Dice Jorge de Buen Unna que “el párrafo de texto corrido es la pieza estructural básica del diseño editorial”. Lo expone en el reciente y fabuloso libro publicado por Jardín de Monos: 99 reflexiones sobre el diseño editorial.
Y los párrafos se componen de líneas que, a su vez, se conforman mediante caracteres y espacios. Del mismo modo que existen distintas clases de párrafos, hay distintos tipos de línea en el mundo de la edición.
Martínez de Sousa define la línea o renglón como “una sucesión de caracteres y espacios que ocupan una medida determinada”.
La gestión de los diferentes tipos de línea permiten que la distribución del contenido se haga de tal modo que redunde en una edición cuidada. Conocer la terminología hace que entenderse con colegas y colaboradores sea más ágil y, sobre todo, más efectivo.
Lo mismo sucede si el cliente es conocedor de las labores de edición o es un diseñador gráfico especializado en diseño editorial. De este manera, si alguien dice que hay que corroborar que no aparezcan viudas el otro sabe a qué se refiere.
Además de hacer memoria, he consultado los siguientes libros para redactar esta entrada:
- Manual edición y autoedición, de José Martínez de Sousa.
- Los elementos del estilo tipográfico, de Robert Bringhurst.
- Manual de diseño editorial, de Jorge de Buen Unna.
- El libro y sus orillas, de Roberto Zavala Ruiz.
- Diseño para la edición, de Jan V. White.
Líneas para todos los gustos
Si bien la entrada aborda los distintos tipos de línea usados en la edición de textos, también quiero mencionar brevemente otras que encontramos en los libros.
Mediante el diseño de la retícula para un libro a la caja de composición o tipográfica se le asignan determinada cantidad de líneas sobre las que se distribuyen los caracteres.
Es la línea base o estándar. Sobre ella, por lo general, se asientan la mayoría de las letras y se extienden hacia abajo los trazos descendentes de otras. Estas líneas invisibles se asemejan a los renglones de un cuaderno; de hecho, en InDesign se visualizan con su típico color celeste.
La línea de base comparte rango con otras tres líneas tipográficas. Se trata de la línea de los caracteres ascendentes, también llamada línea de mayúsculas o acentos; la línea de los caracteres descendientes y la altura x.
En InDesign y otros programas de maquetación encontramos más líneas, llamadas guías, y que colaboran en la composición de la retícula de los contenidos. Ellas son las guías de columnas, de fila, además de cualquier otra guía que pueda colocar el diseñador o el maquetador.
Es posible que hayas oído que algunas personas llaman línea a los filetes. Los filetes son una línea o lista fina que se usan para ornamentar los libros. Estos pueden ser finos, gruesos, dobles, triples, ondulados, de puntos, con guiones, etc.
Finalmente, las líneas pueden denominarse por su alineación: línea centrada, alineada a la izquierda, justificada a la izquierda, etc. El subrayado también es una línea y se la emplea para destacar el texto que superior.
Líneas “antiguas”
Con el objeto de unificar la medida de los tipos, a inicios del siglo XX, los fundidores e impresores concordaron llamar línea estándar o normal a aquella que parangona sus caracteres.
En la imprenta antigua se usaba la línea guion o línea de guía, constituida por filetes de un cícero de largo y cuadrados del doce y usada como guía para componer elementos gráficos complejos.
También la línea floja y la fuerte estaban relacionadas con la composición en la imprenta. La primera remitía a cuando las letras se movían por estar con suficiente justificación y la segunda cuando sobrepasaba la medida de la caja tipográfica.
Por su parte, la línea inclinada o tumbada era la que solo se imprimía con la mitad del ojo de la letra debido a su inclinación. Esto, con la tipografía digital, ya no sucede, a menos que la fuente se diseñe adrede para producir este efecto.
La línea bloque era usada en linotipia para denominar a la línea de una sola pieza de metal.
Línea blanca, vacía o de blanco
Es el reglón sin contenido, una línea sin texto. Bringhurst la define como “el espacio de una línea completa sin texto.”
Algunos usos de esta línea son:
- antes y debajo de los títulos;
- entre el texto principal y las notas al pie de página;
- separar y otorgar diferentes jerarquías a distintas partes del texto principal;
- establecer saltos en la narración.
Desde la perspectiva compositiva, pueden usarse estilos de párrafo con espacio anterior y posterior para evitar retornos de carro o líneas blancas.
También es una línea blanca la que queda siempre al final de una página como resultado de evitar una línea huérfana.
Al no haber dos líneas libres para que se ubique el texto aparece una línea vacía. Y esto puede considerarse un error de composición.
Las más famosas: las líneas viudas y huérfanas
Diferentes programas permiten configurar los textos para que no aparezcan viudas y huérfanas en los párrafos.
En Microsoft Word el Control de viudas y huérfanas está en la segunda pestaña del comando Párrafo.
En Adobe InDesign se denomina Conservar líneas juntas y está en Opciones de separación.
La clave en estos dos casos no es detectar estas líneas, sino la línea blanca que deja la huérfana.
Si los estilos de párrafos se configuran para que no haya líneas viudas y huérfanas, indefectiblemente en alguna página aparecerá una línea blanca.
Tipos de línea más empleadas en los textos
Línea huérfana
Es la primera línea de un párrafo y recibe este nombre cuando queda a final de página o columna.
Se la suele considerar incorrecta, aunque su uso, a diferencia de la viuda, no es indebido.
Bringhurst dice que “no tienen pasado, pero sí futuro y no hace falta que el tipógrafo se moleste con ella”. Fiel a esta máxima, su libro aquí citado cuenta con varias líneas huérfanas.
Línea viuda
Es la última línea de un párrafo que se ubica al inicio de la página o columna. Los teóricos coinciden en que su uso es reprobable e imperdonable.
Bringhurst dice que “tienen un pasado, pero no un futuro y parecen demasiado cortas y olvidadas”.
Y, galantemente, concluye: “Es costumbre, en la mayoría, sino en todas las culturas tipográficas del mundo, darles una línea más como compañía”.
Línea llena
Es una línea completa, llena de caracteres de inicio a fin.
Línea corta
Es aquella cuyo texto tiene pocos caracteres y apenas sobrepasa la sangría.
Puede ser correcta, pero si es incorrecta recibe el nombre de línea ladrona.
Línea ladrona
Es la línea corta de final de párrafo que tiene menos de 5 o 7 letras, según el largo de la línea. Zavala lo llama párrafo con “cola”.
El texto de esta línea corta debería ocupar más espacio que el blanco de la sangría del párrafo siguiente.
Línea larga (pero también línea corta)
Se llama línea larga a la que le faltan unos pocos caracteres para ser llena; es decir, para llegar al final del renglón y completarlo.
Es cuando queda un blanco inferior al tamaño de la sangría por el lado derecho de la composición.
Atención, que a esta línea también se la denomina corta. He preferido referenciarla como larga para no confundir con la otra corta, pero puedes encontrarla en los libros sobre edición.
Algunos editores la consideran incorrecta, incluso de “efecto desagradable”, y la justifican a ambos márgenes transformándola en línea llena.
En cambio, otros la ignoran y no le prestan atención; es decir, no fuerzan esta línea para que se transforme en una llena.
Línea sangrada
Primera línea de un párrafo ordinario que comienza con un pequeño blanco (sangría).
Línea abierta
Aquella cuyo espaciado entre palabra y palabra es el máximo permitido.
Línea apretada
Aquella que, entre palabra y palabra, tiene el mínimo espacio permitido.
Línea quebrada
Es la que queda cortada por ser fin de párrafo.
Línea perdida
La línea perdida es aquella que se compone con caracteres más pequeños que el resto de la composición. Básicamente, es la combinación de artículos, preposiciones y conjunciones.
Un uso habitual es en el título del libro, sea en la cubierta o en la portada. Como indica Martínez de Sousa “la línea perdida puede prestar muy buenos servicios” a la vez que “a veces la situación de estas partículas se convierte en un problema”.
Línea irregular
Aquella que no es recta y adopta otra forma (ondulada, en diagonal). Estas líneas destacan en trabajos de autor o proyectos artísticos.
Línea vuelta
La que se coloca boca abajo para suplir a otra que falta o para indicar que una página es corta; en desuso.
Línea de referencia
Es la línea que se coloca al pie de la portada de una revista y muestra los datos fundamentales para ser citada, archivada y consultada. También se llama membrete bibliográfico o banda bibliográfica.
Línea de remisión o informativa (también de referencia)
Para la línea anterior, me decanto por el empleo de membrete bibliográfico o con cualquier palabra que remita a bibliografía. Esto se debe a que la palabra referencia no necesariamente implica que esta sea bibliográfica.
Por ejemplo, para mí hay otras líneas de referencia: aquellas que remiten a una parte del texto o de la publicación y que no guardan relación con la bibliografía.
Podríamos llamarlas líneas informativas o de remisión, para no confundirla con la citada de referencia. (Esto significa que el nombre de esta línea es un invento propio y no lo encontrarás en los libros, a menos que exista con otro nombre que desconozco).
Los folios explicativos, marcadores o satélites en los libros son un ejemplo de este tipo de línea. Estos contienen textos que remiten al título del libro, al de un capítulo o al nombre de una sección; incluso pueden hacerlo al nombre del autor.
Otro caso son los cintillos o cabeceras de sección y cualquier otra señal o etiqueta en una publicación periódica o en un libro complejo.
Un tercer ejemplo son las referencias a elementos gráficos (tablas, mapas, infografías, etc.) y a fragmentos del propio texto o de otras obras, y que aparecen en una línea independiente.
Por último, también las referencias a capítulos y versículos en las biblias y textos sagrados.
Por otro lado, nada impide que te inventes nombres para determinados tipos de línea si eso colabora en el flujo de trabajo; sea en la comunicación entre colegas o con los clientes.
Por ejemplo, en un proyecto en el que participé usábamos “la línea nota” y “la línea fuente”. Con estas denominaciones nos referíamos al renglón correspondiente que mostraba una nota o aclaración y la fuente bibliográfica en los pies de tablas y gráficos.
¿Quién indica qué líneas se deben modificar?
Cómo resolver situaciones relacionadas con las líneas debería estar consignado en un manual de estilo. Habrá casos en los que «arreglar» las líneas no sea preciso o no esté dentro de los criterios de edición.
Por ejemplo, algunas casas editoriales no reparan en las líneas largas y no exigen que se transforme en una llena. En cambio, hay editores que no dejarían pasar una línea de este tipo.
Es importante resaltar que las líneas que deben modificarse se señalan en una maqueta, en PDF o impresa, pero siempre tras la maquetación. Es decir, el corrector hace las marcas necesarias para corregir las líneas durante la corrección de pruebas.
Tanto el editor de mesa como el corrector pueden indicar las modificaciones y será el maquetador quien las ejecute en la maqueta. A menos que el libro digital sea de maquetación fija ( fixed layout) y refleje la composición de la versión impresa, los atributos de las líneas aquí descritas solo son válidas para un libro impreso.
Es encomiable el trabajo y el esfuerzo que dedicas para compartir conocimiento. Te lo agradezco de corazón y deseo que todo vaya bien en tu vida. Felices fiestas.
Gracias por tus palabras, Jorge. Igual para ti y los tuyos.
¡Madre mía! Cuánta información interesante. Este artículo es para leerlo con mucho detenimiento. Y las ilustraciones que has puesto para ejemplificar de qué tipo de línea hablas en cada caso me ha resultado imprescindible. A veces lees la explicación varias veces, pero hasta que no ves con tus propios ojos de lo que habla no llegas a entenderla bien. ¡Mil gracias!
Muchas gracias, Mariana, por tan valiosa información. Al respecto de las líneas huérfanas, me he fijado que con frecuencia aparecen en algunos libros, y me había preguntado si eso es válido o no. Con tu artículo, me di cuenta de que no son inadmisibles, aunque a mí suelen distraerme (será porque las detecto).
Por otro lado, cuando hablas de las líneas blancas, no me quedó muy claro a qué te refieres cuando dices: «Al no haber dos líneas libres para que se ubique el texto aparece una línea vacía. Y esto puede considerarse un error de composición». ¿Te refieres a cuando al final de una página queda una línea blanca?
Gracias y saludos.
Hola, María Luisa. A mí también me molesta ver líneas huérfanas; sin embargo, hay autores que las admiten, como Bringhurst y De Buen, referencias indiscutibles del mundo del libro. Y la respuesta a tu pregunta es sí, me refiero a eso, a que queda una línea blanca al final de la caja en una de las páginas, sin parear con la otra. Saludos.
Gracias, Mariana. En ese sentido, ¿es mejor dejar una línea huérfana en lugar de una línea blanca al final de la caja?
Depende, María Luisa. Hay editores que prefieren una u otra opción.
En un caso así, yo intento por todos los medios evitar una línea blanca y la una huérfana. Si el texto lo permite hago algún ajuste con separación de palabras o con el tracking; también, le pido al editor o al corrector —en muchos casos lo hago yo mismo porque tengo el visto bueno del cliente para hacerlo— unos mínimos ajustes en el texto y, de esta manera, se solventa el asunto: no queda línea blanca ni línea huérfana. El resultado es más armónico y queda una página bien compuesta.
¡Gracias por tu respuesta, Mariana! Saludos.
Hola, Mariana. Muchísimas gracias. Todos tus artículos valen oro.