. ¿Qué piensas de todo esto?
Un saludo,
Hola, David:
A mí me dan repelús ambas, las huérfanas y las viudas; el efecto al ver alguna de ellas es similar a un pinchazo en la yema del dedo con una aguja. 😀
El primer recurso es probar con el tracking que, por lo general lo uso +20/-20; en la mayoría de fuentes serif +20/-20 «aguanta» bien sin que el texto se vea demasiado apretado o suelto. Y si un párrafo se ve apretadico o muy libre respecto al párrafo anterior y/o al posterior en aplicar +10/-10 en esos párrafos para que el cambio no se note o no sea ta abrupto.
Vacíos, como el que planteas con la huérfana, no dejo y prefiero pedir una solución al editor (si el editor quiere dejar el vacío ya no puedo hacer nada). El editor siempre puede modificar el texto y, por lo general, con agregar algunas palabras a un párrafo es suficiente para ganar una línea y evitar el vacío. Lo mismo a la inversa: pedir que se elimine alguna palabra o modifique un párrafo para acortarlo. Hay veces que un cambio tan simple como trocar todavía por aún hace que un párrafo ocupe una línea menos.
Saludos.
Hola Mariana, muchas gracias por la información. Quisiera preguntarte, por favor, sobre el tema del inicio de los capítulos. Sé que es casi una regla comenzarlos en página impar, pero mi texto es más didáctico y divulgativo. Inicialmente he tomado como base los libros de educación media y preuniversitarios de Santillana, cuyas unidades comienzan en página par y terminan en impar, de modo que no se crucen dos temas en un mismo pliego. Quisiera saber si hay una norma rígida al respecto o variaciones dependiendo del tipo de texto. Muchas gracias.
Hola, Edson. En los libros de textos, enciclopedias y otros libros complejos (donde intervienen elementos gráficos además de textos) los capítulos suelen comenzar en página par. Esto se debe a que se considera como área de trabajo —caja tipográfica— la doble página. Has hecho muy bien en ver otros libros (yo siempre lo aconsejo) y ver esa característica. Saludos y éxitos con el libro.
¡Muchas gracias Mariana! Saludos desde Bolivia
hola Mariana, me alegro de haber tropezado con tu pagina porque lo que cuentas es de pura logica y algunos de esos principios ya se me habían ocurrido, pero no tenía ni idea de que tuvieran nombre y fueran herramienta de una profesión. Acabo de terminar un diccionario etimologico consistente en una introducción y 19 temas, que he escrito en 20 libritos que contienen entre 50 y 300 páginas cada uno, totalizando unas 2500 páginas y unos 300 gráficos o imagenes. Lo he «maquetado» en Word, pero leyendo lo anterior me temo que aunque el contenido es pura novedad, la morfologia sea un churro.
¿Me puedes recomendar algo?
Javier desde Bilbao
Recomendaciones seguro que podría hacer, sobre todo al ver los archivos. A modo general, te diría que investigues por Internet sobre composición y maquetación y que pienses en la finalidad de los libros: si quieres venderlos lo ideal sería darle una maquetación profesional. Saludos.
Muchas gracias por los aportes, son de una gran calidad académica, pero por encima de todo son explicaciones muy didácticas y eso no siempre es habitual.
He estado consultando otros artículos sobre los cánones de composición —proporción áurea, Van Der Graaf…— y tengo un poco de confusión en la terminología.
¿Los cánones de composición son la base sobre la que se diseñan las retículas? Entendiendo las retículas como de manuscrito, en columnas o modulares. ¿O se pueden considerar retículas?
Gracias
Hola, Bea:
La terminología nos marea a todos, sobre todo cuando los autores difieren en cómo llamar a «algo».
Como yo lo entiendo, los cánones de composición son teorías que sirven para crear retículas. Un canon es una regla o precepto sobre algo; en este caso, sobre la composición o maquetación de libros; con esas reglas se conforman retículas. Se me ocurre hacer una comparación con una teoría arquitectónica y los planos de una casa.
Espero haberte ayudado y no liado más. 🙂
Saludos Mariana.
He conseguido el esquema gráfico donde pones los pasos para una buena maquinación, pero hay un error donde señalas las huérfanas y viudas. Eso que tienes marcado ahí no es una viuda ni una huérfana porque es una línea de texto casi completa. Saludos
Hola, Daniel. No entiendo muy bien lo que dices, porque una línea sola, tenga la extensión que tenga, es viuda o huérfanas a menos que el párrafo sea solo de una línea. Y no es el caso del ejemplo…
Muy interesante artículo. Las líneas huérfanas no son tan graves como las viudas, las editoriales grandes suelen tolerarlas aunque a mí no me gustan. Me parece más feo la particion de palabras al final de párrafo o de columna. Indicar que si la columna ronda los 75-80 caracteres es buena idea comprobar cómo queda no partir palabras,tengo libros en casa con esa configuración y se leen de maravilla. Por último tener siempre una impresora a mano, no se en que piensa la gente que trabaja en libros impresos y cierra los artes finales solo con mirarlo en pantalla. Engañan muchísimo. Un saludo
Efectivamente, hay editoriales que permiten huérfanas en sus libros. Yo prefiero que no haya ni huérfanas ni viudas. Cuantos más caracteres tenga una línea con alineación justificada menos partición de palabras necesita; a veces, con reducir la cantidad de guiones/separaciones es suficiente (no recuerdo haber visto un texto bien compuesto, justificado, sin separación de palabras [o será que soy muy tocanarices con este tema :lol:]). Más de 80 caracteres por línea empieza a resultarme una línea excesivamente larga para leer.
Muchas gracias, Fernando, por visitar mi blog y comentar.
Esta colección de biografías se lee perfecto y no tiene corte de palabras. Es un caso raro pero existen.
Un saludo y ánimo con tu blog.
https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-737200322-libro-pablo-picasso-grandes-biografias-_JM
Hola Mariana, gracias por contestar mi anterior comentario…pero aún tengo dudas, como por ejemplo cómo aplicar correctamente el tracking,¿debe hacerse desde la opción de estilo de párrafo, y así se aplicaría a todos los párrafos en los que se aplicaría el estilo, o debe hacerse entre palabras o líneas concretas y puntualmente? Finalmente, ¿pueden utilizarse los dos a la vez, o ello no es conveniente?
Por otra parte, parece que las líneas huérfanas estan totalmente permitidas en los manuales (supongo que en novelas y ensayos no). En la 2.ª edición corregida de la editorial Trea de la obra «Ortografía y ortotipografía del español actual», de José Martínez de Sousa, está repleta de huérfanas, como por ejemplo en las páginas 326, 327, 330, 334, 382, 456…(hay muchas más).
Mi pregunta es: ¿es totalmente correcta esta práctica en libros tipo manual a dos columnas?
Hola, Jaume:
El tracking lo uso por línea: selecciono una línea de un párrafo que estimo puedo alargar o acortar (según necesite) y aplico -5/+5 (si no alcanza uso a -10/+10 y hasta +/-15 o +/-20 según la fuente del texto). No aplico tracking al estilo porque así se cambiarían todos los párrafos que tienen ese estilo aplicado y lo que quiero solo es una modificación específica.
(No tengo el libro que comentas a mano para verlo porque estoy hace días fuera de la oficina, sí tengo Manual de edición y autoedición, porque me lo traje conmigo, y a simple vista no le veo huérfanas).
Cada editorial tiene su manual de estilo y habrá algunas que permiten las huérfanas y otras que no; algunas que no lo hagan en un libro con retícula de una columnas pero sí con dos. Que yo sepa, no hay ley que condene tal cosa, 😆 más que el gusto de los tipógrafos y diseñadores. Antes tenía su lógica que quedaran huérfanas porque cuando se componía con tipos era un tremendo problema llegar al final de la página y ver que solo quedaba espacio para una línea, pero ahora, con las facilidades digitales, no le encuentro mucho sentido.
Otro profesional que deja huérfanas, incluso en la traducción del libro al castellano (en inglés son más permisivos en este aspecto) es un tipógrafo tan puntilloso como Robert Bringhurst en
Los elementos del estilo tipográfico.
Yo sigo defendiendo la eliminación de unas y otras, de viudas y huérfanas. Me resulta más armónico a la vista, más bonito.
Hola Mariana, gracias por compartir tu conocimiento. Quizá puedas hacer un artículo sobre el todo el proceso editorial de una revista, desde la conceptualización hasta la impresión final.
Gracias por la sugerencia, la apunto para más adelante. De todas formas, en un artículo solo podría dar pinceladas superfluas, ya que una revista es más compleja de producir que los libros, por la periodicidad y la dependencia de la publicidad.
Hola.
¿La maquetación se puede ver afectada si el margen es igual en los cuatro lados? Estoy intentando maquetar en Word.
Un colega que hace libros de autor en Word, me dijo esto:
«dobla 4 hojas carta y tendrás 16 páginas media carta, entonces para imprimir sólo acomodas en tu archivo word simple y común las páginas que necesites y ya!!
jajajja sí, así de vacuo…
16, 1, 2, 15, 14, 3, 4, 13, 12, 5, 6, 11, 10, 7, 8, 9,
ése es el patrón, de ahí sólo replícalo con el número de páginas que tenga tu libro ¡y listo!
puedes enumerar una plantilla para evitarte los cálculos si gustas jeje es más difícil porque implica trabajo manual, pero como te acomode más».
Pero no le entendí nada.
Gracias de antemano.
Toda maquetación se ve afectada por los márgenes debido a que estos contienen a la caja tipográfica (más información aquí).
El patrón que mencionas no sé para qué lo necesitas porque eso lo hace la imprenta y se llama imposición . En este enlace está bien explicado. A menos que quieras hacer un cuadernillo de modo artesanal, y pequeño, necesitarás papel y e imprenta adecuados para hacerlo.
Querida Mariana
Gracias por tu iniciativa de enseñar a maquetar. Escribo cuentos y novelas y quiero aprender a maquetas mis textos. Muchas gracias.
Personas como tú son muy valiosas.
Con admiración y cariñoç
Pablo
Hola Mariana,
quería escribirte para agradecer este artículo y muchos otros de tu blog.
He terminado de maquetar mi primer libro de relatos, aprendiendo de manera autodidacta gracias a blogs como el tuyo. Ha sido muy enriquecedor y entretenido; incluso, me ha servido para revisar el texto y resolver problemas de víudas y huérfanas, o de separación de sílabas, no solo con el tracking, también sustituyendo una palabra o reescribiendo una frase cuando era necesario, con lo que el libro también ha ganado en la claridad de la redacción.
En fin, te agradezco que compartas tanta información y espero que te vaya muy muy bien.
¡Saludos!
Me alegro que las entradas de este blog hayan sido útiles para editar tu libro. Saludos.
Gracias por todos los aportes y consejos. Tengo una duda de tipo editorial: ¿Técnicamente qué es un manual? ¿Qué consideraciones editoriales debe tener? ¿Hay algunas normas para el diseño de estos manuales?
Hola, Juan. Un manual da instrucciones de uso o una metodología para lograr algo; es un libro práctico que enseña cómo funciona algo o los pasos que hay que dar para alcanzar un objetivo. Las otras dos preguntas no pueden responderse cabalmente en un comentario porque requieren de contextualización y evaluación de diversos factores, pero lo que debes tener en cuenta siempre es quién y en qué condiciones usará ese manual (no es lo mismo un manual de instrucciones de un calefactor para el gasista que uno para niños y para usar en un aula). Saludos.
mariana, un saludo. Felicitaciones por tan excelente blog. Se aprende mucho.
Tengo una duda. Respecto a un libro de 17×24 centímetros, fuente Garamond 11,5, ¿Cuántas líneas o renglones por página recomiendas? ¿Yo lo estoy haciendo a 36 líneas, pero me gustaría incluir las 37, pero no he visto muchos libros con tantas líneas, lo máximo que he contado por ahí en los libros que tengo son 35.
Una mancha más al tigre no le hará nada, José. 😉 Y si queda con interlineado justito puedes ganar unos milímetros a los márgenes. Saludos.
¿Pero no hay una regla que indique cuántas líneas deben ser? Sé que en el mundo editorial hay cosas que no se pueden dejar pasar (como las viudas y las huérfanas), ¿en el caso de las líneas o renglones por página hay más flexibilidad?
Y de nuevo gracias por tus respuestas. Desde hoy este será mi blog de cabecera.
No, no existe tal regla. Y lo de no dejar pasar una huérfana depende a quien le preguntes (un reconocido teórico como es Bringhurst no sólo las acepta, sino que además las usa). Como el diseño editorial no ser una ciencia exacta hay tradiciones o normas consuetudinarias que se aplican según el contenido de la obra, el tipo de libro que es y el uso que este tendrá; además de estilos o corrientes del diseño que abogan por una estética o por otra, con más o menos flexibilidad. Por eso, una línea más o una menos no hará diferencia.
Una sugerencia es fiarse por el sentido común, pero como este es el menos común de los sentidos me da cierto temor hacer tal recomendación. 😀
He encontrado tu blog por casualidad y me ha parecido excelente, enhorabuena. Una pregunta concreta que no he visto respondida por ahí, cuando maquetamos a dos columnas y llegamos al final del capítulo, ¿es mejor que la primera columna llegue hasta la línea base y la segunda columna quede más corta, o bien que las dos columnas terminen a la misma altura sin llegar a la línea base?
Un saludo!
Hola, Santiago:
Como casi todo en diseño editorial, no hay una manera mejor, sino la más adecuada para el tipo de libro.
Yo siempre suelo nivelar el alto de las columnas cuando se tratan de libros técnicos, científicos, etc. y si las columnas son dos. En una revista, y si el diseño lo permite, también es habitual encontrar las columnas con diferente largo; incluso en aquellos libros en los que las columnas son tres o más, como los recetarios.
Saludos.