Si has llegado hasta aquí ha sido por algunas entradas que había publicado, pero, para evitar apercibimientos legales por calumnias e injurias, lo he eliminado.
También porque no quiero que las personas que dejaron comentarios en esa entrada se vean perjudicadas.
Solo dejo el texto donde no se menciona a nadie de forma específica y confío en que la libertad de expresión y de prensa se impongan.
Gracias a todos y a cada uno por el apoyo y los ánimos recibidos.
Quien visita este blog asiduamente, o de vez en cuando, sabe que algunas entradas de este blog las he dedicado a las editoriales de autoedición o coedición. Y, sobre todo, a dar a conocer algunas prácticas supuestamente poco claras que algunas de ellas supuestamente aplican para supuestamente captar clientes.
Sí, todo supuestamente, por las dudas, y lo de las prácticas supuestamente poco claras, más disconformidades varias, no las digo yo, sino que me lo dicen autores que han publicado supuestamente con estas empresas y, yo he hecho las veces de portavoz de esas quejas.
Pues he decidido dejar de hacerlo, por varios motivos:
El primero y principal es que esta no es mi guerra, ni siquiera es mi batalla, pero soy quien recibe las bofetadas. Y a la hora de «poner las barbas en remojo» —entiéndase, efectuar una acción seria y judicial— los autores que dejan comentarios y despotrican por las redes, blogs y foros recurren a la mudez o al “yo no fui”. Don Quijote se peleaba con los molinos de viento; yo no, paso, tengo cosas más interesantes que hacer.
Otro motivo, y una de las cosas interesantes, además de placenteras, para hacer, es trabajar con y para los autores que me contratan, y hacerlo de tal modo que se sientan satisfechos con los servicios que brindamos en la consultoría. Con ellos sí estaré dispuesta a compartir información, que para eso son clientes y confían en mi tabajo.
Un motivo más es que no quiero emplear tiempo y energías lidiando con este tipo de empresas por contenidos vertidos en este blog. Confieso que mi abogado me ha aconsejado otras acciones, pero ¿vale la pena que invierta parte de mi tiempo en llevarlas a cabo? ¿Me sale a cuenta gastar energías en esto? Evidentemente, no.
Tengo proyectos en marcha y prefiero dedicarme a ellos antes que a pugnar con este tipo de amenazas. Por cierto, no es la primera que recibo: otra editorial de autoedición lo hizo ya hace tiempo, aunque sin abogado de por medio.
Escribiré al menos una entrada más, sobre la diferencia entre una editorial y una empresa que publica libros; porque ya la tengo escrita y casi acabada. Además, la información sin dar nombres no puede coartarse.
Como he dicho, esta no es mi batalla, ni siquiera representan una competencia para mi negocio. Resumo la idea con un dicho muy sabio del campo argentino: no vale la pena «gastar pólvora en chimangos»; es decir, no quiero gastar mi tiempo en algo que considero ya no vale la pena. Muchos menos quiero gastar dinero en temas judiciales.
(…)
Quiero creer que la libertad de expresión aún continúa siendo un derecho fundamental del ser humano e independiente de desavenencia de opiniones.
Todo mi apoyo y comprensión.
Gracias, Antonio.
Hola, Mariana. No te desanimes, siempre seremos más los que apreciamos tu labor. Yo he aprendido muchísimo con tus entradas y considero que tu voz es muy autorizada en nuestro sector. Es una pena que la gente se niegue a las críticas con la falta que está haciendo la confrontación en momentos en que debido a la «democracia» de internet se publican bodrios que atentan contra la calidad de la edición. Ese sería un medio para decantar. No obstante, tienes toda la razón del mundo hay «molinos» que no vale la pena ni mirar, el tiempo es oro y hay muchas cosas importantes por hacer. Tu calidad profesional es indiscutible y te esperan proyectos más interesantes. Cuentas con nuestro apoyo.
Un abrazo,
Sandra
Muchas gracias por tus palabras, Sandra.
Creo que hay tres formas de reaccionar cuando alguien te critica: una es ignorar la crítica, la otra mandar un abogado con amenazas de (lo que sea) y la tercera es contactar con quien realiza la crítica y debatir. Esta última vía la emplearon Bubok y Megustaescribir. Bubok incluso me agradeció lo que critiqué de su plataforma porque eso les ayudó a mejorarla y las dos entradas sobre Megustaescribir las ha usado la responsable de esta empresa para resolver dudas y preguntas de los autores (cosa que me parece fantástico).
Es decir, hay formas inteligentes y otras patoteras.
Un abrazo.
Querida Mariana, que sepas que la gente que te seguimos y te apreciamos estamos contigo y muy cierto no pierdas tu tiempo y tus energías en cosas que no valen la pena, los que estamos contigo te agradecemos por tanto bien que nos haces y por todas esas veces que nos has ayudado un fuerte abrazo.
Gerardo Emilian
Muchas gracias por tus palabras de aliento, Gerardo.
Te imaginarás lo que pienso yo de este tipo de empresas, pero para gente que no las conozca diré que ofrecen a los autores paraísos basados en promesas falsas y estos, muchas veces movidos por su ego, le pagan la edición de su obra a un proveedor que nunca llegará a venderla, porque ni siquiera tiene capacidad para ello. Tampoco es que me den mucha pena esos autores porque, en cierto modo, en el pecado está la penitencia. Y como soy editor, diría que las editoriales «de verdad» estamos por algo, claro. De modo que al que quiera autoeditarse le recomendaría que se autoeditara de verdad, o sea, que te llame a ti, Mariana, para que le ayudes a hacer su libro y a ponerlo mono y que luego se lance a Amazon CreateSpace o a KDP. De este modo, conseguirá tener un producto de calidad y las ventas de su obra dependerán de lo que él haga y no de lo que otro —que no iba a hacer nada en cualquier caso— le hubiera prometido.
Ánimo, Mariana. Quiero creer que el éxito se consigue por hacer las cosas bien y tú las haces.
Un beso.
A mí me parece fantástico que los autores autopubliquen (de hecho, yo lo haré), pero que se informen antes de trabajar con alguna de estas empresas.
Hay muchos profesionales que ofrecen sus servicios a autores sin retener derechos, ni retacear el arte final, etc., etc. y los servicios de una imprenta siempre se pueden contratar aparte.
Me preocupa que se engañe a los autores, pero también es cierto que, en muchos casos, se dejan engañar. Y tan cierto como que si ellos no son los primeros interesados en denunciar las supuestas irregularidades que se comete con su colectivo no voy a ser yo quien lo haga.
En tanto los autores no se organicen en una asociación que los representen seguiremos oyendo alguna voz solitaria y aislada, pero a las batallas no hay que ir solo, menos a una guerra 😉
Abrazo.
Wow, me he quedado atónito.
Precisamente por una razón similar cuando escribía uno de mis libros dedicados a la autoedición y publicación, y en el que hice una mención similar, no quise dar nombres y ser más duro de lo que fácilmente podría haber sido.
Que les vamos a hacer: empresas con prácticas irregulares en ese mundo hay muchísimas y yo tuve conocimiento de ellas hace más de 8 años. No doy nombres aquí para no meterte en más problemas, jajajajaja
Saludos y ánimo.
Sí, José Miguel, hay que andarse con cuidado. Entiendo que hay información que puede considerarse confidencial (aunque pueda encontrarse en la Red) y que cierta información perjudique a la empresa. Lo que me molesta mucho es que envíen a un abogado a amenazar con acciones legales porque las opiniones sobre ti no te gustan, y pretender omitir texto donde no se los menciona aunque sí se los alude (a ellos como a cientos otras editoriales, porque hablo en general); texto escrito por mí, que no es parte de ninguna correspondencia y que constituye mi opinión.
Saludos
Pues haces muy bien, Mariana. Cada uno tiene que elegir sus batallas. ¡Mucho ánimo y a seguir adelante!
Sabia decisión, Mariana, te comprendo perfectamente. No merece malgastar energías en ninguna guerra, y menos en esta que tiene sus días contados. Merece la pena invertir en los autores que han abierto los ojos y confían en tu profesionalidad intachable. Tienes todo mi apoyo. ¡Un abrazo!
En Venezuela decimos que no vale la pena gastar pólvora en Zamuros.
Muchos valoramos y agradecemos todo cuanto recibimos de ti por esta vía.
Eres muy grande, Mariana, ayudas mucho con total desinterés, no sabes cómo agradezco tus consejos, repito: eres muy grande.
Muchas gracias, amiga.
Hola Mariana, es una pena cuando alguien intenta alzar la voz y aquellas personas a las que intenta defender se esconden. Muchas gracias por tu labor en este blog, como bien has dicho no necesitas ese tipo de entradas ni esas empresas son tu competencia. Sigue disfrutando de tu trabajo, ayudas a que los demás disfrutemos del nuestro.
Un saludo
Gracias a ti por el apoyo, José Manuel. Saludos.
¡Hola, Mariana! Yo también soy muy sensible a según qué prácticas y es una pena que esa censura y maniobras mafiosas impida desenmascarar a aquellos que juegan con la ilusión de muchas personas.
Hace muchos años sufrí en mis propias carnes esa impotencia cuando una editorial me envió un contrato editorial en el que yo pagaba por imprimir tres relatos para un libro que, finalmente, no se promovió apenas y del que se hicieron poquísimas copias incumpliendo la editorial con su parte del contrato. Esa «editorial», conocida por muchos, fue denunciada y no sé si algunos consiguieron recuperar su dinero. Fue el caso de Jamais.
Así que a veces he escrito un poco sobre este tema y, confieso que con poco criterio, he extrapolado mi rabia a empresas que pretenden ofrecer unos servicios al escritor con honestidad y calidad. No hay que confundirlos, está claro. El camino del escritor es muy complicado y en muchas ocasiones se llega a un callejón sin salida o precipicio, y siempre es bueno contar con la ayuda de profesionales que pueden guiarnos.
El problema es la falta de autocrítica y la vanidad de los propios escritores, y muchas «editoriales» se aprovechan de esta circunstancia.
A día de hoy, cuando hay tantas formas de dar a conocer tu libro o imprimirlo a bajo coste, que todavía sigan algunas empresas mercadeando con la cultura y el trabajo de gente llenas de sueños de una manera fraudulenta me produje un enorme desprecio.
A veces pienso que el hermetismo y la falta de respuesta de muchas editoriales, incluso independientes, que impiden que los escritores que comienzan encuentren un pequeño respaldo o vean una pequeña luz al final del camino, les obliga a tomar decisiones desesperadas de las que éstos se aprovechan.
En fin, el tema da para largo. Te animo a que hagas lo posible por seguir en esa lucha. Muchos te lo agradecerán. ¡Un abrazo!
Hola, Toni:
Leí en la prenda sobre Jamais.
Muchas editoriales tradicionales no responden porque están desbordados de la cantidad de manuscritos que reciben. Hoy se escribe muchísimo más que antes y no hay capacidad para asumir toda esa producción, por eso la autopublicación es una buena alternativa.
Soy de las piensan que autopublicar, actuando el autor como publicador, es una excelente opción (a tal punto que yo haré eso en breve). Y luego contratas los servicios que quieres y/o necesitas (yo he contratado a una editora para mi libro y lo estamos trabajando codo a codo, y también contrataré a un corrector; la maquetación sí la haré yo).
Lo que no haré (porque ya me pasó un vez hace unos años) es dejar que una empresa que se hace llamar editorial publique mi libro sin ofrecer un valor extra. Muchos menos cederles derechos patrimoniales.
Un saludo y muchas gracias por los ánimos 🙂
Tienes todo mi apoyo y comparto tu cabreo (lógico) y tu decisión de no dedicarles ni un átomo de energía más a lo que no la merece. Afortunadamente somos muchas las personas que valoramos tu trabajo y tus aportaciones, a mi personalmente me ha ayudado mucho todo lo que he leído y he descubierto gracias a tu blog. ¡Sigue así!
Te mando un fuerte abrazo virtual.
Muchas gracias, Alicia, por tus animosas palabras, siempre reconfortan y dan energías. Un abrazo.
La sociedad actual en la que vivimos está sugestionada por la información subjetiva, lamentablemente, las personas como tú que transmiten información objetiva, es decir, que dicen la verdad de lo existente, siempre serán el blanco de aquellas personas o empresas que defienden su propia falsedad.Los verdaderos profesionales saben muy bien que se aprende de los errores, de las críticas, de los comentarios, y mejor si son negativos.
Las verdades duelen, pero duelen aquellas personas o empresas que saben que están haciendo mal las cosas, y sino, ¿por qué se molestarían en amenazarte? Cuando la información es generalizada y objetiva, (verdadera),sólo se dan por aludidos aquellos que no quieren que se les descubra.
Mariana, sigue haciendo tu trabajo con la profecionalidad que te caracteriza, somos muchos los que aprendemos de tus artículos y no dejes que el ego de unos cuantos destruyan tu propia naturaleza; dicen que la indiferencia «mata», y eso es lo que tienes que hacer, pasa de las cosas vanales y «mata» el ego de quienes no aceptan la realidad.
Sí, he optado por eso, Patricio, por la indiferencia, que me sale más a cuenta en tiempo y energías, sobre todo por que desgasta el ánimo.
Gracias por tu comentario y aliento. Saludos.
«Mariana, te entiendo y te apoyo. Te agradezco la información que aportas. Escribiría muchas cosas pero creo que es mejor no hacerlo. Lo que tenga que contarte lo haré personalmente, no hace falta que terceros se enteren. Un gran abrazo y aquí me tienes… Suen K. Gift»
Gracias, Suen.
Lamento mucho que hayas tenido que sufrir la censura por parte de personas o empresas que en lugar de desmontar tu versión con ejemplos claros y contundentes, prefieren esconderse en la cláusula de Injurias y Calumnias.
Por mi parte, espero que esto no signifique que dejarás de hablar claro y dar tu punto de vista abiertamente. Mi apoyo y mi sincero agradecimiento por tu labor.
No, Jackeline, pero tendré que cuidarme bien de lo que digo para que luego no estén de nuevo importunando… Gracias por tu apoyo.
Soy un asiduo lector de tu blog, como supongo que tantos otros que también están pensando dar el salto y publicar su obra. Como veterano de Internet, he sido testigo de muchas polémicas y de más de una amenaza. Me parece lamentable que haya quien quiera defender su empresa no con el buen hacer sino con amenazas legales. Solo puedo darte ánimos, y asegurarte que en mi tienes a un seguidor.
Muchas gracias por los ánimos, Luis.
✨Mariana,
no pienses que no quiero colaborar, al contrario. Pero a mí ya me ocurrió, y lo sabes, que por explicar mi caso me llegó poco después una notificación de que si no retiraba el nombre de cierta persona me iban a denunciar. Es tremendamente peligroso el enviar manuscritos a empresas con las que ni tan siquiera entablas una conversación cercana. Y, aunque registres tu obra, si ocurre algo con la misma, el Ministerio de Cultura se lava las manos y eres tú quien tiene que gastar dinero y tiempo. Yo lo haría pero no me compensa, no de la manera en que tendría que hacerse. Pero, a veces, aquello que crees negativo puede llegar a ser algo positivo. Debes dejar que el Tiempo ponga todo en su sitio. También es cierto que la editorial con la que publiqué me ofreció la oportunidad en aquel momento de que mis Manuscritos fueran impresos. Lo podría yo haber hecho en cualquier imprenta, tal y como ahora lo sé. Pero ocurrió de aquella manera y ya está hecho. Cuando fui al Ministerio de Cultura, el señor que me atendió me dijo que si me había ocurrido lo que me ocurrió fue porque soy buena escritora; si mis Manuscritos fueron distribuidos entre ciertas personas fue porque les gustó. No puedo evitar que ocurran ciertas cosas. El Libre Albedrío es de todos. Yo haré mi camino e intentaré hacerlo limpiamente. He visto que hay muchas más personas que han pasado por hechos similares o peores que el mío. Me sabe fatal que te haya ocurrido lo que comentas. Pero como he dicho, te apoyo y Tiempo al Tiempo…
Con gran estima,
Suen K. Gift✨
Osea que por ejemplo tú o yo contratamos un servicio y si no nos gusta o hacen un trabajo deplorable en esta imprenta (que lo hacen en todos los trabajos que he visto) ¿No nos podemos quejar? Aparte que sus precios son desorbitados.
Dejo un texto para la imprenta CR u otra imprenta que se quiera quejar:
Hay que tener en cuenta además que la labor de crítica e información es un valor también recogido y defendido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y que como derecho fundamental, al igual que el derecho a la protección de la intimidad del artículo 18 CE, debe ser protegido ponderando su incidencia o colisión con otros derechos.
Así el artículo 20 de la Constitución dispone que
«Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.»
Y
d) «A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.»
Cualquier medio, fórmula empleada en ambos preceptos constitucionales permite entender que es válida una página web, pues sólo debería aplicarse restrictivamente para lograr la protección de otros derechos fundamentales.
La STC 12/1982 , declaró que:
«no hay inconveniente en entender que el derecho de difundir las ideas y opiniones comprende en principio el derecho de crear los medios materiales a través de los cuales la difusión se hace posible.»
Lo que supone que la creación de blogs se encuentra constitucionalmente protegida.
Hay que atender cual es el objeto de la LOPD, artículo 1, ya que nos va a ofrecer un interesante punto de partida:
«La presente Ley Orgánica tiene por objeto garantizar y proteger, en lo que concierne al tratamiento de los datos personales, las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, y especialmente de su honor e intimidad personal y familiar»
Es decir, las personas jurídicas (empresas, asociaciones, etc.) no están protegidas por la LOPD.
Respecto a los precios de setas empresas no puedo opinar demasiado porque eso va unido al servicio: yo sé que mis servicios no son los más económicos (y no pretendo que lo sean), pero sí sé que acabo dando más servicios que los que tarifo, y adaptados al cliente, personalizados. Por ejemplo, cada libro que maquetamos es nuevo, no repetimos plantilla y se adapta a la naturaleza de la obra.
Considero que opinar cuando un servicio no te ha gustado es tan legítimo como reconocer y destacar uno que sí. Yo he tenido algún cliente que no ha quedado lo suficientemente satisfecho con algún servicio de la consultoría, pero tan mal no lo debo haber gestionado como para que no me mande un abogado o no haya expresado públicamente su malestar 😉 Es más, algún trabajo no ha salido como deseábamos (todos somos humanos) y sigo teniendo buena relación con esos clientes e incluso trabajando con ellos.
Con la LOPD me quedo tranquila porque estoy al día: estoy registrada en la oficina correspondiente, tengo los ficheros a resguardo, cada persona que se comunica conmigo (vía web, email o suscripción al blog) tiene conocimiento y acepta el tratamiento de datos personales, etc., y tengo todos los avisos legales y soporte de un estudio jurídico en este tema.
✨Hola de nuevo,
Romeo, lo que comentas es justo lo que he pensado después de escribir mi última entrada. Veo que CR se está tomando muy a pecho las críticas en torno a su trabajo. Pero, ¿acaso no somos los clientes los que pagamos por un trabajo? Si el mismo no se desempeña correctamente, ¿no estamos en nuestro derecho de reclamar o de al menos dar nuestra opinión acerca del trato recibido? Si tantas personas sin relación conocida entre ellas opinan igual, por algo será…
Mariana aporta información y la información no puede ni debe ser censurada en un país democrático.
Estoy pensando en iniciar una petición para defender mucho mejor los derechos de las obras, que el Ministerio de Cultura se implique, que ante incidencias en una publicación la justicia sea más accesible a los autores y que no tengan más peso las editoriales frente al trabajo del escritor. No tengo nada en contra de ellas pero están sucediendo muchas negligencias en el mundo literario, sobre todo entre aquellas personas que no poseen conocimientos ni apoyo profesional en esta materia.
Si no nos apoyamos entre nosotros y hacemos fuerza, ellos crecerán y nosotros tendremos que ver cómo no se nos escucha.
Un saludo,
Suen K. Gift✨
Has tomado la decisión más inteligente, Mariana. El valor, igual que tu generosidad, los demuestras sobradamente en este blog tan útil para tantos. La temeridad no es práctica ni consciente.
Todo mi apoyo y mi admiración.
Gracias por el apoyo, Juan. Un abrazo.
Apoyo tu decisión. «Escoge tus batallas sabiamente y nunca ataques cuando no sea necesario» dice Sun Tzu y sabía de esto bastante. Igualmente todo llega a saberse. La labor de difusión de conocimiento que haces en este blog es mucho más importante que darse cabezazos contra una pared corporativa (aunque sea por decir verdades), en este caso el paso al costado es el más inteligente.
Nos vemos en el Foro Nuevos Escritores. Bubok y Megustaescribir estarán allí. Otros no.
Un Abrazo.
Es cierto, ese señor sabía lo que decía, así que mejor hacerle caso. Gracias por tus palabras, Tomás. Un abrazo.
Querida Mariana:
Animo y adelante. Lucha las guerras que te correspondan y sigue haciendo el trabajo fantástico que haces. Yo soy una escritora novel autopublicada que te sigue asiduamente y que valora enormemente tus consejos.
Gracias y un abrazo grande,
Amelia De Dios Romero
Gracias por tus palabras de aliento, Amelia. Un abrazo y buen fin de semana. 🙂
Hola Mariana.
Bueno, no sabía nada y me he enterado un poco casualmente de la historia. Ahora entiendo plenamente lo que me decías en aquel hilo sobre estas editoriales:
http://marianaeguaras.com/como-identificar-una-editorial-de-coedicion/
«Podría opinar sobre lo que has escrito, pero debo cuidarme las espaldas…»
Viendo los procedimientos utilizados por las mismas, era de esperar la reacción. En mi caso, todo lo dicho allí lo corroboro y mantengo; pruebas tengo al respecto y no suelo mirar para otro lado. De hecho, pongo siempre mi nombre y apellido y aquí estoy para quien quiera buscarme 🙂
Sobre este tema y las quejas de los autores, solo puedo añadir que me recuerda un poco a lo que pasa en las películas con ciertos personajes superados por ambientes turbios. Se meten en terrenos poco claros, se comprometen en términos difusos, alimentan su ego con citas como «gran calidad de tus escritos», se dejan llevar por la paranoia de que las editoriales «de verdad» (tienes toda la razón, Carlos Yáñez, así debéis calificaros :)) no les publican a despecho de su arte y acaban quedando totalmente defraudados por los resultados. ¿Qué se podía esperar?
Este mundo es duro, jodidamente duro. Publicar es muy complicado y, cuando lo haces, vender y compensar el esfuerzo de la editorial que ha confiado en ti es casi una quimera. La publicidad se impone, como en casi todos los campos. En todas las librerías y centros comerciales de cierta entidad te encuentras los mismos libros de la misma editorial (ya supondrás cuál…) escondiendo los tuyos. En Internet, los blogs y páginas literarias en general se dedican casi en exclusiva a textos vendidos en Amazon… Siendo así, ¿de verdad alguien piensa que lo que ofrecen en esas «editoriales» presenta mejores perspectivas?
Perseverancia, autocrítica y mejora. Amor/odio por la escritura, paciencia y confianza en el trabajo propio. Esas son las mejores armas. Francamente, no hay atajos en esto. Después, solo te queda agradecer a tus editores la confianza y riesgo y llegar hasta donde puedas y tu trabajo merezca.
Gracias Mariana y mucho ánimo.
Gracias a ti, Javier, por pasarte por aquí, leerme y comentar. 🙂
Han pasado ya dos años desde que llegué a estos artículos por primera vez. Dos años desde que me estafaron vilmente unos ladrones de la «coedición».
Y, ¿sabes qué? Cada vez digo más alto su nombre. Quizá sea porque tengo un contrato firmado que no cumplieron, una reclamación del dinero que me corresponde no satisfecha y armas suficientes para enfrentarme a cualquier contra-acusación.
Pero el hecho de que haya que armarse hasta los dientes dice mucho de la mala ética, práctica y moral que llevan estas empresas que se dedican a lucrarse a costa de los sueños de los demás.
Claro, tú tienes esas armas. Yo solo tengo este blog, el conocimiento de las malas prácticas, la lectura de dudosas verdades y el análisis de situaciones pasadas. Para remate, las amenazas de algunas «editoriales» hacia a mí y hacia quienes comentaban en mi blog (tenían sus datos porque habían sido clientes de las empresas a las que mencionaban). De hecho, a algunas de ellas yo ni siquiera las mencionaba en las entradas, pero como aparecían en los comentarios porque los autores sí lo hacían los palos los recibí yo.
Llegó un día en el que me harté y asumí que esta no era mi causa, y que mi salud física y mental estaban por encima de este tema… La vida me puso en su lugar y me enseñó que todo lo negativo, lo que te resta —vamos, que todo lo que huela a caca—, mejor alejarlo de uno. 😉
Apreciamos tu valentía y profesionalidad, Mariana.
Lástima que vaya así el mundo.
Muchos ánimos.
Una fiel seguidora.
Begoña