En una entrada anterior hacía referencia a la utilidad de contar con un plan de color para un libro.
En la misma línea de esa idea, e intrínsecamente vinculado, quiero esbozar la idea de un plan tipográfico para un libro, para cualquier tipo de publicación o pieza gráfica.
(“Plan tipográfico” es un concepto que a mí me sirve para definir las características de las fuentes de un proyecto, sea un libro, una presentación de PowerPoint o cualquier conjunto de piezas gráficas. Difícilmente encuentres esta expresión en libros de diseño gráfico y/o diseño editorial).
El plan tipográfico de un libro es una guía sobre el uso de las tipografías en el interior y exterior de la publicación. Este plan tipográfico será útil para dotar de una identidad congruente y similar a la página web o blog con el que se difunde el trabajo del escritor.
También nos echará una mano cuando sea necesario crear diferentes tipos de materiales promocionales. Hay muchas tipografías gratuitas si no puedes acceder a las de pago.
En la comunicación corporativa la identidad visual juega un papel fundamental para posicionar a la empresa, ser reconocida y generar identidad mediante una uniformidad de criterios estilísticos.
La mayoría de las empresas cuentan con un manual de identidad visual corporativa que constituye la referencia sobre las normas a seguir en la aplicación de la imagen corporativa.
Estas herramientas de trabajo y utilización típicos del diseño gráfico corporativo podemos aplicarlo al diseño editorial. Todos son susceptibles de adaptarse a cualquier tipo de publicación, sean impresas o digitales.
El plan tipográfico pretende estandarizar y armonizar los usos de las tipografías. Cumple una función similar a la del manual de estilo, donde se reglamentan normas, criterios y pautas para la redacción y presentación de una obra, aunque en este caso se hace hincapié en las fuentes.
¿Qué información debe incluir el plan tipográfico?
El plan tipográfico no tiene que ser un manual exhaustivo, aunque sí es recomendable que incluya los siguientes aspectos.
Lo que aquí escribo es producto de mi experiencia. Un intento de reflejar sobre el papel problemáticas con las que me he encontrado durante el desarrollo de diversos trabajos o ideas que han surgido.
Son apuntes orientativos para facilitar el trabajo con las publicaciones; no un tratado sobre tipografía ni una exposición sobre sus principios y teorías.
La selección de las fuentes y familias tipográficas
Es la clave para proveer a una publicación de identidad. Sin desmerecer otros aspectos, incluso en libros complejos, la tipografía será lo que predomine en el libro, a menos que sea un libro ilustrado.
Por tanto, la elección de las fuentes es primordial, tanto si se trata de un libro impreso como uno digital. Mi sugerencia es que no utilices más de dos familias tipográficas.
La jerarquización tipográfica
Una de las dos familias que has elegido tendrá predominancia sobre la otra o bien estarán destinadas a diferentes usos. Por ejemplo, puedes elegir una fuente sans serif para el exterior del libro y una serif para el interior.
Incluso puedes emplear la fuente sans serif para los títulos y pies de cuadro y gráficos. En este último caso es donde más se evidencia la predominancia de una familia sobre la otra.
El cuerpo de la fuente
Resulta útil establecer el tamaño mínimo y máximo del tamaño de una fuente para asegurar su legibilidad.
Por ejemplo, un tamaño de letra menor a 6 pt no garantiza que se lea correctamente. Una con cuerpo 40 equivaldría a un grito, a menos que se trate del título del libro en la cubierta.
Por supuesto, el mínimo y el máximo del cuerpo del texto depende de la fuente elegida. Además, puede variar según el soporte (impreso o digital), por lo que es recomendable también establecerlo en el plan tipográfico.
Los comportamientos tipográficos de los caracteres
Hace referencia a algunas acciones forzadas que se aplican a las fuentes para ajustarlas a determinados requerimientos del diseño. En concreto, se trata del kerning y tracking, a la relación entre los caracteres y el espacio entre ellos.
En el plan tipográfico es necesario establecer también los valores mínimos y máximos para estos ajustes. Por ejemplo, si tengo que utilizar el tracking para estirar o alargar líneas intento no sobrepasar -20 o + 20. Y si está permitido el uso de la justificación vertical en las cajas de texto.
El comportamiento tipográfico de las líneas
Lo dicho arriba vale también para el interlineado. Una fuente, por defecto, ya tiene un interlineado establecido, aunque se lo puede cambiar.
Esta variación entre la distancia de una línea de otra dependerá de la fuente elegida y del diseño creado para la publicación.
¡Los estilos!
Soy una fanática del uso de los estilos de carácter y de párrafo (incluso en documentos de Word). Es de suma importancia establecer las características de los estilos para mantener uniformidad en los textos.
Con su creación podemos olvidarnos del tamaño de los títulos y las notas al pie, de las sangrías de los párrafos y de las viudas y huérfanas, entre otros aspectos.
El color para las fuentes
Establecer qué estilos de párrafo aparecerán con color (como podría ser los títulos de nivel 1). O bien el porcentaje de negro que tendrán los subtítulos si el libro no incluye color, pero se desea jugar con escalas de grises.
Los usos no permitidos
También conviene consignar cómo jamás debe utilizarse una tipografía. Por ejemplo, calar una fuente, usarla con contorno o sombras, o agregarle un filete para que quede “más gorda”.
Al seguir las pautas consignadas en el plan tipográfico, será más fácil y rápido crear un banner de promoción del libro, una imagen de cabecera para las redes sociales o ilustraciones propias para compartir en las redes sociales.
Lo reitero. Es una maravilla haberte encontrado en mi camino.
Excelente información! 😉
Puntos muy buenos para ir anotando mentalmente. El mockup con el plan tipográfico me encanta. También estaria bien hacerlo a la inversa, una hoja con los estilos y la tipo con características. Titulares: tipo Futura, cuerpo… Textos: Garamond… En inDesign solo consegui pillar un script que te creaba una caja de texto con los estilos de párrafo en diferentes colores del documento como una especie de ayuda para ordenarte esa maqueta; pero bastante mejorable. ¡Muchas! grácias.
Hola, Daniel. Últimamente me estoy aficionando a los mockups 😉 La ilustración no es más que eso, una imagen para ilustrar la entrada, y es muy escueta. Si tienes una publicación con muchos estilos de párrafo y carácter que aplicar mejor hacerlo por estilos, como dices. ¿Sabes que hay profesionales que no utilizan los estilos en Indesign? ¡Ya ni menciono Word! Con lo maravillosos y útiles que son… Tengo pendiente un par de entradas sobre estilos. Gracias por pasarte por aquí y comentar.
No me digas eso que ya de por si la navidad me deprime. Me he aficionado a leer ebooks y muchos estan hechos fatal (de hecho es un estimulo para aprender y rehacerlos yo); ver que en el sector cuesta encontrar trabajo y luego hay por ahi profesionales que solo hacen rutina, ningún aprecio por lo que hacen 🙁
Te lo digo, te lo digo… El año que viene organizaré cursos y uno de ellos será cómo crear estilos en Word, para empezar desde el inicio. ¿A qué sería maravilloso que nos envíen un manuscrito con los estilos correctamente utilizados para luego poder maquetarlos? 🙂
¡Asi! Mariana, tienes toda la razón. Y tema estilos en word, justamente hace 3 dias estuve probando Jutoh, aplicación tipo Sigil però presentada como solución para maquetar ebooks y una de sus funciones estrella es importar textos de documentos word que si estan bien definidos «estilisticamente» en el momento de importar ya identificas lo que irá como heading 1, body text, etcétera. Osea! más motivo con el auge del ebook para que des a conocer este tema. (que te voy a decir que no sepas ya! iluso de mi, ¡válgame tal osadia! jejeje 😉
Qué cierto lo de los estilos, Mariana. Cuando enseño Word, los estilos van en la primera clase: voces de asombro, de lamentos por las horas perdidas, gritos de «¡¿Por qué nunca me enseñaron esto?!». Si no se usan estilos con Word o cualquier programa de edición / composición, ninguna máquina va a entender qué haces en pantalla.
Y todo esto siempre cuando consigo vencer la resistencia, porque Word… ¿quién quiere Word… excepto unos cuantos millones de usuarios?
Los profesores de Word tendríamos que quedar para hacer terapia 😀
Tú sabes, Antonio, que a nuestro querido Word lo quieren poco, pero él continúa resistiendo 🙂
Gracias por pasarte por aquí y comentar.
Gracias Mariana!!!
Un plan genial, sencillo i muy práctico.
Siempre he trabajado con estilos en Quark, ha sido mi gran pelea con maquetadores de plantilla de las editoriales para las que he trabajado como freelance; nunca he entendido que ellos que tenían que hacer mucho más trabajo que yo no los utilizasen. Cuando los he visto recorrer adelante y atrás por las páginas de un trabajo para igualar «estilos» por no tenerlos creados me he enfadado con ellos y se lo he explicado, pero volvía en otra ocasión y seguían igual.
Yo prefiero dedicar mucho tiempo al primer capítulo, donde se definen el 80/90 % de los estilos que utilizarás en todo el libro y, a partir de ahí, el resto del trabajo es rapidísimo.
Por cierto, el artículo del «plan tipográfico» me ha parecido estupendo, una buena recomendación para trabajar con mejores resultados.
Gracias.
Hola, Josechu. Para mí trabajar con estilos es fundamental. Como dices tú, empleas un poco más de tiempo al inicio, al crearlos, pero luego ahorra trabajo innecesario. Ni qué hablar cuando hay que hacer un cambio general como, por ejemplo, cambiar la medida de la sangría, ajustar las separación de palabras, etc. ¿Qué sentido tiene hacerlo párrafo a párrafo cuando con un par de clics puedes hacerlo en el estilo? Gracias a ti por leerme y comentar.
Hola,
Estupendo artículo. Yo que llevo un año casi sin tocar Quark y que ya usaba estilos en Quark por lque acelera el trabajo y da coherencia más segura al libro, desde que trabajo a tope con InDedign ya no sé vivir sin los estilos de objeto, los estilos de celda, los estilos anidados y GREP. Por cierto, Hecho de menos en las búsquedas de InDesign que se incluyan los estilos de celda, también. Pero volviendo al artículo, Mariana, ese plan, mapa de tipos, de colores, etc, es básico, junto con la composición, los espacios de la maqueta, etc y es lo que da ese toque profesional a un libro, lo que se siente, aunque muchos no sepan decir qué es, al abrir un libro compueston por un profesional. Yo antes creaba ese plan,mefectivamente, en un papel, ahora simplemente edrudio el original, lo pienso y lo aplico en el primer capítulo, creo los estilos y los aplico al resto del libro,nde tal manera que ya nontengo que volver a pensarlo.
Hola, Ana. Coincido contigo en que la calidad y legibilidad de un libro radica en esos pequeños detalles (que no son tan pequeños) que son casi imperceptibles al ojo del lector, pero que si no se cuidaran sí lo serían. También utilizo el primer capítulo de prueba y, una vez que lo defino, tiro hacia adelante con el resto del libro.
Muchas gracias por visitar mi blog, Ana, y comentar aquí.
Hola Mariana, muy interesante. Poco podemos aportar salvo decir que hay que tener en cuenta que la imprenta puede no tener las fuentes y estilos que has usado y puede ocurrir un infortunio. Lo ideal es pasar el PDF con un archivo que contenga las fuentes para evitar problemas.
Una duda, ¿consideras que el plan tipográfico de las publicaciones en el caso de empresas que publican libros debe ir aparte o dentro de su propio manual corporativo?
Un saludo.
Hoy por hoy, con el PDF no hay problemas de tipografías ni de estilos. Por lo menos, hace años que no tengo problemas en este aspecto con las imprentas. Antes, cuando teníamos que enviar a la imprenta los archivos originales, las fuentes y las imágenes podía ocurrir algún inconveniente, pero ya no.
Un manual corporativo completo, donde haya un apartado especial para las publicaciones, con manual de estilo incluido, para mí es lo mejor. Al principio costará tiempo y esfuerzo hacerlo (lo sé por experiencia propia), pero luego es la mejor referencia hacia dentro de la empresa y para colaboradores externos: a la larga ahorras mucho tiempo y agilizas el trabajo. Saludos.
Es lo que tradicionalmente se denominaba «pauta de composicion y compaginación», que servía de referencia al preparador de originales, al tipógrafo y al corrector tipográfico. Aquí puse una muestra: http://deeditione.blogspot.com/2013/10/la-cadena-disseny-marcatge-diagramacio.html
A la tradición le hace falta un poco de aire fresco y saber llevar esos conocimientos tan útiles —que suele tratar como exclusivos— a otros terrenos donde lo necesitan: ese es el acierto de la propuesta de Mariana Eguaras. Quien hace una presentación en PPT no tiene por qué saber saber nada de la tradición editorial ni de otra, ya que puede ser cualquier paisano que trabaja para una corporación de ¿bebidas, industria aeroespacial, administración… ? al que le encargan una presentación. Qué bueno que gracias a este planteamiento (que bebe de la tradición editorial) consiga una mejor comunicación visual.
Como plantilla recordatoria para hacer presentaciones gráficamente armoniosas, pues hay que precisar mucho más, porque poco tienen que ver las recomendaciones para una presentación y las aplicables a cada formato, tipo y contenido de publicación e incluso a cada tipo de lector.
Si se trata de aplicar conocimientos y técnicas gráficas y editoriales de toda la vida (que ya se han ido adaptando a cada cambio tecnológico) a nuevos servicios, entonces habrá que llamarlo «plan de expansión».