Cuando un autor me pregunta cómo encontrar lectores para su libro le doy una respuesta que, en un primer momento, lo deja descolocado: haciendo marketing editorial.

No hay otro modo de ganar lectores. Te guste o no, mires por donde lo mires, tendrás que recurrir al marketing para ser leído.

Y si no eres leído no serás comprado; es decir, tus libros no se venderán. Por tanto, mejor hacerte amigo del marketing y aprenderlo que enfurruñarte con él.

Afirmo que gracias al marketing editorial se consiguen lectores porque cualquier acción que hagas para vender tu libro es marketing.

Y porque nadie golpeará la puerta de tu casa para que le des lo que escribes y evaluar si le gusta como para continuar leyéndote. Vamos, que ni en las películas ni en la más desopilante de las series pasan estas cosas.

El único modo de obtener lectores es dar a conocer tu libro y para ello se necesitan estrategias de marketing editorial.

Posicionar un libro no es encontrar las categorías y palabras clave adecuadas para él; al menos no solo eso. Esto es solo la cima de la punta del iceberg.

Es más, ni siquiera es necesario un libro: lo que necesitas es dar a conocer tu escritura y hacerlo bastante antes que cualquier libro que escribas.

De paso, esta entrada me viene de perlas para explicar por qué no ofrecemos acciones de marketing entre nuestros servicios.

El libro como producto

A muchas personas equiparar el libro a un producto les da una urticaria tremenda. Así y todo, el libro es un producto, como una canción, una película, una camisa o un yogurt.

¿Que el libro es un producto cultural? Sí. ¿Que es un producto educativo? También. ¿Qué tiene una función social? Sin duda. Pero por tener estas características no deja de ser un producto ¡y no pasa nada!

Si alguien te tilda de superfluo, poco elegante o escaso de moralidad cultural dile que vaya a la esquina a ver si llueve…

Al contrario, si quieres vivir de la literatura, ser leído y vender debes concebir el libro también como un producto.

Y esta concepción te ayudará mucho a la hora de programar tareas de marketing y, sobre todo, de publicidad.

Como bien señala Gabriella Campbell en el prólogo de Cómo monetizar tu blog de escritor, de Ana González Duque, «arte y mercadeo no son agua y aceite».

«Cuando aceptas que los libros, por muy buenos que sean, no se venden solos (…), descubres que vender y promocionar pueden ser procesos muy creativos«, afirma Gabriella.

Y si algo saben los escritores es de creatividad; por tanto, solo hay que aplicarla para vender ese bello producto que llamamos libro.

Diseña una estrategia de marketing editorial

Hay tantas y diferentes maneras de hacer marketing que no se podrían enumerar todas. Y esto es así porque cada libro es un mundo.

Si bien hay acciones básicas de marketing editorial que funcionan para varios títulos, existen otras muy propias de cada publicación.

Y vale todo lo que hacemos online como offline, no me refiero solo a marketing digital.

Hay muchas acciones que ya son estándares y que todos usamos; como, por ejemplo, el email marketing, el posicionamiento web y la presencia en redes sociales.

Sin embargo, hay muchas otras formas de promoción que deben ajustarse al libro publicado y al estilo del autor.

Es decir, no todas las acciones sirven para todos los libros.

De ahí la importancia de desarrollar una estrategia de marketing editorial adaptada al libro.

Y, si eres un escritor prolífico, o aspiras a serlo, conviene que lo hagas poniendo el foco en tu carrera de escritor.

El marketing no reside en las herramientas que usamos, ni en la cantidad de las que echamos mano. La clave del marketing editorial está en cómo se hace.

De nada sirve tener siete redes sociales si al final solo usamos dos; del mismo modo que no sirve compartir solo enlaces de ventas de libros propios y ajenos a todas horas.

Elaborar una estrategia de marketing no es tarea sencilla, pero con paciencia y tiempo puede hacerla uno mismo.

Puedes empezar por algo que parece simple pero no lo es: un DAFO para autoevaluarte.

Mejor si puedes contratar a un profesional para que te ayude a planificarla y desarrollarla a medida. Un mentor, que te guíe y te ayude, es de un valor enorme.

Desde mi punto de vista nadie mejor que el propio escritor para hacer marketing de sus libros y de su trabajo.

Y algunos de los motivos de esa afirmación radica en lo que detallo a continuación.

El marketing no tiene fin

El marketing editorial es una carrera de fondo, de las largas y con obstáculos.

Si quieres ser leído y reconocido como escritor debes hacer marketing de manera continuada. Y ni hablar si deseas que la escritura sea tu medio de vida.

Y, además de hacerlo durante mucho tiempo (entiéndase años), debes hacerlo variado.

A diferencia de los servicios editoriales, que tienen una fecha de inicio y otra de finalización, el marketing no caduca.

Una corrección se inicia y al cabo de dos semanas se termina; lo mismo sucede con la maquetación de un libro y el diseño de cubierta, entre otras tareas.

En cambio, cuando comienzas a hacer marketing este no se acaba si quieres seguir en la palestra. Por algo muy sencillo: sin marketing editorial el autor y sus libros caen en el olvido.

El marketing debe sonar bien

El marketing editorial es como la música. Imagina una canción compuesta por una sola nota, piensa en dos minutos de re re re re re re re… ¡Vaya tostón! ¿Es música? Sí, pero acabaremos hartos pasados unos segundos.

Una canción se aprecia y nos gusta por la variedad de notas y de silencios; por cómo se combinan estos, por la ejecución y la voz.

Con el marketing editorial sucede lo mismo. Si solo aplicas una acción de un mismo modo en todos lados acabarás cansando.

El marketing editorial que hagas debe ser variado; algunas veces puede que más frontal, pero mayormente ha de ser sutil y siempre basado en el permiso.

Echa mano de la creatividad para idear acciones de promoción que atraigan y que no espanten. No caigas en el malketing.

El marketing editorial cuesta, igual o más que la fama

Servicios editoriales profesionales: más servicios es igual a más dineroSí, el marketing es caro. Y más si consideras el período en el que debe desarrollarse y en la variedad de acciones.

Si pretendes contratar profesionales para que hagan por ti todas o la mayoría de las acciones de marketing debes estar dispuesto a gastar mucha pasta; tanta que no será compensada con la venta de ejemplares.

Y, por experiencia, afirmo que prácticamente nadie está dispuesto a pagar lo que vale esta tarea.

Redactar entradas con contenido de valor para un blog, administrar dos o tres redes sociales y configurar publicidad no se pagan con doscientos euros al mes.

Solo el tiempo dedicado a las redes sociales implica unas veinte horas a la semana; esto si consideramos una hora por día hábil, y sé que no alcanza para hacerlo bien.

También a diferencia de los servicios editoriales, el marketing es difícil de cuantificar a priori. El presupuesto por una maquetación o un diseño de cubierta es el que es y no varía.

A menos que sea un proyecto muy grande y así se estipule, al diseño y la composición de un libro se le fija una tarifa que, finalmente, es la que se paga. Esto no sucede con el marketing.

El desembolso de dinero está condicionado por las promociones y por el tiempo en el que se hagan; por las plataformas en las que se ejecute y por los vaivenes del mercado, entre otras muchas variables.

Desentrañar las métricas es peliagudo

Y vaya que lo es… Entender las métricas de cada uno de los programas o sistemas que se emplean para llevar a cabo las acciones de marketing es complicado tirando a difícil.

Identificar públicos y períodos de tiempos adecuados; reconocer qué anuncio está funcionando y por qué, más todavía. Más un extenso etcétera en el que no me explayaré ahora.

Si un profesional, además de hacer su trabajo, tiene que explicar al cliente cómo debe leer los informes de marketing esto es formación; una tarea diferente a la que se contrató y, por tanto, es un dinero extra a convenir.

Justificar cada acción, movimiento, inversión, o el porqué, el cuándo y el cómo de lo que se hace, implica un tiempo que no se suele valorar ni tarifar; sin embargo, requiere de conocimiento y dedicación.

Por esto, desde mi perspectiva, la mejor inversión de un autor es formarse y aprender sobre marketing. Después de invertir en su escritura, claro está.

Aprender marketing: una inversión necesaria, continua y redituable

Por lo expresado en los puntos anteriores, la mejor alternativa, para mí, es que el autor invierta en formarse en marketing.

Con webinarios, libros, cursos, entradas de blogs, clases magistrales o lo que le plazca, pero que se instruya.

A la corta, al autor siempre le sale a cuenta saber ejecutar promociones y distintas acciones. Porque la inversión es en tiempo, en dinero y en efectividad.

Y lo antedicho lo sostengo como válido para cualquier profesional que ofrezca servicios o productos.

A cualquier persona que necesite promocionar su trabajo le será rentable aprender de marketing y hacerlo por su cuenta.

Un dicho popular versa «consejos vendo y para mí no tengo»; yo hago mea culpa y confieso que hay varias acciones de marketing que no hago. Sea porque me cansaron o porque no me gustan, paso de ellas.

Pero no te fijes en mí y aplica lo que dice este otro refrán: «Haz lo que yo digo y no lo que yo hago» 😆 .

Plataformas de cursos de marketing para autores

Si quieres dedicarte a escribir debes invertir, como en cualquier negocio; caso contrario, tu escritura se quedará en un hobby y publicar un libro será —si llega— una acción aislada.

Por eso, además de en otras disciplinas, también tienes que invertir en aprender sobre marketing.

Si a alguien debes leer y escuchar sobre marketing editorial es a mi querida Ana González Duque, de quien he aprendido y sigo haciéndolo semana tras semana.

Su página Marketing online para escritores (MOLPE) es la referencia si hablamos del binomio escritor-marketing.

No puedes perderte las instructivas entradas de su blog ni los fructíferos podcasts de El escritor emprendedor.

Una de las patas de MOLPE es su plataforma de cursos para escritores.

Plataforma de cursos Marketing online para escritores (MOLPE)

Es la manera más económica, sencilla y ágil para aprender sobre marketing. Y la recomiendo porque la he probado, buceado en sus cursos y hasta hice uno para ella.

Con una cuota muy económica obtienes acceso a cursos sobre cómo crear un blog, analítica web y publicidad online.

También sobre SEO, marketing de contenidos y con influencers y gestión de redes, entre otros.

Y lo mejor de todo es que con la suscripción también accedes a otros cursos que no son estrictamente de marketing, pero sí todos relacionados con el trabajo del escritor.

Haz clic en este enlace y mira todos los cursos disponibles en la actualidad.

Y como para saber hacia dónde se va hay que conocer el destino, nada mejor que una sesión estratégica con Ana para, antes que nada, fijar tus objetivos como escritor.

Cursos de marketing para autores

En la plataforma Domestika hay varios cursos sobre marketing.

Están más centrados en la creatividad en general y en recursos y herramientas específicos, pero no por ello dejan de ser útiles.

Si eres un autor que además ilustra sus obras, o que trabajas en el mundo de la edición y del diseño, te resultarán provechosos.

El de marketing de contenidos para redes y el de email marketing con Mailchimp son ideales si tienes un blog.

Google Ads y Facebook Ads desde cero es ideal para cuando no sabes de SEM y te lías con los anuncios (como yo).

Las siguientes formaciones no las hice ni las he probado. Así y todo, como tengo referencias positivas de ellas incluyo las coordenadas:

Libros sobre marketing

Libros sobre marketing hay a punta pala. Sin embargo, son pocos los que están enfocados en los autores o que sean específicamente sobre marketing editorial.

A continuación incluyo una lista —incompleta e injusta, como todas las listas— de algunos títulos publicados en la última década.

Te invito a que me cuentes en los comentarios qué libros has leído y crees que pueden engrosar esta lista.

En inglés:

Reparto de porcentajes en la edición de un libro impreso

Entonces ¿vale la pena contratar servicios de marketing?

La realidad es que son contados los escritores que pueden delegar todas las acciones de marketing en un profesional. O bien es la editorial que publica sus libros quien se encarga de ello (editorial tradicional, claro está).

Y depende de qué editorial hablemos, porque no es lo mismo un gran grupo que una independiente; como tampoco tienen las mismas posibilidades una editorial de España que una de América Latina.

También es cierto que hablar de marketing para y desde las editoriales difiere que hacerlo desde el autor.

Una editorial es una empresa circunscrita a un mercado y a una cadena de suministro que a veces limitan su capacidad de acción.

El enfoque del marketing editorial en el entorno de la industria del libro tradicional actual queda pendiente para otro artículo.

En tanto, si este tema te interesa, puedes adentrarte en él con el libro Marketing editorial, de Daniel Gómez-Tarragona.

Que un autor se instruya en asuntos de marketing no lo exime de contratar servicios.

Hay veces que necesitamos de colaboradores para tareas concretas o ayuda en determinados temas.

Hay profesionales que gestionan el perfil de las redes sociales de un escritor; otros que se especializan en campañas de publicidad para libros.

Saber configurar campañas de publicidad, y hacerlo bien para no despilfarrar dinero, no es moco de pavo. Tampoco presentar resultados de las campañas de manera gráfica e inteligible.

Generar contenido textual y gráfico para un blog y las redes sociales implica tiempo y conocimientos específicos.

Que no caigan cientos de truenos sobre mi cabeza porque no estoy diciendo que no se contraten servicios de marketing.

Lo que sostengo es que el autor (o profesional) debe conocer cómo funciona y qué ofrece esta disciplina.

Que tener conocimiento sobre marketing hace que pueda evaluar mejor qué contrata y qué no, y pueda comprender los resultados de las campañas de marketing.

Por eso no puedo —ni quiero— afirmar, punto por punto, qué funciona y qué no en el marketing editorial.

Porque, como ya dije, cada libro es un mundo, y cada autor es un universo. Y, al final, todos nos movemos por esta galaxia del libro y de la escritura con las herramientas que tenemos y como podemos.

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