Hay cientos de entradas sobre cómo diseñar una cubierta, pero pocas —y menos en castellano— sobre cómo diseñar una portada para un libro.

Incluso en este blog, ya escribí sobre los errores que deben evitarse en una cubierta.

En este artículo uso portada de acuerdo con la segunda acepción del Diccionario de la Lengua Española:

f. Primera plana de los libros impresos, en que figuran el título del libro, el nombre del autor y el lugar y año de la impresión.

Y no a la cuarta:

f. Cubierta delantera de un libro o de cualquier otra publicación o escrito. Diseñador de portadas.

Es decir, que me refiero a una parte del libro que está en su interior (tripa); no a las cubiertas, que es la parte exterior de un libro.

En inglés estos términos no se prestan a confusión, porque el nombre de la portada es front-page y el de la cubierta, cover.

La portada o fachada puede ser la página uno, tres o cinco del libro. La ubicación dependerá de si se incluye una portadilla o una o dos hojas de cortesía. Incluso pude ser una página par, como en los libros de Apostroph, ¡algo muy original!

Aunque no se folien (imprimir un número en ellas), las portadillas, las páginas blancas y la portada se cuentan igualmente como páginas interiores de un libro.

En la actualidad es habitual usar portada como sinónimo de cubierta, mas no era así hace décadas ni lo es aún para algunos impresores y profesionales de la edición.

No olvidemos que las cubiertas son uno de los inventos más recientes aplicados al libro. Estas surgieron para resguardar la tripa, el cuerpo del libro, que tenía como primera página una portada.

Por este motivo encontramos portadas antiguas con una profusa información.

Portadas de libros antiguos

Las portadas de libros antiguos contenían una gran cantidad de información, a saber:

  • título, subtítulo y autor;
  • dedicatoria;
  • ilustraciones y adornos;
  • ilustrador, si el libro tenía ilustraciones o capitulares decorativas;
  • número de edición;
  • datos del impresor, lugar y año de impresión o la licencia para poder hacerlo.
Portadas de libros antiguos

Portadas de libros obtenidas de obras en dominio público de Archive.org.

¿Qué información incluir en una portada de un libro moderno?

Como se aprecia en las imágenes anteriores, en las portadas de los libros se incluían varios datos.

En la actualidad, las portadas son más minimalistas. Parte de la información que antes aparecía en la portada ahora la hallamos en la página de créditos.

Legalmente, no existe obligación alguna sobre los datos que deben consignarse al diseñar una portada. (Recuerda que la única obligación legal respecto al libro es la de consignar el depósito legal, y tiene excepciones).

Tanto si eres autor como si eres editor, puedes poner, básicamente, lo que te dé la gana. 🙂

Es cierto que los datos básicos son:

  • título del libro y
  • nombre del autor.

En algunos casos también podemos leer:

  • subtítulo del libro (si lo tiene) y
  • logotipo de la editorial o marca de autor.

Si es una obra traducida, también aparecerá el nombre del traductor. Así y todo, nada impide que puedas agregar también, por ejemplo:

Una vez que decidas qué datos incorporar en la maquetación de las portadas de tus libros, llega el momento de organizarlos y presentarlos.

Por ello, me animo a comentarte un par de sugerencias que te ayudarán a obtener una portada coherente.

Qué debes tener en cuenta para diseñar una portada acorde con el resto del libro

1. Alineación de los textos y elementos

La alineación de los textos es la primera cuestión que hay que plantearse en el momento de diseñar una portada.

Centrada, alineada a la izquierda o alineada a la derecha: estas son las tres alternativas para ubicar los textos y otros elementos en una portada. A menos, claro está, que se pretenda que la portada sea sui generis.

No hay una “mejor portada” o una peor, sino una adecuada, aquella que responde a determinados criterios. Por supuesto, también deben respetarse unos principios básicos de diseño editorial y de criterio editorial, en su sentido más amplio.

Por ello, en este caso, para decidir la orientación de la portada es aconsejable considerar el resto del libro. Sobre todo, poner el ojo en la apertura de los capítulos o secciones.

Es decir, los textos de la portada tendrían que emplear la misma alineación que las aperturas de los capítulos.

Esto ayudará a mantener uniformidad y consistencia estilística a toda la publicación. Por ello, cualquier otro elemento de la portada también debería estar alineado en consonancia con el texto.

Portadas e inicios de capítulos

Por otro lado, no es recomendable mezclar alineaciones. O sea, que haya elementos a la izquierda y otros centrados y el resto a la derecha.

2. Compensar la extensión de las líneas

En este punto la atención hay que brindársela al título del libro y, si lo lleva, al subtítulo.

El nombre del autor suele quedar “a salvo”, a menos que el autor sea muy reconocido y se destaque el apellido adrede.

Si el nombre del autor requiere dos líneas y no eres Ken Follett, mejor bajar el cuerpo de la fuente

Si el título y el subtítulo requieren más de una línea conviene que la extensión esté compensada.

Cinco palabras en la primera línea y una en la segunda no es lo más armónico. En este caso, una imagen explica mejor lo que quiero expresar.

Por supuesto, hay que olvidarse de la separación de palabras en los fragmentos de textos que aparecen en la portada.

Soluciones posibles son bajar el cuerpo de la fuente o modificar levemente el tracking de los textos.

Todo se hace con el objetivo de que no se corten las palabras y los caracteres se distribuyan con coherencia lógica y estética entre las líneas.

Portadas (front-page) de libros - Ejemplos a evitar y a seguir

En InDesign la función Equilibrar líneas en Párrafo te ayuda con esto.

3. Distribuir la información según un criterio

Otra vez echaremos mano del criterio cuando nos preguntemos cómo distribuir la información en sentido vertical.

En gran parte dependerá de la cantidad de información que tenga la portada. No es lo mismo distribuir siete elementos que solo dos.

No existe una regla que indique cómo debe hacerse, por lo que hay que recurrir al sentido común. A la menor duda, siempre recomiendo hojear y ojear varios libros y ver cómo está resuelta la portada.

Cuantas más publicaciones consultes más información visual y material tendrás para elegir cómo quieres la portada de tu libro.

El primer ejemplo de la imagen del siguiente consejo explica gráficamente lo explicado en este punto.

4. El tamaño de los elementos

Del mismo modo que hay que compensar los espacios y establecer un orden de los elementos, el tamaño de estos debe mantener una coherencia.

Si no eres un autor muy reconocido y recordable por tu nombre más que por tus obras, olvídate de poner tu nombre y apellido como un gran cartel iniciando la portada.

O sea: si no eres un bestseller de miles de ejemplares, haz que la autoría en tu libro mantenga un tamaño prudencial y sea más pequeño que el título del libro.

El subtítulo, por jerarquía, siempre debe tener una letra más pequeña que el título.

Algo similar sucede con el sello editorial: también por una cuestión de jerarquía, es más pequeño que los demás elementos. Una marca editorial está subordinada a la obra: lo relevante es la obra, no quién la publica.

Con el tamaño de las ilustraciones sí que puedes jugar al configurar una portada. Siempre que las características de la imagen lo permitan, podrás experimentar con ella y probar diferentes tamaños hasta dar con la que sea más acorde.

Portadas (front-page) de libros - Ejemplos a evitar y a seguir

3. Inclusión de logotipo o marca

En las portadas de libros publicados por editoriales apreciamos un imagotipo o un logotipo de la casa editorial.

En cambio, los libros autopublicados suelen llevan solo el título del libro y el nombre del autor.

Sin embargo, nada impide que se adicione una marca de autor que ocupe el espacio del logotipo de la editorial.

Esta marca de autor puede ser la de tu blog o página web o una ilustración; también puedes inventarte una marca o sello sin más.

* * *

Cuando encargas el trabajo a un profesional, o si haces tus propios libros, ¿te has planteado cómo abordar el diseño de esta parte de una publicación? ¿Le prestas tanta atención y mimo como lo haces con el diseño de las cubiertas o del interior?

¿Qué elementos tienes en cuenta para diseñar una portada o encargar su creación? ¿Conocías estos tips para diseñar una portada armónica y estéticamente acorde con el resto del libro?

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